La elección del 6 de junio fue una de las elecciones más grandes de la historia de la democracia de México, tanto por la cantidad de cargos públicos a elegir (más de dos mil), así como por la complejidad que de ello se deriva. A lo anterior se le sumó el recorte presupuestal que tuvo el Instituto Nacional Electoral (INE) en pleno año electoral. A pesar de todo ello, el INE logró superar la prueba y calló, por el momento, las voces, incluidas la del mismo presidente de México, que quiere suprimirlo o hacerlo dependiente de la Secretaría de Gobernación. Pero la tarea del INE y la amenaza que se cierne desde la Presidencia, aún no termina.
El INE (antes IFE) es fruto de la lucha del pueblo por intentar democratizar la vida pública, donde el pueblo pueda llevar al poder, mediante el voto, a nuevas autoridades y partidos políticos que puedan mejorar su vida: creación de empleos, mejoramiento de salarios, mejores servicios de salud pública, apoyos a la vivienda, agua potable, drenaje, educación de calidad, etc.; ya que antes de 1990, con el PRI en el gobierno, las elecciones estaban controladas por el Gobierno federal y por el presidente de la República.
Ese es el peligro que corre hoy el INE: el presidente López Obrador, quiere que el INE sea suprimido o bien, que sea controlado por la Secretaría de Gobernación y por lo tanto sometido a sus intereses, es decir, el presidente López Obrador, quiere volver a los tiempos donde el gobierno federal controlaba las elecciones sin respetar la opinión de los votantes.
El INE y sus organismos locales, son del pueblo, y por lo tanto, el pueblo fue quien superó la prueba de sacar la tarea de las elecciones más grandes en la historia de México. Pero además, el pueblo conquistó mediante la lucha social desde la década de los 90´s, arrebatarle el control total al gobierno la conducción de las elecciones, por lo que el pueblo debe impedir retroceder y perder esta conquista. ¿Será acaso que el Presidente y su partido morena, quieren mantenerse en el poder sin respetar la voluntad popular, como lo hizo el PRI?
Sin embargo, en la elección pasada, la participación ciudadana apenas superó el 53 por ciento a nivel nacional. Esta participación refleja que una parte importante de la ciudadanía se abstiene de participar en la elección de las autoridades que lo gobernarán y que podrían mejorar su vida material. ¿Por qué ocurre este fenómeno? ¿Cómo se explica que los ciudadanos no salgan a votar? ¿Qué están haciendo o dejan de hacer los gobernantes, los partidos políticos u organizaciones para combatir el abstencionismo? Pero sobre todo, ¿qué están haciendo o dejan de hacer estos mismos actores para educar políticamente al pueblo?
Ejemplo de lo anterior son los siguientes datos. En el estado de Michoacán la participación ciudadana fue del 49.61 por ciento. En el caso del municipio de Maravatío la participación fue del 39 por ciento. La lista nominal del municipio es de más de 64 mil ciudadanos, de los cuales solamente votaron 25 mil 134 en el día de la elección, pero, ¿cuántos ciudadanos participarán activamente en la vida política durante el tiempo transcurrido entre una y otra elección?
Aún caben más cuestiones, ¿cómo votan los ciudadanos el día de la elección?, ¿cómo eligen al candidato en quien depositan su confianza para mejorar su vida y la del país?, o ¿su voto es movido y manipulado por el negro actuar de partidos políticos que compran su voluntad abusando de la pobreza y la necesidad del electorado?
El pueblo necesita tomar conciencia en cada elección y a la hora de emitir su voto, y esto solo se puede lograr si el pueblo está educado y organizado políticamente para que, por la vía democrática, lleve al poder a quienes puedan mejorar su vida material y espiritual. Hoy la tarea es más urgente: educar y organizar al pueblo, y para ello nació el Movimiento Antorchista Nacional. Únete y organízate para luchar por un país más justo y equitativo.
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