MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los apoyos que no llegarán

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En alguna de las ya muchas conferencias mañaneras, el representante del Poder Ejecutivo del gobierno de la autollamada “Cuarta Transformación” (4T), declaró que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) ya no era necesario, pues “ahora se está atendiendo a los damnificados como nunca”;  ahora, dijo, bajo su gobierno, todo es transparente y los apoyos se están entregando en forma directa a los afectados, sin intermediarios, con base en los censos que realizan (se entiende que en el lugar de los hechos) los “servidores de la nación”, que son, dicen muchos, el ejercito de promotores del voto de Morena. Estas declaraciones fueron motivadas por las afectaciones que sufrieron miles de familias a consecuencia de las inundaciones en Tabasco debido a una decisión tomada por el propio gobierno para evitar dañar a la población de la capital, la ciudad de Villahermosa, según lo admitió el propio presidente de la republica a bordo del helicóptero que sobrevolaba las zonas inundadas; lo volvimos a escuchar más recientemente, con motivo de los daños provocados por la intensidad de los vientos y lluvias que trajo consigo el huracán “Grace” y que dañó a miles de familias en sus cultivos, viviendas y caminos, en los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo principalmente. En los primeros dos estados no cesan las protestas y denuncia de los afectados que se quejan de no haber sido tomados en cuenta a la hora de levantar los censos o de que lo único que les dieron fueron cuatro kilos de frijol según se ha podido ver a través de las denuncias y protestas que circulan en las redes sociales. De lo que ocurre en Hidalgo, que no es nada diferente, doy algunos testimonios de la propia prensa y otros que he tenido oportunidad de conocer de voz de los afectados en la sierra otomí-tepehua que incluye los municipios de Tenango de Doria, San Bartolo Tutotepec y Huehuetla.

El pasado viernes 30 de septiembre en el sitio digital La Silla Rota el propio gobernador del estado señalaba: “A un mes del desastre, ni un peso para Tula por parte de federación”; en el cuerpo de la nota puede leerse: “El gobernador Omar Fayad Meneses demandó la revisión de los fondos eliminados, como el de Desastres Naturales (Fonden), que permitían la llegada de recursos para los estados, pues en el caso de Tula todavía no hay presupuesto para la reconstrucción”; continua la nota “Apenas el martes pasado (28 de septiembre, aclaro yo) la Secretaría del Bienestar anunció el censo de damnificados en los 12 municipios afectados por el desbordamiento de los ríos, mientras en el caso de las lluvias de agosto (las provocadas por el huracán “Grace” se entiende), se destinaron 35 mil  y 4 mil 500 pesos de manera directa a los afectados en la sierra, Otomí-Tepehua y la Huasteca” sigue la nota: “No podemos pensar que vamos a restablecer las cosas como estaban entregándole directamente al pueblo los apoyos respecto de las catástrofes, o no sé si se le van a entregar al pueblo para que ellos rehagan los puentes, reencaucen los ríos, no sé si los beneficiarios se van a encargar de rehacer las calles, de pavimentarlas porque eso lo hace el gobierno y no vamos a tener dinero para hacerlo”. Hasta aquí la nota.

Hay que agregar que lo que el gobernador del estado señala para Tula, aplica también para la sierra Otomí-Tepehua, pues tampoco se sabe que hayan autorizado recursos para la rehabilitación de caminos que se encuentran en pésimas condiciones, y lo que resulta todavía más preocupante, es escuchar (a través de un video que circula en las redes sociales), parte de la declaración del propio Presidente de la República quien en su visita a Acaxochitlán el pasado sábado 1 de octubre, señaló que urge atender el tramo carretero que va de Agua Blanca a Metepec porque ya es un camino de terracería, ya no hay pavimento y tenemos que empezar ya, a trabajar. Esto obliga a pensar que ni para el gobierno federal pero tampoco para el estatal está dentro de sus prioridades, atender el grave problema de caminos que padecemos los pobladores de la sierra.

Habría que decirle al presidente de la república y al gobernador del estado que se den un paseo por tierra a los municipios de Tenango (donde por cierto gobierna Morena), San Bartolo y Huehuetla, para que vean que si el tramo de Agua Blanca-Metepec está en pésimas condiciones, los caminos de estos tres municipios están mucho peor, incluso mucho antes del último huracán. ¿Qué pasó con el indigenismo del que tanto presume el señor presidente? ¿Qué pasó con las promesas y compromisos que hizo en su visita a la comunidad de Tenango de Doria?

Ha transcurrido ya más de un mes del paso del huracán “Grace” y los apoyos a algunas familias (las que “censaron” los servidores de la nación) han empezado a ser entregados por los miembros de la Guardia Nacional. El apoyo consiste en $4,500 pesos para cada afectado en sus cultivos y $35,000 en efectivo, además de algunos enseres (un colchón, estufa y refrigerador) a cada afectado en sus viviendas. Cuantos beneficiados y como fueron seleccionados en cada municipio y/o comunidad nadie lo sabe. La prensa da cuenta de que de 8 mil 333 viviendas que resultaron afectadas en 52 municipios, sólo se atendieron 1,279 casas de 44 municipios. La verdad, dicen muchas voces, nadie supo a qué horas pasaron los responsables de levantar los censos, mucho menos cuales fueron los criterios que se tuvieron en cuenta para asignar los apoyos, pues es opinión de muchos que los beneficiados fueron muy pocos y en algunos casos lo recibieron quienes menos lo necesitaban, pero que tuvieron la “suerte” de haber sido enlistados por los delegados municipales en algunas de las comunidades, pues los famosos “servidores de la nación“ no se dignaron en ir ellos personalmente a levantar los censos y verificar personalmente la magnitud de los daños. Se olvidaron de que muchos delegados tienen también sus filias y sus fobias aun en sus propias comunidades y que muchos de ellos fueron nombrados y/o electos por una insignificante minoría de la población debido a la propia apatía e indiferencia de los ciudadanos que ya no creen ni confían en nadie.

Platicando con algunos campesinos de varias comunidades afectados en sus cultivos les escuche decir: “cuatro mil quinientos pesos me alcanzan para comprar sólo diez bultos de maíz, que ya ni los cincuenta kilos trae, porque te lo venden húmedo, y mojado pesa más; cada bulto de maíz alcanza para que una familia de cinco integrantes coma durante un mes; y el demás gasto, cuestionan ellos mismos, eso es una burla”, remataron los campesinos.

Esta cruda e indignante realidad, retrata sin lugar a duda, que la política del gobierno de la 4T es dejar en el abandono a los que dice representar y defender, los más pobres, con el pretexto de la corrupción; que sus prioridades son otras y no el combate a la pobreza que cada día se profundiza más, aunque el presidente diga a cada rato que el problema número uno, dos y tres es la corrupción y no la pobreza. A un mal diagnóstico de la situación del país no puede aplicársele la medicina correcta. La prioridad del gobierno no es combatir la pobreza, su prioridad es seguir comprando votos y conciencias para perpetuarse en el poder, sólo así se explican los apoyos con dinero en efectivo. En tiempos de crisis económica y sanitaria se impone la colaboración, la ayuda mutua y la solidaridad social. El gobierno de la 4T por su parte, fomenta el egoísmo y el individualismo ¿Quién trafica con la pobreza y necesidades de los mexicanos? Que cada quien saque su conclusión. Organizarse y luchar contra la pobreza es el camino.

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