El Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC), según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), inició en 2007 con 441 escuelas de educación básica, de las cuales, el 9 por ciento estaba en zonas de alta marginación.
Al término de 2020, el padrón de beneficiarios de ese programa había crecido a 27 mil 067 escuelas, un logro sin precedentes en apoyo a la educación, sobre todo para las clases marginadas.
Con el paso del tiempo, los objetivos del programa fueron modificados para agregar nuevas metas, entre ellas el desarrollo de competencias, la formación de valores, optimizar el tiempo disponible para actividades académicas, deportivas y culturales, así como suministrar alimentos al alumnado en escuelas de alta marginación, todas estas acciones encaminadas a no solo a abordar contenidos curriculares, sino abatir la desnutrición y fortalecer el tejido social de la población.
Entre sus bondades se encontraba la posibilidad de que padres y madres de familia ahorraran en la alimentación de sus hijos, porque al ampliar el horario escolar estos tenían la oportunidad de comer dentro de la escuela y esto, a su vez, permitía a los jefes de familia extender sus jornadas laborales, con la seguridad de que sus hijos estaban a resguardo en sus instituciones, mientras ellos trabajaban para ganar más. El personal docente que participaba en las actividades de las Escuela de Tiempo Completo también se beneficiaba con un mejor salario al cubrir un horario ampliado.
Los indicadores de la eficiencia de esta estrategia fueron los siguientes: la prueba ENLACE 2015-2013 demostró una mejoría importante en el desempeño académico en la materia de español, y la prueba PLANEA, 2015-2016 arrojó que, en términos de rendimiento académico, en el nivel primaria, el PETC logró cambios positivos en el desempeño de matemáticas. En ambas incrementó el porcentaje de alumnos en niveles destacados y disminuyó el porcentaje de aquellos que se encuentran en el nivel más bajo de desempeño (CONEVAL, 2018).
Todos estos argumentos, no obstante, no fueron importantes para la bancada de Morena que, en 2021, planteó la reducción del presupuesto y posible extinción del PETC al dejarlo fuera del PEF 2021, ante esta situación el secretario de Educación en turno, Esteban Moctezuma presentó el “Modelo de equidad e igualdad”, en pocas palabras, aceptó la reducción del presupuesto, la disminución de escuelas beneficiadas y la desaparición de la partida específica, y el programa pasó a depender de los recursos del programa “La Escuela es Nuestra”
La pandemia de covid-19 afectó especialmente al sector educativo en México, específicamente, el PETC; se estima que el 40 por ciento de las escuelas beneficiadas no recibieron ayudas alimentarias, además de que ocho de cada diez niños no fueron apoyados.
La SEP, ahora en encabezada por la secretaria Delfina Álvarez Gómez, en su tercer informe, comentó que sólo el 52 por ciento del total de las escuelas que cuentan con este programa recibieron algún tipo de apoyo alimentario, es decir, 15 mil 865 planteles, mientras que 11 mil 202 no recibieron esta ayuda, por lo tanto, 2.56 millones de alumnos de escuelas de tiempo completo quedaron sin apoyos.
Como ya es costumbre, los otros datos del gobierno de MORENA no tienen un sustento con padrones de beneficiarios, así que, según Fernando Ruíz, investigador de la organización Mexicanos Primero, quien analizó la información disponible, advirtió que sólo el 20 por ciento de los casi 3.2 millones de estudiantes bajo el programa recibieron algún tipo de ayuda alimentaria.
Es notorio entonces, que la tendencia del gobierno desde el nivel nacional con Andrés Manuel López Obrador, quien utiliza a sus funcionarios para hacer valer sus filias y fobias, considera al PETC como algo innecesario, superfluo y que beneficia de manera “injusta” a fifís, adversarios y neoliberales; aclaro que esto es una conclusión personal, pero sustentada en el menosprecio que, de manera sistemática, Morena y sus correligionarios ha demostrado hacia los programas de gobiernos anteriores, para muestra un botón: la desaparición del programa “Seguro Popular”, las estancias infantiles, comedores comunitarios, Prospera, fideicomisos para investigadores, artistas, deportistas y periodistas, todos ellos han sido reemplazados por programas impulsados por MORENA que hasta la fecha no han demostrado su eficacia, no han logrado la cobertura de beneficiarios del programa original y tampoco han aportado satisfactoriamente datos de su eficiencia.
¿Cuál ha sido el argumento para desaparecerlos? El favorito de MORENA es que “había corrupción”, aunque no lo demuestren con pruebas palpables y nos conduzcan a derroches que no podemos permitirnos como nación, por ejemplo, con la cancelación del NAIM. Es decir, nuevamente arrojaron el agua sucia de la bañera con todo y niño.
A esta lista negra se suma ahora el PETC. Delfina Gómez Álvarez, nuestra flamante secretaria de Educación, quien en últimas fechas se ha visto envuelta en un escándalo por corrupción comprobado y sancionado por el INE, fue la encargada de dar la estocada final. El lunes 28 de febrero compartió en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo donde se publicó las Reglas de Operación para la Escuela es Nuestra (LEEN) del 2022, con el que desaparece el Programa Escuelas PETC. La desaparición del mismo afectará a 3.6 millones de estudiantes mexicanos afectando los derechos de los NN a la educación y a la alimentación, sin contar el impacto en los padres de familia trabajadores y los docentes que con ese recurso se apoyaban en su precario salario.
He aquí el porqué de la pregunta inicial, ¿Dónde quedaron los pobres?, es indignante ver la manera inmisericorde con que se conducen los funcionarios morenistas, como traicionan sin contemplaciones a los que, ingenuamente, votaron por ellos creyendo que tendrían un futuro mejor.
Su lema de campaña fue “primero los pobres”, pero no dijeron primeros en qué, tal vez en quitarles apoyos necesarios y programas funcionales que beneficiaban a millones de familias.
Debemos aprender de nuestros errores como nación y darnos cuenta de que Morena, de ningún modo, es la “esperanza de México”, la verdadera esperanza reside en la capacidad del pueblo mexicano para organizarse, hermanarse, luchar contra este y otros gobiernos que solo pretenden beneficiarse a costa del sufrimiento de los pobres. ¡Es necesario que manifestemos nuestra inconformidad ante este ataque frontal contra el bienestar de miles de familias mexicanas!
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