A cinco años de gobierno de la 4T, los problemas principales del país no han desaparecido. Desde hace muchos años, tal vez decenios, seguimos arrastrando la falta de trabajo y la obligada migración de millones de mexicanos, el problema de las drogas ligado a la inseguridad, tan alta en estos días, los servicios de salud y educativos de muy mala calidad, la falta de vivienda, de pobreza, escasez en obras y servicios para colonias y pueblos marginados, no hay infraestructura carretera, entre otros problemas más.
Todo lo anterior genera un ambiente difícil para todos los mexicanos que al ser parte de este gran país salimos afectados de una u otra manera en nuestras vidas. Por ejemplo, desde que tengo memoria, cientos de campesinos de todo el país se van a Estados Unidos a trabajar y desde allá sostienen a sus hijos porque con lo que aquí sacaban, nomás no les alcanzaba para sobrevivir. En nuestros días las cosas no han cambiado mucho, sigue la falta de empleos y los que hay son mal pagados, por eso miles de mexicanos siguen migrando, obligados, por la pobreza en que se vive aquí.
Y así como estamos en los empleos, siguen los problemas en la educación, salud y en todo lo demás; con el triunfo de AMLO se pensó que se acabarían los males, pero ya vemos que no, e incluso algunos como la inseguridad están aumentando. Está el caso de los suicidios, que antes era muy difícil o raro escuchar que alguien en un rancho o colonia se suicidara, ahora no, pues los suicidios van al alza, porque vivimos en una sociedad con muchos problemas.
Todo esto repercute en nuestro pueblo y uno de los sectores más perjudicado es la juventud. Por ello me ha llamado la atención el problema de los suicidios de los jóvenes en estos tiempos que corren, sé que en otros estados también jóvenes y adultos se han quitado voluntariamente la vida, que eso es el suicidio, pero como que ahora es más frecuente ver o escuchar más sobre este problema.
Veamos algunas notas periodísticas acerca de este problema. En nayaritnoticias.com del día 19 de junio 2023 tenemos la nota de Marco Bautista que dice: “Miguel Antonio Cisneros, director académico del Centro Especializado de Investigación y Educación Superior del estado de Nayarit, explicó durante una entrevista que, en el estado, las cifras por suicidio durante el primer semestre del año ya sobrepasaron a las del año pasado. Aclaró que, específicamente en Nayarit, no hay estadísticas oficiales para poder determinar el número exacto de suicidios, sino que la información que se consigue es a través del SEMEFO.
“Sin embargo, mencionó que, si se tuviera una estimación, se estuviera previendo que este año se alcancen las cifras de los últimos 2 años que van desde 70, 80 y 90 muertes por suicidio…” “Por otro lado, enfatizó que es muy difícil aclarar los motivos de los suicidios en el estado de Nayarit, por lo cual no hay una causa específica”.
La segunda nota es de la redacción de elsoldenayarit.mx del 22 de julio de 2023 que dice: “Menor de 16 años se quita la vida en SAMAO”.
Me parece que las dos notas informan de un serio problema social, que en el primer semestre de este año que transcurre ya se superó la cifra del año 2022, o sea que los suicidios están aumentando, y como siempre también, hay dificultades con las cifras, pero la fuente que se investiga estima que en 2023 habrá entre 70 y 90 muertes por suicidio. De las causas no se dice nada, por lo que hay que intentar explicarlas.
En la sociedad como en el universo las cosas no existen de manera aislada, todas están relacionadas unas con otras, por eso, creo que, aunque las notas prenden las alarmas, denuncian un problema, habría que buscar los motivos o causas en el sistema social en que vivimos y seguro que ahí encontraremos el origen y la solución.
Desde que tengo memoria, cientos de campesinos de todo el país se van a Estados Unidos a trabajar y desde allá sostienen a sus hijos porque con lo que aquí sacaban, nomás no les alcanzaba para sobrevivir. En nuestros días las cosas no han cambiado mucho, sigue la falta de empleos y los que hay son mal pagados, por eso miles de mexicanos siguen migrando, obligados, por la pobreza
Hace días escribí el artículo “Nayarit, un estado con carencias sociales”, ahí se explica la situación de pobreza y pobreza extrema en que viven casi 36% de la población nayarita, es decir, casi medio millón, de 1 millón 324 mil ciudadanos que conforman el total de la población. Se habla también ahí de las carencias en vivienda, servicios y de la falta de proteínas en la alimentación de los nayaritas.
Como vemos, si vivimos en una sociedad con muchas carencias, donde el salario miserable que se gana ni siquiera alcanza para que las familias compren leche, carne y huevo a sus hijos, pues esto ya encierra un asunto preocupante, porque ¿quién es feliz si tiene hambre, si no te alimentas bien? Yo creo que nadie.
A lo anterior hay que sumarle que muchos jóvenes y adultos son afectados por los problemas intrafamiliares, de divorcios, que la educación está muy cara, que no pueden costear la salud de un ser querido, las drogas que ahora circulan por el campo y la ciudad como si nada pasara y que dejan a nuestra gente como zombis, la influencia tan negativa del internet para que los jóvenes imiten a grandes influencers que se han hecho millonarios de la manera más fácil y sin ir a la escuela o el reto de tomar un mineral tóxico mata cucarachas entre los jóvenes que anda en Tiktok y que provoca graves enfermedades gastrointestinales, todos estos problemas forman un conjunto de un panorama verdaderamente negro para los jóvenes mexicanos y para el que muchos no están lo suficientemente preparados para resistir y enfrentarlos.
La sociedad capitalista es la culpable, porque es injusta, porque la riqueza social generada se queda en unas cuantas manos, mientras que la inmensa mayoría de los nayaritas y mexicanos viven mal, y sufren porque sus expectativas de vida se ven frustradas al vivir con muchas preocupaciones.
La solución es organizarnos y llevar al poder en Nayarit a gente que verdaderamente vele por resolver los problemas sociales y las carencias de la gente pobre, de lo contrario, seguiremos viendo cifras escalofriantes de suicidios, y lo peor, que nos acostumbremos a verlos como si se tratara de hechos aislados y casuales.
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