En nuestro país, actualmente la educación ha sido objeto de constante debate y reflexión. Se habla de la importancia de una educación integral que forme individuos con habilidades, conocimientos y valores, capaces de liderar y transformar la sociedad.
Pero veamos los datos, en México hay 21.9 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, representando el 17 por ciento de la población total; viven en situación de pobreza cuatro millones, seis de cada 10 jóvenes han concluido el bachillerato, solo el 18 por ciento de este sector de la población concluye una licenciatura, más de nueve millones de jóvenes que trabajan reciben una paupérrima remuneración mensual de 5,186 pesos, la mayoría de los jóvenes carecen de seguridad social, debido a la tasa de empleo informal de casi 33 millones de personas.
Como vemos, es crítica la situación social por la que atraviesa la mayoría de los adolescentes y jóvenes en nuestro país, la descomposición del tejido social, el uso mal enfocado de las redes sociales, la equivocada orientación para enfrentar los nuevos cambios fisiológicos, psíquicos y sociales a los se enfrenta todos los días la juventud mexicana. Los grandes retos a superar son: la educación en la edad en la que se acentúa el ausentismo escolar, abandono escolar y bajo rendimiento académico en las aulas.
Tomando en consideración que la pobreza le impide a un niño sobrevivir y le dificulta todos los aspectos de su desarrollo, ya sea físico, mental, emocional, cultural, social, familiar y espiritual, el impacto de la pobreza es tan grande y agudo en nuestro país, que es la principal violación a los derechos humanos, realidad innegable, aunque los datos oficiales digan otra cosa.
Los gobiernos de sexenios pasados y el de la 4T están haciendo poco o casi nada para heredar a la juventud un presente y futuro mejor que el actual o por lo menos un poco más esperanzador.
En nuestro país, la mayoría de la juventud vive con problemas relacionados con la pobreza y marginación; no tener acceso a un empleo formal, bien remunerado y prestaciones, acceso a servicios de salud, contar con una educación de calidad en todos los niveles educativos. la juventud enfrenta problemas varios y complejos, inherentes al sistema económico y político, como la violencia en la comunidad, escuela y los hogares, la falta de acceso a la educación, las pocas oportunidades laborales y un largo etcétera.
Nuestros jóvenes necesitan reactivar la chispa de la inconformidad para cambiar todo lo que haya que ser cambiado, es decir, planear con su creatividad una revolución y con sus energías realizar con sus propias manos esta gran tarea. De tener el privilegio de ser el germen de esa revolución social, la oportunidad de comenzar este gran cambio que se necesita en México.
Cuando comenzamos a ver en esta muchedumbre de jóvenes, la imagen del porvenir, al pueblo del mañana, cuando aplaudamos y apoyemos la justeza por la que luchan, habrá muchas razones para sentirse orgullosos y satisfechos. Razones para creer en los jóvenes como el germen de ese gran proyecto de nación que queremos.
Por eso, el Movimiento Antorchista lleva 49 años impulsando el desarrollo de la educación en la sociedad mexicana, dando acceso a la misma a los estratos de la sociedad más desprotegida, muestra de esto es la creación de muchas instituciones a lo largo y ancho de nuestro país, formados por antorcha los cuales son de alto nivel educativo.
A pesar de la falta de apoyo gubernamental, el Movimiento Antorchista seguirá llevando educación de calidad a las clases más desprotegidas de nuestra sociedad incluso más allá del nivel medio superior, a todos los rincones del país, pues de esa manera formaremos hombres libres de pensamiento dispuestos a comprender y apoyar a los más desprotegidos de su nación.
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