“Ya es tiempo de que los prejuicios acaben, de que la sociedad se establezca sobre bases más sólidas, más naturales, más sabias, más justas y nobles”. Francisco Villa
El pasado 9 de marzo se cumplieron 106 años de la incursión a Columbus, Estados Unidos, de José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa, mexicano que lideró, junto con Emiliano Zapata, al sector agrarista en la Revolución Mexicana.
El Centauro del norte, como lo conocían, comprobó que el pueblo organizado puede acabar con las injusticias del gobierno, tal como él lo hizo con el autoritario y rapaz régimen de Victoriano Huerta. Pocos valientes capaces de mostrar su inconformidad ante las injusticias de un país invencible e intocable, como Estados Unidos (EE. UU.).
Han pasado más de 100 años y la realidad ahora desenmascara a mal gobierno, dirigido por Andrés Manuel López Obrador, a quien, como ya comprobamos, solo le interesa continuar sus giras por los estados, mismas que son patadas de ahogado y que reflejan la decadencia en su popularidad, y con las que pretenden lavarle las manos ante las cifras falsas de bienestar social que cacarea diariamente en las mañaneras.
Como en tiempos de la revolución, es ahora este gobierno el que atenta en contra del derecho legítimo que tienen los mexicanos a organizarse y a manifestar sus inconformidades y necesidades básicas.
Villa y Zapata jamás se callaron ni se dejaron intimidar ante el imponente poder del Estado en su tiempo; así que nosotros tampoco lo haremos. Es preciso que todos los pobres de esta nación formemos un frente común que nos ayude a salvar al país y que juntos podamos salir adelante de la crisis que venía ya sembrando el Gobierno mexicano, con López Obrador, y que con la pandemia de la covid-19, con sus diversas variables, terminó por agudizarse en detrimento de los sectores más vulnerables.
En contraste, existe un sector de la población que en las redes sociales más populares se ha manifestado ya en contra de las malas decisiones del presidente, lamentablemente estos intelectuales de café no están en contacto con la terrible situación de hambre, desempleo y miseria qué predomina en la clase trabajadora mexicana, y es por ello que no la incluyen en sus discursos de descontento, como si no existiéramos ni fuéramos importantes, ignorando completamente que sólo como ejemplo, en tiempos de Villa y Zapata, fue el pueblo organizado el que logró un verdadero cambio social.
La invitación es para todos los pobres del país, que juntos logremos el verdadero cambio, pero para eso necesitamos que cambie el modelo económico actual por uno humanista que garantice trabajo para todos, buenos salarios, una política fiscal progresiva y la redistribución del gasto público para que los impuestos se transformen en obras públicas, servicios de educación, cultura y salud para todas las familias mexicanas.
El Movimiento Antorchista en Morelos seguirá levantando la voz para que el Gobierno estatal, encabezado por Cuauhtémoc Blanco, atienda las necesidades de los morelenses y deje de lado sus brillantes ideas, como la que tuvo esta semana que, ante el cambio de color del semáforo epidemiológico, a verde, no descartó hacer una encuesta para decidir si la gente debe seguir con el uso del cubrebocas o que ya no sea obligatorio. ¡Qué irresponsable decisión!
En conclusión, todos debemos saber que los grandes movimientos sociales que han triunfado no han sido posibles con personajes aislados ni mucho menos iluminados como nos hace creer AMLO y su gran ego, Villa y Zapata marcaron la historia de México de norte a sur como grandes líderes revolucionarios pero esto fue así porque tenían el respaldo del pueblo unido. Te invitamos a que seas parte de este frente común de y para el pueblo. Que así sea.
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