El 9 de diciembre de 2018, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, acompañado de la secretaría de Energía, Rocío Nahle y del director General de PEMEX, Octavio Romero Oropeza, presentaron en Paraíso, Tabasco, el Plan Nacional de Refinación. Durante su discurso, el presidente López Obrador señaló textualmente que “el Plan es que podamos ser autosuficientes en gasolinas (...) Vamos hacia la Autosuficiencia, a darle valor agregado a la materia prima. No va a ser fácil por el retraso, por el rezago, por la necesidad de recursos. Pero hacia allá vamos. Yo hice el compromiso que en tres años íbamos a tener la autosuficiencia en gasolinas y no voy a cambiar esa meta. Vamos a que en tres años estemos produciendo las gasolinas que consumimos en el país para, también, entonces, sí, poder bajar el precio de los combustibles”. Es decir, el discurso que proponía el presidente estaba encaminado a mejorar, ya que México requiere reforzar su seguridad energética. Esto no es nuevo, es lo que esperan desde la fundación de la primera refinería Francisco I. Madero en Ciudad Madero, Tamaulipas, en 1914, hasta la sexta y más reciente Miguel Hidalgo en Tula, Hidalgo en 1987.
Es bien sabido que desde hace muchos años nuestro país importa casi el 80 por ciento de los combustibles que consume. Y que a esta deficiencia se debe el aumento progresivo del precio de la gasolina y sus derivados del petróleo. Por estos argumentos, se funda la actual ejecución de la obra de construcción de la refinería de Dos Bocas, cuya culminación resolvería los problemas antes expuestos. Esto, desde su presentación como iniciativa en el Congreso de la Unión, causó muchísimas polémicas, principalmente por el costo real de la construcción y ejecución de la misma, que ha variado mucho. Además de los estragos ambientales que va a ocasionar su operación.
Las cosas cambiaron drásticamente con la propagación del virus SARS-CoV-2, con la paralización de la economía mundial y el desplome en los precios del petróleo, a pesar de los recortes programados por los integrantes de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). Actualmente, la realidad nos muestra que la crisis de salud se ha convertido en una crisis económica y una crisis de los precios del hidrocarburo. Ante esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se establecen las medidas de austeridad que deberán observar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal bajo los criterios que en el mismo se indican, en el cual determinó los rubros presupuestales en los que el Gobierno federal logrará ahorros y también dio a conocer los 38 programas y políticas prioritarias que no se verán afectados con recortes. Dentro de estos programas y políticas prioritarias se encuentran tanto la construcción de la refinería de Dos Bocas; la rehabilitación de las refinerías existentes, como la producción petrolera.
Esto último permitió que siguiera la obra, aún con pandemia. Que hasta días recientes, en concreto, el pasado 14 de octubre del presente terminó con la aparente progresividad y avance del proyecto, con una manifestación multitudinaria de más de 2 mil trabajadores que demandaban, entre otras cosas, un salario justo, a razón de que el salario que se les da es mucho menor al que otras empresas de esta misma rama pagan por los mismos servicios; una explotación laboral; por un comedor deficiente, que no les da comida de calidad; la hora de salida; y que no se les paga correctamente el trabajo en altura.
Cabe destacar que la empresa que está a cargo de la obra es ICA-Flúor Daniel, S. de R. L. de C. V. (ICA Flúor) que es una empresa conjunta formada por el grupo mexicano de construcción e ingeniería ICA y la firma estadounidense de ingeniería, procura la autosuficiencia en la producción de gasolinas, de diésel y de esta manera ofrecer mejores precios de estos combustibles a los consumidores, ya sido el objetivo de todos los gobiernos desde la expropiación petrolera de 1938.
Construcción y mantenimiento Flúor Corp. Y que el sindicato está bajo control de la organización afiliada a la Confederación de Trabajadores de México que lidera Ricardo Hernández Daza. También, en su mañanera, López Obrador, cuando le preguntaron sobre el conflicto de Dos Bocas dijo: “es el pleito por la titularidad del contrato. Lo que dije ayer, y algunos lo pusieron en duda, es que hay sindicatos, entonces las empresas establecen relación con los sindicatos, firman contratos, pero hay otros sindicatos que también quieren tener esos contratos, aquí creo que es CTM y un nuevo sindicato que se llama Catem los que están buscando representar a los trabajadores”, explicó.
A lo que el secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces, aseguró que la central obrera que lidera “no está metida” en los trabajos de construcción de la refinería de Dos Bocas. Y que efectivamente, el papel de la CATEM, ha sido muy reducido, a tal grado que no han tenido una intervención importante para encabezar el contrato colectivo de los trabajadores.
Lo que resalta de todo esto es el carácter cada vez más coercitivo de la guardia nacional y policía ante la manifestación clara de desacuerdo en cualquier cosa con la 4T. Siguen y seguirán saliendo notas que redunden sobre la responsabilidad de los hechos ocurridos. Pero, como dice un buen refrán popular, “lo que se ve no se juzga”, el día que los obreros salieron a manifestarse por no estar de acuerdo de las condiciones laborales que le ofrece la empresa ICA FLUOR, tuvieron la respuesta contundente de represión. Los elementos de la guardia nacional y policía estatal se pasaron, las balas de goma y el gas lacrimógeno utilizados se excedieron. A tal grado que rayan en la violación de los derechos humanos, y esto puede ser claramente confirmado por múltiples videos donde se aprecia gente con heridas de alta gravedad.
Y la secretaria de energía, Rocío Nahle, solo confirmó lo que ya había declarado Obrador, que es un problema sindical, que se disputan el contrato colectivo de trabajo, y evade todas las preguntas relacionadas con el exceso de fuerza utilizada para calmar la protesta.
A pesar de que, en múltiples notas, se confirma que ya se atendieron las demandas que plantearon los trabajadores. Este hecho debería remarcar la decadencia de un sistema político que se ha caracterizado por la incongruencia absoluta, el autoritarismo y la represión exhaustiva contra cualquier disidente de la 4T.
Otro punto más que desfavorece a la 4T de cara a las próximas elecciones en 2024, quedará constancia que hasta en las obras faraónicas de la 4T, donde todo el mundo tiene puesta la atención, se observa con toda claridad que la 4T no sabe gobernar y que sigue vigente la necesidad de no abandonar la lucha organizada, que como lo propone el Movimiento Antorchista, hasta que se resuelvan las demandas más sentidas de los grupos organizados.
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