El primero de marzo de 2022, en la tristemente célebre mañanera, y a propósito de la pregunta de un reportero, la secretaria de Educación, Delfina Gómez, confirmó que el Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC) desaparecía y justificó su decisión con el argumento de que se necesitaban recursos para combatir las carencias en infraestructura escolar.
Sin lugar a dudas es urgente construir aulas y dotar a las escuelas de agua, módulos sanitarios y otros servicios, pues los datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) revelan que, del total de las escuelas básicas, el 45 por ciento no cuenta con drenaje, el 75 por ciento no cuenta con taller de cómputo o aulas de medios; 36.6 por ciento no tiene canchas deportivas, 24.2 por ciento carece de mobiliario básico, 51.8 por ciento no tiene áreas verdes, 31 por ciento tiene daño estructural en sus instalaciones y 33.4 por ciento tiene una estructura atípica; es decir, las instalaciones no son las adecuadas para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las comunidades escolares están de acuerdo en que debe ser prioridad invertir en infraestructura, pero, ¿a cambio de qué? ¿Es una buena decisión dejar sin los recursos a un programa que atiende a 25 mil escuelas y que beneficia a 3.5 millones de niños?, ¿acaso el gobierno de Morena no reconoce el elevadísimo valor que tiene el PETC y por eso lo desparece?, ¿no resulta paradójico que un gobierno que dice que trabaja para los pobres desparezca un programa que alimentaba a millones de niños de escasos recursos?
Al iniciar el PETC se incorporaron 500 escuelas ubicadas en 15 estados; para el ciclo 2012-2013, ya había 6 mil 715 Escuelas de Tiempo Completo en las 32 entidades del país. Para noviembre de 2020 en México ya había 170 mil planteles de educación básica de tiempo completo. Este modelo de escuela nació con la intención de atender a un sector de la poblacion escolar que se encontraba en situación vulnerable, por ello el 70 por ciento de los planteles, equivalentes a 119 mil, se encontraban en zonas marginadas donde recibían atención 3.5 millones de estudiantes en todo el país.
La puesta en marcha de este programa demostró que la Escuela de Tiempo Completo no solo mejoró los índices de aprovechamiento en matemáticas y español, además, significó para muchos niños un alimento seguro, en muchos casos el único que tomaban durante el día. Estos dos argumentos, sumados a los testimonios y reclamos de los padres de familia ponen de manifiesto que es un craso error quitar los recursos al PETC, pues la decisión de López Obrador no solo afecta el aprendizaje de millones de niños, además, atenta contra el derecho a la alimentación de muchos infantes, en un país en el que 54 de cada 100 mexicanos comen mal.
El gobierno de López Obrador puede hacer uso de otros recursos para darle continuidad a este modelo de escuelas, pero no lo hace simplemente porque no le interesa. El gobierno de Morena, a través de su política educativa, quiere reducir a los niños y jóvenes al rol de máquina que produce sin tregua ni piedad*; por ello, desaparecen el PETC, por ello no invierten en la capacitación permanente de los docentes; por ello los salarios de los profesores son de los más bajos; por ello las escuelas no cuentan con infraestructura, por ello su desprecio por la generación de ciencia.
Ante estos hechos, y muchos otros, que revelan el nulo interés del gobierno por generar condiciones para que los mexicanos tengan una vida digna, los docentes deberemos intensificar la práctica de una pedagogía como la que profesaba Henry Giroux; es decir, una pedagogía radical que está inspirada por una fe apasionada en la necesidad de luchar para crear un mundo mejor**.
Para lograr este objetivo, los antorchistas tenemos claro que el primer paso es impulsar un modelo económico que distribuya la riqueza por medio de empleo para todos, con salarios bien remunerados y a través de la construcción de obras y servicios que generen mejores condiciones de vida en pueblos y colonias de todo México. Este solo será el primer paso en la construcción de un México lleno de luces en el que el hombre trabaje y viva sin llorar, donde el alma se expanda y vibre tiernamente, como el ave que canta, como el cielo y el mar***.
*Paul Lafargue
** Henry Giroux
***MACM
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