La llegada de Elon Musk confirma la dependencia de nuestro sistema económico, pero también la unanimidad de criterio de la clase política respecto a temas que benefician al gran capital.
No hay, desde la llamada oposición crítica, alguna explicación de lo que la llegada de Tesla significa, para todos, tanto los que están en el poder como los que hoy no lo están, ¿es una buena noticia para los mexicanos que una empresa de tal tipo se instale?
Desde la puesta en práctica del neoliberalismo, los países con un sistema dependiente se han esforzado por generar las mejores condiciones para que las empresas transnacionales se instalen en ellos, pareciera como si se asistiera a una competencia para ver quién ofrece los mayores beneficios. Claro, todo esto se ha hecho a costa de la clase trabajadora. Desregulación, privatización y libre comercio se presentaron como la fórmula mágica para lograr el desarrollo, terminar con la desigualdad, pero han pasado más de 30 años y la situación en nuestros países sigue siendo la misma. La clase trabajadora sigue sosteniendo las ganancias de los grandes capitales.
Con la 4T eso no ha cambiado, Elon Musk escoge a México por las grandes oportunidades que ofrece, y en lugar de exigirle que se definan con claridad cuáles serán los beneficios para los trabajadores, el presidente Andrés Manuel López Obrador y toda la clase política comienzan a decir porqué México es el mejor país para la empresa, de qué ventajas hay, y ver la forma de que, en palabras del Ebrard: “les vamos a dar todas las facilidades que podamos”, haciendo referencia a empresas como Tesla.
El portal Sputnik ha dejado claro por qué Musk escogió nuestro país: estímulos y exenciones fiscales; pero no solo eso, la precariedad laboral de la mano de obra mexicana es un atractivo para cualquier empresa que desee aumentar sus ganancias sin mayores problemas con la clase trabajadora.
Es sabido cómo Musk despidió a los trabajadores que intentaron formar un sindicato en una de sus empresas. No es nada sorprendente que los capitalistas se comporten de esta manera, sus deseos de aumento de ganancias los llevan a pisotear los derechos de los trabajadores y a aprovecharse de las leyes para aumentar sus beneficios.
Los gobiernos como el mexicano han caído en la trampa de Tesla al hacerles pensar que con ellos se está beneficiando al país y salvando los recursos naturales del mundo. Tampoco habla de qué clase de tecnología se va a generar, qué beneficios permanentes habrá para que México sea un país industrial, no cosas que solo duren mientras la empresa tenga ganas de quedarse. De no tener en mente todo eso, sólo están celebrando que en el país se instale una maquila más.
Lo que es importante señalar, y que todos los mexicanos deben tener claro, es por qué un gobierno que se dice de izquierda, que dice estar del lado de las y los trabajadores, que dice velar por los menos protegidos, por qué le abre las puertas a empresarios que se han declarado abiertamente contrarios a todo lo que tenga que ver con el mejoramiento de las condiciones del pueblo.
López Obrador ha dicho muchas veces que el neoliberalismo en México era cosa del pasado, pero se comporta como todos los gobiernos neoliberales que ha tenido el país. Con la justificación de que la inversión extranjera traerá bienestar para la gente, se ofrecen, en charola de plata, los recursos naturales y a la clase trabajadora, es decir, se le ofrecen las fuentes de la riqueza.
No hay, pues, diferencia entre un Samuel García y un López Obrador a la hora de arrodillarse ante los poderosos, ambos trabajan para ellos. Con la 4T no hay una supuesta salida del neoliberalismo, al contrario, es su consolidación por otros medios.
Si realmente los mexicanos deseamos ver progresar nuestro país, si realmente queremos un país industrializado, con empleos bien remunerados, y además que se protejan nuestros recursos naturales, no podemos seguir esperando que los que hoy están en el poder, sean del color que sean, resuelvan las cosas, ellos han demostrado ya que a la primera oportunidad venderán la honra y los recursos del pueblo de México al primer empresario que haga ofrecimientos como el de Musk. La única salida es organizarse autónomamente, libres de la tutela de los viejos y nuevos partidos políticos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario