Una de las promesas de campaña del ahora inquilino de palacio de nacional, de llevar al sistema de salud a niveles como en los países nórdicos sólo se ha quedado en una simple y vulgar promesa, pues no solo no estamos cerca, sino que cada día nos alejamos más y más de ese sueño, pues en México la atención a los usuarios es pésima, son horas, días, meses de espero para que den una cita, se realice una cirugía, se consigan los medicamentos, es un verdadero viacrucis el enfermarse, es un lujo que los pobres no nos podemos dar.
En lo que va de esta administración morenista, pasamos de 52.1 millones de personas afiliadas al entonces Seguro Popular en 2018 a 34.1 millones en el Insabi para 2020, un retroceso total en este importante sector.
El desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) presentaba hasta el 18 de julio del año pasado, un retraso del 60.5 por ciento en la entrega de medicamentos a las 32 entidades del país, de acuerdo con información difundida por el propio Insabi.
En su informe denominado "Estatus General de Abastos 2022", la dependencia reconoce que se habían solicitado 351 millones 19 mil 116 piezas de medicamentos, pero sólo había entregado 138 millones 517 mil 669 piezas; es decir, faltaba por entregar a los estados 212 millones 501 mil 447 medicamentos, lo que representa 60 por ciento de las medicinas solicitadas. Desde el 2018, la tendencia en las compras de medicamentos muestra una caída sostenida.
Los problemas en el sector salud son heredados de las pasadas administraciones, pero es con este gobierno donde se vinieron a agudizar, pues la falta de un plan bien definido y toma de decisiones al vapor, han llevado al fracaso al sector salud, afectando directamente a los usuarios.
El Gobierno federal, en conjunto con gobernadoras y gobernadores de algunas entidades, firmaron un convenio de Transferencia de Recursos para formalizar la colaboración con el Órgano Público Descentralizado (OPD) IMSS-Bienestar en materia de personal, infraestructura, equipamiento, medicamentos e insumos para la prestación gratuita de servicios de salud; esto, según el mismo Zoé Robledo Aburto, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, permitirá avanzar para que a finales del año IMSS-Bienestar sea el prestador de servicios de atención médica pública más grande del mundo.
Sin embargo, en Durango, hace algunos días el Centro de Vigilancia Epidemiológica del hospital Santiago Ramón y Cajal del ISSSTE decidió suspender la operación de cuatro de sus cinco quirófanos por detectar fallas estructurales importantes, afectando alrededor de 600 cirugías en el hospital con esa suspensión.
Aunque ya se habían detectado las fallas, se solicitó también a la Coprised una revisión para tener más detallado los problemas existentes, además de que ya se había solicitado a la delegación que destinara recursos desde las oficinas centrales para la rehabilitación urgente de los quirófanos
El presidente del Colegio médico de Durango mencionó que ya iniciaron con los trámites de licitación y la tardanza para que queden listos los quirófanos podría alargarse de cuatro a seis semanas, por lo que serían cerca de 100 las cirugías afectadas por semana. De momento las cirugías se han estado realizando en otros hospitales, como el hospital 450, además de hospitales privados.
A poco menos de un año de que acabe el sexenio ni el Gobierno federal ni el IMSS-bienestar dan cuentas claras por esta criminal actitud, pues los más perjudicados son precisamente los más pobres.
A los mexicanos víctimas del pésimo sistema de salud de nuestro país, no les queda otra que la organización y la lucha consciente en torno a sus derechos y mejores condiciones sanitarias, se requiere además del apoyo y fuerza del pueblo en general, y el Movimiento Antorchista está dispuesto a luchar lado a lado, cuando así lo decidan.
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