Al presidente municipal de Culiacán, Sinaloa, Juan de Dios Gámez Mendívil, quien en junio de este año asumió el cargo, campesinos organizados en el Movimiento Antorchista le han insistido, a través del secretario del Ayuntamiento, Leobardo Gallardo Beltrán que les conceda una audiencia para exponerle, de viva voz, las necesidades urgentes de obras y servicios que son indispensables para el mejoramiento de su nivel de vida.
Obras de agua potable, drenaje sanitario, drenaje pluvial para evitar inundaciones, pavimentación de calles, alumbrado público, construcción de aulas escolares y apoyos para mejorar las condiciones de las escuelas, mejoramiento de viviendas, entre otras demandas sociales.
Pero inumerables han sido las antesalas; en no menos de tres ocasiones y a pocas horas de acordadas las citas de audiencia, estas son canceladas desde el Ayuntamiento con el argumento clásico de que al alcalde "le salió algo urgente", que "está en Palacio de Gobierno", y así por el estilo.
Si esta cancelación constante de audiencias ya convenidas obedece a instrucciones directas del pesidente municipal como una forma de menospreciar las peticiones de los pobladores y de la organización que agrupa a los ciudadanos que llevan años clamando atención a sus necesidades reales, sería un grave equívoco de la primera autoridad municipal, serían señales de mucha insensibilidad y autoritarismo que contradicen el discurso mismo del presidente, Andrés Manuel López Obrador que a diario pregona apertura y atención a todos los sectores sociales y, en especial, a los más pobres como los que dice que representa él.
El Movimiento Antorchista que lleva décadas en el municipio impulsando progreso y bienestar, con resultados concretos y tangibles, realmente no tendría necesidad de insistir por una audiencia, si los funcionarios de su administración atendendieran las necesidades, pero esto no es así, pongo como ejemplo sólo dos asuntos de una larga lista que se le entregó recién asumió el cargo.
En Laguna de Canachi, de la Sindicatura de Baila, donde decenas de familias se inundan año con año, y en días pasados con las recientes lluvias sufrieron una vez más esta inundación, con la pérdida de su pequeño patrimonio; aquí el Ayuntamiento ya fue a constatar, mucho antes de que llegara la lluvia, la necesidad de construir tres vados e hizo el proyecto cuya inversión es pequeña, de haberse realizado en tiempo y forma se hubiera evitado esta inundación.
Otra, en la localidad de México Oriente, mejor conocida como Las Güeras, de la misma sindicatura, los vecinos llevan más de dos años y con esta administración meses, clamando que el Ayuntamiento entregue a la CFE la obra de ampliación de red eléctrica ya terminada para que puedan realizar sus contratos y tener el servicio. El silencio por respuesta.
Y así podemos enumerar una a una las peticiones plenamente justificadas para que la opinión pública vea que lo que se pide no son lujos sino necesidades reales y urgentes de resolver.
Llamo pública y respetuosamente a Gámez Mendívil a intervenir urgentemente para que esta situación de indiferencia a los problemas que sufren miles de familias representadas por nuestro movimiento social se pare, y haya la voluntad de resolver las necesidades más urgentes.
Igualmente, pido a la opinión pública brindar su solidaridad a esta lucha por mejorar las condiciones de vida de los que menos tienen y viven marginados en las colonias populares y poblados rurales, y estar atenta a la respuesta que dé el presidente municipal, pues de persistir la actitud de cerrazón a éstas necesidades elementales, a los colonos y campesinos organizados, no nos quedará más camino que intensificar nuestra lucha hasta encontrar verdaderas soluciones.
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