El pasado sábado 19 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) visitó nuevamente al estado de Zacatecas con motivo de la conmemoración por el 100 aniversario luctuoso del poeta Ramón López Velarde.
Fue en el municipio de Jerez, la tierra del autor de “Suave patria”, donde fue recibido cortésmente por el gobernador Alejandro Tello Cristerna, quien está a punto de concluir su quinquenio al frente del gobierno del estado. En su momento, el mandatario aprovechó para reiterar, que para cerrar bien su administración se requiere del respaldo de la federación, pero fue nuevamente ignorado.
Desde luego este trato no es algo nuevo, sino que se estableció desde que AMLO tomó el poder en 2018 bajo el principio de la austeridad republicana, por lo que estados y municipios del país empezaron a sufrir los estragos por el recorte de recursos, lo que fue agudizando la crisis financiera poniendo en serios aprietos a la administración del priista, y por si esto fuera poco llegó la pandemia de covid-19 que vino a paralizar la economía del estado, por lo que hace más de un año se notó la disminución de la actividad gubernamental de Zacatecas.
En este escenario, nada favorable para el mandatario zacatecano, le reiteró a López Obrador, que se llevó a cabo un proceso electoral limpio, donde finalmente fue la voluntad democrática del pueblo la que eligió a David Monreal Ávila para sucederlo en la gubernatura, precisando que en “Zacatecas se garantizó la democracia y habrá una transición ordenada, transparente y con madurez política”
Alejandro Tello será recordado por evitar la confrontación con el presidente López Obrador, siempre usando los canales diplomáticos, práctica usada también en lo local que de poco sirvió, porque tampoco fue tomado en cuenta por la delegada de la Secretaría del Bienestar, Verónica Díaz, encargada de la ejecución de los programas sociales, esto de acuerdo con la línea trazada por AMLO, por lo que su administración sufrió efectos tanto de la influencia del morenista como por la pandemia, que vino a golpear su periodo de gobierno.
Y la petición del mandatario de Zacatecas sigue presente, en esta ocasión también insistió al presidente que era necesario su respaldo y validar su palabra del 5 de octubre del 2020, cuando anunció el Programa Nacional de Infraestructura por 3,800 millones de pesos, que contemplaba el desdoblamiento de la carretera Cuauhtémoc-Osiris; también sigue la petición de que absorba la nómina magisterial que tampoco se ha concretado, mientras que sigue pendiente el tema de la presa de Milpillas, el Hospital General de Fresnillo, entre otros proyectos enarbolados, que para concretarse requieren de los recursos que el primer morenista sigue negando a los zacatecanos.
Y como prueba de que hay muchos problemas que urgen la atención del Gobierno federal, acudieron a manifestarse médicos y enfermeros contratados para atender pacientes covid, que en las declaraciones del mandatario fueron los héroes de la pandemia, pero que fueron despedidos vía WhatsApp y ahora despreciados por AMLO, y a quienes para contrarrestar su reclamo mandaron a los porristas de Morena para silenciar la protesta de quienes arriesgaron su vida y hoy ya no tienen empleo.
Pero quizá lo más grave es el tema de seguridad, porque en Fresnillo, la tierra del próximo gobernador, hubo cuatro colgados en un puente de la comunidad Rancho Grande sobre la carretera federal 45, además, Zacatecas vivió otro violento fin de semana con siete fallecidos en distintos sitios y a esto se sumaron baleados en distintos municipios. Todos estos hechos sangrientos se registraron de forma previa y posterior inmediata a la estancia de López Obrador en Jerez, municipio en el que también se han presentado actos criminales que tienen a la gente en la zozobra permanente.
Zacatecas es la entidad federativa con la mayor alza de violencia en 2021; de enero a mayo de este año han ocurrido 620 asesinatos, que en comparación con los 357 del año pasado significan un incremento superior al 76% en este delito de alto impacto.
Y dado el desdén con que se conduce el presidente de México, los ciudadanos tenemos derecho a externar nuestras legítimas dudas sobre el cambio de política durante los tres meses de gobierno de Alejandro Tello y de los beneficios que pueda lograr la población una vez que asuma al poder Monreal Ávila. Porque al menos en las entidades donde ya gobierna, como Puebla o Veracruz, tampoco se ha visto la luz irradiada por la 4T y más bien estos gobiernos son señalados por corruptos, represivos y porque no han construido las obras públicas que urgen debido a la austeridad republicana del mandatario nacional.
Con lo expuesto, el futuro es incierto para Zacatecas porque también se habla de austeridad, por lo que se deduce sostendrá en el discurso y en los hechos, lo que ha planteado AMLO, aunque en las palabras del que será ungido en septiembre son al estilo de Kalimán: “implacable contra los corruptos” y basará el gobierno en la creciente distribución de dinero en efectivo en coordinación con la Secretaría del Bienestar, que es lo que sostiene la popularidad de Morena entre los pobres.
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