* El pueblo debe redoblar esfuerzos y ahora sí construir un proyecto de país para todos los mexicanos: Pedro Martínez Coronilla
Durango, Dgo. Pedro Martínez Coronilla, líder estatal del Movimiento Antorchista en Durango, emitió un breve mensaje dirigido a los duranguenses a través de sus redes sociales, con motivo de que en este 2023 se cumplen 100 años del asesinato del general Francisco Villa, ocurrido en la ciudad de Parral Chihuahua.
Martínez Coronilla denunció en un conocido programa de “análisis”, La Hora de Opinar, que se hizo la presentación de dos nuevos libros sobre la muerte y andanzas de Francisco Villa.
El programa tuvo una duración aproximada de una hora, con la advertencia del que dirige dicho programa: “vamos a acabar con supuestos héroes y villanos de estampitas de la historia de México”.
“Se trataba de denostar al general Francisco Villa; se dedicaron a calificarlo como un asesino desalmado, que sólo hablaba de dinero, que la ira y el odio eran los sentimientos que lo dominaban, que su eficacia como revolucionario se explica por su crueldad, que con artimañas se apoderó de la dirección de la División del Norte y que los villistas eran minoría en este cuerpo de ejército”, afirmó Martínez Coronilla.
Incluso hasta la monumental biografía de Pancho Villa escrita por el gran historiador Friedrich Katz no aguantó el “análisis” de los panelistas, pues acusaron a Katz de ser un admirador del Centauro del Norte y eso lo hacía caer en muchas imprecisiones.
Basándose en datos históricos, Martínez explicó que “La Revolución mexicana sí fue una verdadera revolución social, pues destrozó la vieja estructura feudal, basada en las haciendas, la clase social de los terratenientes, dueños de prácticamente de todo el territorio nacional, y que sometía a una explotación brutal a los peones acasillados, que no eran asalariados, pues se les daban productos de primera necesidad en las tiendas de raya de las mismas haciendas, atados a deudas; los hijos heredaban las deudas de los padres y eran vigilados por una feroz Policía rural, que les impedía salir de las haciendas. Si alguien lograba escapar, la policía los buscaba hasta encontrarlo, para ser sometido a un castigo corporal y no pocas veces eran asesinados”.
Y continuó: “En 1910, la tierra era el principal medio de producción, el censo de ese año indicaba la existencia de 846 hacendados que controlaban en promedio cada uno, más de 200 mil hectáreas. La población total era de 15 millones, de los cuales poco más de 11 millones eran campesinos; en cambio los trabajadores de minas y fábricas apenas llegaban a 250 mil trabajadores”.
Esto demuestra, dijo el líder, que la clase capitalista era muy débil; no se desarrollaba porque la mayoría de la población eran peones que no recibían un salario, y por lo tanto no eran consumidores de mercancías y como los hacendados acaparaban la tierra, esta no circulaba en el mercado.
“La clase capitalista no se podía desarrollar y tenía que romper la vieja estructura feudal, porque era una traba para su desarrollo, por lo que se vio en la necesidad de buscar aliados, y los encontró precisamente en los peones acasillados; les prometieron que triunfando el movimiento se les repartiría la tierra”, explicó.
Con el triunfo de la Revolución, la burguesía llegó al poder y los líderes campesinos fueron asesinados pues ya no eran útiles a la nueva clase social en el poder: “El reparto de las tierras se realizó años después, con la llegada de Lázaro Cárdenas del Río a la Presidencia de la república.”, recordó el dirigente.
Al concluir, puntualizó que “esta lección histórica de la lucha de clases en la Revolución mexicana, a los marginados de nuestro país no se nos debe olvidar, porque a los representantes de la burguesía de hoy, que tienen los medios de comunicación en sus manos, no se les olvida y nunca perdonarán que surjan líderes del pueblo y menos que luchen por una vida más digna y decorosa para las mayorías, por lo que el pueblo debe redoblar esfuerzos y ahora sí, construir un proyecto de país para todos los mexicanos”.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario