Los desafíos que enfrenta actualmente la sociedad mexicana son diversos, la realidad nos está golpeando en la cara de ida y de vuelta. Lamentablemente si nos abocamos a comparar los resultados proyectados con los obtenidos, en cuanto a la política implementada por López Obrador de su tan elogiada 4T, nos daremos cuenta de que no se ha avanzado sino por el contrario, hemos retrocedido. Esos resultados, que a la vista de todos están, en áreas cruciales como la economía, la educación y la lucha contra la pobreza, son temas que requieren atención constante y de constante análisis.
En este contexto, resulta casi imposible el no verter una opinión sobre el desempeño de López Obrador y, en ese sentido, también resulta difícil obviar y dejar de recordar lo que durante su campaña prometió, discurso con el que a muchos logró convencer con su llamado a la esperanza, diciendo que primero serían los pobres y prometiendo combatir la corrupción.
Un aspecto clave que ha persistido en el centro del discurso de López Obrador es la lucha contra la corrupción. Durante su campaña, se comprometió a erradicarla desde las altas esferas gubernamentales hasta las más bajas, se atrevió a utilizar la poderosa metáfora de “barrer las escaleras de arriba abajo” dándonos a entender que él sería quién limpiaría todo el cochinero que habían dejado en el país quienes ocuparon la silla presidencial en sexenios pasados.
Sin embargo, hoy en día, muchos analistas y críticos señalan que, lejos de erradicar la corrupción, esta no solo ha persistido, sino que se agravó y peor aún, se ha extendido de tal manera que, escándalos tras escándalos salen a la luz, de que servidores públicos muy cercanos a él, así como familiares directos, se ven involucrados en actos de corrupción. Acusó a las administraciones anteriores, que los presidentes solapaban o eran parte de la corrupción, ahora le toca estar en los zapatos de aquellos a quienes ha criticado antes, durante su campaña y en todo lo que lleva de su sexenio. Siempre supimos, pero ahora nos queda más que claro, que era pura y simple demagogia.
Además de la lucha contra la corrupción, López Obrador también uso como estandarte de batalla el dicho de: “primero los pobres” como un pilar de su gobierno. Aunque ha habido informes sobre una disminución de la pobreza en términos numéricos, críticos como el doctor Boltvinik argumentan que la realidad contradice estas cifras. Señalan que, a pesar de los datos oficiales, los mexicanos todavía luchan por acceder a servicios de salud adecuados, mejorar su calidad de vida y brindar una educación digna para sus hijos.
Esto plantea cuestionamientos sobre la efectividad de las políticas implementadas y si realmente están beneficiando a quienes más lo necesitan. Según el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los dos primeros años de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la cantidad de personas que se encuentran en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones, y el número de individuos en condiciones de pobreza extrema aumentó en 2.1 millones, se estima que la pobreza ha crecido en 24 por ciento en lo que va de su administración.
En cuanto a la economía, otro aspecto vital, la situación se torna aún más compleja. Si bien es cierto que se han promovido programas de apoyo monetario con tarjetas, hay preocupación sobre si estos programas serán sostenibles a largo plazo y si realmente abordan y combaten la raíz de fondo de la pobreza. Además, la falta de un enfoque estratégico para fortalecer la competitividad de México en la escena global también ha sido objeto de debate.
Los programas de entrega de apoyos monetarios con tarjetas se ven como estrategias electorales clientelares que no tienen el potencial de erradicar la pobreza ni de hacer que México sea más competitivo en comparación con otras economías emergentes y desarrolladas.
En 2018 existían 150 programas, de los que se eliminaron 18 y se implementaron 14 nuevos para un total de 146. De esos 150 programas que había en 2018, 93 eran considerados por el Coneval como programas qué sí contribuían a reducir la pobreza, o bien que servían para mejorar un acceso más efectivo a los derechos. Para este 2023, se etiquetaron 506 mil 369 mdp para los siguientes programas sociales prioritarios: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores 335 mil 499 mdp; Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior “Benito Juárez” 37 mil 554 mdp; Sembrando Vida, 37 mil 137 mdp; Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar “Benito Juárez” 34 mil 992 mdp; Pensión para el Bienestar de Personas con Discapacidad permanente 24 mil 78 mdp; Jóvenes Construyendo el Futuro 23 mil 93 mdp; Jóvenes Escribiendo el Futuro 11 mil 162 mdp; Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras 2 mil 926 mdp.
En resumidas cuentas, los resultados de López Obrador en su gobierno con relación a las promesas de campaña y los resultados en áreas clave como la corrupción, la pobreza, la economía y la seguridad son esenciales para evaluar su impacto en la sociedad mexicana.
Finalmente, en el tema de seguridad y delincuencia, a pesar de los esfuerzos por presentar una imagen positiva, la percepción de inseguridad persiste. Se necesita una evaluación exhaustiva de las políticas y estrategias implementadas para abordar este desafío fundamental. En el tema de la inseguridad y la delincuencia, los resultados también han sido decepcionantes, a pesar de los esfuerzos por presentar una imagen diferente.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, recuerda que 30 de los 32 estados en México tienen advertencias de riesgo por delincuencia, según una nueva alerta emitida para los ciudadanos del vecino país que pretendan viajar a México. Las cifras de incidencia criminal proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) se limitan a los delitos que están registrados formalmente en una carpeta de investigación.
Esto significa que solo se reflejan alrededor de 7 de cada 100 delitos que tienen lugar en el país. Entre enero y julio de 2023, se reportaron 17 mil 598 víctimas de homicidio doloso; 513 víctimas de feminicidio; 464 víctimas de secuestro; 6,423 víctimas de extorsión; 170 mil 488 casos de violencia familiar y 52 mil 738 casos de narcomenudeo.
En lo que lleva de gobierno Obrador, el número de homicidios se ha disparado y ronda la macabra cifra de los 165 mil y la cifra de desaparecidos ya supera los 44 mil. En resumidas cuentas, el sexenio de López Obrador se perfila a ser el más sangriento de todos los tiempos. Una raya más al tigre.
Datos estadísticos del Coneval muestran que, bajo el gobierno de la 4T, 30.3 millones de mexicanos más han perdido el acceso a la atención médica y al derecho a la vida. Además, los servicios básicos aún son inaccesibles para muchos, con un avance de 1.4% en cinco años en la garantía de estos servicios. La población con al menos tres carencias en sus hogares ha aumentado, y el rezago educativo ha empeorado.
En resumidas cuentas, los resultados de López Obrador en su gobierno con relación a las promesas de campaña y los resultados en áreas clave como la corrupción, la pobreza, la economía y la seguridad son esenciales para evaluar su impacto en la sociedad mexicana.
Al realizar una crítica severa de las promesas de campaña que López Obrador vociferó a más no poder, en comparación con los resultados de su gobierno, surge una importante lección para los mexicanos: La política, una disciplina que debe abordarse con seriedad y con un análisis más científico, se ha visto afectada por un enfoque que algunos consideran carente de sustento en la realidad.
La 4T, caracterizada por su abierto desprecio hacia la ciencia, ha planteado interrogantes sobre la eficacia de las políticas y estrategias implementadas durante los cinco años que lleva en el poder. La disparidad entre las promesas y la realidad se ha convertido en un tema central de discusión, lo que destaca la necesidad de un análisis riguroso y crítico, basado en la realidad, para abordar los problemas sociales.
En este contexto, se hace un llamado urgente a la unidad del pueblo mexicano trabajador. Antorcha llama a la población a unirse y liderar iniciativas en sus comunidades, municipios y estados para enfrentar los desafíos y luchar por una justicia que la nación anhela.
La política, cuando se aborda con seriedad y con un enfoque basado en la evidencia, puede ser una herramienta poderosa para el cambio positivo. La unidad y el esfuerzo colectivo son esenciales para abordar los desafíos que enfrenta México y lograr una sociedad más justa y equitativa. A eso está llamando al pueblo de México el Movimiento Antorchista Nacional, a no creer en promesas, sino a aprender a analizar la realidad en la que estamos viviendo millones de mexicanos, una realidad muy distinta a las promesas de la 4T.
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