Sin ninguna duda, las estrategias que está llevando a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador han demostrado en la práctica que no funcionan y lo único que está pasando es que el pueblo está muriendo; a esto agregaremos los que han muerto por la covid-19, las mujeres desaparecidas, el incremento a las filas de la pobreza, además del decrecimiento económico de México.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), proyectó que la pobreza en México aumentará 2.3 puntos porcentuales este 2022; es decir, 2.5 millones de mexicanos estarán en pobreza debido a los altos niveles de inflación, así como de un reducido crecimiento económico, pero hay organismos más serios que dicen que ya aumentó a 5 millones de pobres. Mientras López Obrador afirma que ningún rico había perdido ni un solo peso en su gobierno, algo que es totalmente cierto.
El gobierno de López Obrador no ha realizado ni una sola obra bien hecha, lo más que ha hecho es entregar recursos a través de sus programas insignia, hay que tomar en cuenta que los programas de trasferencia monetaria, como se le llama técnicamente, a la entrega de pequeñas cantidades de dinero, está probado que no son efectivas para combatir la pobreza, pues lleva años implementándose en México y en el mundo, y no han dado grandes resultados. Pero no es por culpa de intermediarios, como ha acusado falsamente con el afán de buscar culpables, sino porque esas transferencias monetarias son cantidades muy pequeñas que se desvanecen en la inmensidad de pobreza de la gente con hambre y de carencias materiales de todo tipo, producto del modelo económico que impera actualmente en el mundo, el modelo neoliberal que consiste básicamente en generar riqueza y concentrarla en unas pocas manos.
Cada vez más mexicanos se están dando cuenta de que el discurso oficial es falso, y siempre en contra de las organizaciones a las que los carga de todas las culpas, de los fracasos de estos programas, y al mismo tiempo ofrece un porvenir luminoso, alejado de estos mismos males a los beneficiarios de las tarjetas, a quienes les transfiere la fabulosa cantidad de 58 pesos diarios, pero sin advertirles que esa cantidad es a costa de excluir a la familia de acceder a otros programas más importantes como servicios y vivienda, aspectos que ya son evidentes hoy a mas de la mitad del sexenio.
Al final de cuentas, le está demostrando a los mexicanos que eso de que “el pueblo está feliz, feliz, feliz” no tiene ni un gramo de verdad, porque viven día con día las consecuencias de las malas políticas de la 4T.
Con todos estos males y más que hay en nuestro país, los invito a que reflexionen acerca de las condiciones actuales y, en su momento, mostrar nuestra inconformidad ante las circunstancias actuales.
Nuestra organización ha estado del lado del pueblo desde hace más de 48 años y no claudicaremos en nuestra tarea hasta ver al pueblo educado y organizado. Con la actual administración ya vimos que no hay más, es nuestro momento, es momento de los millones de mexicanos abandonados y menospreciados por la 4T.
El Movimiento Antorchista extiende su brazo para unirnos en un gran frente, con el objetivo común de lograr una sociedad mejor. Por eso, debemos organizarnos en Antorcha para que los pobres sean los que gobiernen este país, y seguir siendo solidarios con nuestros hermanos, con los pobres de nuestra patria que son, como siempre, los principales afectados.
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