El pueblo trabajador cada tres o seis años escucha eslóganes de candidatos que se convierten en expectativas cuando llega el momento de las elecciones, con todas las promesas de los candidatos de los diferentes partidos políticos, mismas que son un ciclo vicioso que se ha repetido por décadas y los mexicanos hemos sido víctimas de estas viejas prácticas políticas, provocando en el pueblo un hartazgo, decepción y conformismo. Esto se demostró en las urnas en el año 2000 cuando se cambió de partido en el poder y gano Vicente Fox del PAN, partido que se mantuvo en el poder federal hasta el año 2012, elección donde el PRI vuelve a ganar el poder, pero por todos los errores económicos y políticos, generó un hartazgo social y se va del poder en el año 2018, ganando Morena con 30 millones de votos, como resultado de tres factores; un candidato victimizado durante sexenios con discurso populista, una hartazgo social resultado de pésimos gobiernos anteriores, ofertas populistas que la gente las hizo suyas, porque se sentían representadas en ellas, logrando un triunfo contundente.Pero ya estamos viendo el desastre social que está generando el gobierno actual, lo queramos ver o no.Hasta ahora, estimado lector, hemos visto más de lo mismo, el pueblo en todas partes sigue esperando obras y servicios para las colonias y comunidades marginadas, trabajos bien pagados, beneficios gubernamentales que mejoren la vida de los que menos tienen; pero no ha sido así, un claro ejemplo, es el abandono total de los gobiernos hacia el pueblo durante esta contingencia sanitaria: todos hemos vivido en carne propia esta difícil situación y el nulo apoyo gubernamental.
Ahora la incertidumbre, la duda es: si todos los partidos y sus gobernantes nos han fallado, qué camino debe elegir el pueblo para no volver a equivocarse de partido y de gobernante, si todos nos han prometido y nadie nos ha cumplido.Conviene dar tres razones por las que afirmamos que los gobernantes y los partidos, no han cumplido, no están cumpliendo ni cumplirán; primero, porque quien controla y está detrás de los partidos y los candidatos es un grupúsculo de hombres poderosos, dueños del dinero que tiene en sus manos los medios de producción y el poder político del país controlado a través de los partidos; por tanto, no es su prioridad atender las necesidades del pueblo, lo que les preocupa y ocupa es cuidar sus grandes intereses, no hay que esperar nada de ellos; segundo, los candidatos adinerados elegidos por los de arriba emplean a los partidos como trampolín para llegar al poder y beneficiarse como hasta ahora lo han hecho; tercero, el pueblo no tiene partido político propio, surgido de sus filas, padece de un ente jurídico para luchar por la vía democrática y ocupar puestos públicos.Así se encuentra el pueblo de indefenso, manipulado, controlado y sin saberlo.Por eso, urge, transformar la sociedad en la que vivimos y eso solo el pueblo agarrado de sus verdaderos líderes lo pueden lograr.
Por eso necesitamos que de las entrañas del pueblo surjan, se forjen y se sumen a esta tarea titánica, verdaderos líderes sociales que representen a su familia, a sus vecinos de su manzana y colonia, que realicen un trabajo limpio, honesto y humano, para que hagan la diferencia notoria de un líder oportunista, arribista, que solo gestiona para su beneficio personal. En nuestro estado hay auténticos líderes sociales que durante años han luchado a lado de sus gremios y los han defendido de los abusos del poder, como son tianguistas, transportistas, pequeños comerciantes ambulantes fijos o semifijos, representantes de colonias, obreros, campesinos y de otros oficios, que si entre todos ellos hacen un trabajo de unidad y de respeto a la diversidad de cada liderazgo, se pueden convertir en una fuerza transformadora imparable que genere grandes cambios en nuestro estado.Es momento de que los verdaderos líderes tomen en sus manos las riendas para dirigir los destinos de su pueblo, que ha sido humillado, saqueado, marginado, olvidado, que sólo es visitado cuando necesitan de su voto, ese pueblo enfermo que no tiene para curarse, comer y que vive desempleado el día de hoy.
Urge hacer a un lado a esos otros líderes que siempre han engañado al pueblo, que tienen en sus manos el control de la conciencia social, que nos manipulan ideológicamente a través de los medios de comunicación y del aparato jurídico e ideológico, independientemente de nuestra voluntad, sin dejarnos otra opción.Estas son las tareas más necesarias urgentes y difíciles que deben echarse a cuestas esos líderes honestos, incansables gestores al lado de su pueblo, el de contactar a sus vecinos en cada calle o manzana, organizarlo y educarlo, enseñarle a gestionar y explicarle que el verdadero reto es trabajar para alcanzar el poder político para ocupar los puestos públicos y desde ahí, tomar las decisiones que beneficien a su pueblo, aplicando las cuatro propuestas económicas que el Movimiento Antorchista propone.
Una política fiscal gradual progresiva donde pague más impuestos el que tiene más, una distribución equitativa del gasto social, invertir en obra pública en todos los municipios del país, infraestructura médica, educativa, deportiva, cultural, parques recreativos, centros para adultos mayores y seguridad pública, también invertir en infraestructura carretera, agua, luz, drenaje, pavimentos, arreglo de caminos rurales, etc.Trabajo para todos con salarios bien pagados que alcancen para la canasta básica y las familias puedan alimentarse sanamente, cubrir sus gastos de servicios, salud, educación, transporte, vivienda, etc.
Ante el pésimo trabajo de los anteriores y actuales gobernantes de los diferentes partidos políticos, PAN, PRI, PRD O Morena, urge que surja un pueblo organizado, preparado, convencido y representado por verdaderos líderes de cada uno de los rincones del estado y el país, para construir un proyecto de nación, con un nuevo modelo económico, más justo y equitativo. El gran trabajo que debe hacerse está en manos del pueblo, ahí está el llamado, esta gran tarea nadie más la hará, sólo nosotros los más humildes, los más sensibles y fraternos que nacimos de las entrañas de ese mismo pueblo y sabemos de sus males que padece y también sabemos cómo curarlos.Todos estamos convocados a esta gran tarea: que nadie falte, adelante, antorchistas.
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