MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Lo peor está por llegar

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Según el diario Latinus, en México se registran 256 mil 287 muertes y 3 millones 291 mil 761 casos de covid-19 acumulados hasta la fecha del 26 de agosto de 2021, con una tasa de letalidad del 7.7%. Sin embargo, las cifras que reportan los analistas del tema muestran que esta tercera ola de coronavirus ha sido más letal para la población mexicana que las dos primeras, ya que la variante “Delta” representa más del 92% de las cepas que circulan en el país y se caracteriza por la mayor transmisibilidad y por afectar también a grupos poblacionales más jóvenes incluyendo adolescentes y niños (Organización de las Naciones Unidas, 18 de agosto de 2021).

Es preocupante esta situación, ya que la gente que está más expuesta al contagio es aquella que tiene que salir a trabajar a la calle, a las fábricas o al campo para ganarse el pan de cada día, por el simple hecho de tener que convivir con más personas, ya sea en el trabajo o durante el recorrido para llegar o regresar a su casa. Es alarmante para la mayoría de las familias mexicanas que no pueden pagar las consultas médicas particulares y mucho menos surtir las recetas por su alto costo. Menciono esto porque, hoy en día, los hospitales y centros de salud públicos se encuentran saturados casi al 100% de su capacidad, razón por la cual ya no pueden recibir a más personas que presentan los síntomas de esta enfermedad, mandándolos a sus casas o a otros hospitales sabiendo de antemano que también se encuentran repletos, abandonando a la gente enferma a su suerte.

Ahora bien, ¿por qué el gobierno federal insistió en que se retorne a clases presenciales sabiendo que la mayoría de los estados se encuentran todavía en semáforo rojo y naranja? La respuesta, creo yo, no es muy difícil de encontrar, pues al gobierno de la 4T no le importa la salud de los niños, que son el futuro de México, nuestro futuro, que debemos de mantenerlos sanos, con una buena educación para que ellos puedan conducir al país por el mejor camino, con mejores beneficios. Tal vez, quieren hacer lo que otros países, que ya regresaron a clases en las aulas, entre los cuales se encuentran China y Rusia, pero tales países han optado desde un principio por otras estrategias para enfrentar la pandemia y les ha arrojado excelentes resultados, que hoy en día sus poblaciones llevan una vida más normal que la nuestra, sin riesgo de contagiarse. Al parecer, el Gobierno de la 4T quiere aparentar con el regreso a clases presenciales que la lucha contra el coronavirus aquí en México va muy bien, sin embargo, la realidad muestra todo lo contrario y nos encontramos a punto de presenciar una catástrofe sanitaria que podría terminar en una masacre para la población mexicana. 

Como dice el dicho: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. El gobierno de AMLO está poniendo en riesgo la salud y la vida de mucha gente con la decisión que ha tomado de reanudar las clases presenciales en las instituciones educativas, ya que en muchas de ellas, si no es que en la gran mayoría, no se cuenta con el material de sanitización suficiente y necesario para minimizar el riesgo de contagio entre los alumnos, que por el simple hecho de ser niños y jóvenes no miden el riesgo y las medidas a las que están expuestos, y que seguramente olvidarán al momento de reencontrarse con sus amigos por querer realizar las actividades de diversión a las que estaban acostumbrados. Para evitar esto, se debe completar el esquema de vacunación a todos los alumnos, maestros y trabajadores de la educación, para que estos sean inmunes al coronavirus o por lo menos no sufran las consecuencias por no estar vacunados, donde incluso se puede perder la vida.

Aun así, el gobierno de la 4T insistió en el regreso a clases presenciales. Hasta la fecha todas las acciones que ha tomado para combatir la corrupción han sido un fracaso. Desapareció el Seguro Popular sin antes tener listo el Insabi; dio un manotazo para dejar de comprar a las farmacéuticas sin establecer un mecanismo para que no hubiera desabasto de medicinas; no le compró gasolina a Estados Unidos e improvisa una lucha contra el huachicol; inaugura una pista del aeropuerto en Santa Lucía y no hace el trámite para contar con el certificado de seguridad aérea; hizo una línea nueva del metro en la Ciudad de México y las vías no eran compatibles con los rieles; compró una refinería en Deer Park en Houston, Texas, cuando no ha terminado de hacer la suya; puso en marcha el programa Sembrando Vida incitando a los campesinos a tumbar los árboles del bosque para poder sembrar; dijo en su discurso de campaña que “primero los pobres”, pero hay 15 millones más de pobres; se roba en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado; el Banco del Bienestar se declara sin fondos al año y medio de operación” (Carlos Loret de Mola, 7 de julio de 2021). 

Ya estamos acostumbrados a los errores por parte de este gobierno, claramente se ve la falta de planeación en las estrategias tomadas para dar solución a los problemas que atraviesa el país. En estos momentos lo más importante es la salud de la gente ante esta pandemia, pero, evidentemente, para el presidente no lo es.

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