Oaxaca, un estado reconocido por sus costumbres, tradiciones, belleza cultural, gastronomía, etcétera, está siendo bombardeada por un discurso demagógico de que todo “está bien” porque ahora ya gobierna la autonombrada Primavera Oaxaqueña, sin embargo, a diario podemos ver que ese discurso para nada está apegado a la realidad que enfretan miles de oaxaqueños quienes una vez más, pagan los platos rotos. Veámos.
El 23 de febrero, tras su visita a San Sebastián Río Hondo, el Gobernador Salomón Jara Cruz anunció con bombo y platillo que los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) destinarán 3 millones 52 mil 824 pesos para el equipamiento y abasto de medicamentos de los centros y casas de salud de dicho municipio, sin embargo, la “buena nueva” es una aguja en un pajar de la crisis que realmente acecha a los oaxaqueños en este rubro, pues en días recientes, Sergio Valencia, presidente de la Fundación Nicoatole en entrevista en el portal primeralinea.mx auguró el fracaso del IMSS-Bienestar en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña luego de que dicho “nuevo sistema de salud” evidencia las mismas irregularidades que el fallido INSABI. Los discursos demagógicos del gobierno de la 4T, son ilusiones y mentiras para los mexicanos puesto que en la realidad, según el presidente de la Fundación Nicoatole, actualmente, el Hospital de la Niñez Oaxaqueña trabaja con un abasto de medicinas oncológicas, incluidas quimioterapias, al 70 por ciento, de los que, 50 por ciento del producto es donado por la asociación civil denominada Casa de la Amistad y entre el uno y dos por ciento por organizaciones como Nicoatole y, el abasto restante, menos del 20 por ciento, proviene del gobierno. Esto, ha traído como consecuencia que entre 2019 y 2023, más de 100 niños murieran en Oaxaca, víctimas de cáncer debido a fallas en la detección temprana de la enfermedad o en los esquemas de tratamiento como consecuencia del desabasto de medicinas, es decir, a raíz de las deficiencias del sistema de salud.
Dicha situación no es algo novedoso, pues tal y como lo relaté en mi artículo anterior, la realidad es que mientras colapsan los Servicios de Salud, el gobierno de Salomón Jara confirmó en documentos oficiales que durante 2023 recibió recursos por 100 mil 108 millones de pesos en dicho rubro, del cual subejerció al menos 5 mil 300 millones de pesos. Para colmo de males, las consecuencias de no ejercer dichos recursos se vieron reflejados el pasado 22 de febrero de los corrientes en el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso” cuando tuvieron que suspender labores debido a una escasez de agua potable, lo que motivó a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) a emitir medidas cautelares en seguimiento al cuaderno de antecedentes DDHPO/CA/0051/(01)/OAX/2024, solicitando acciones integrales al Estado que eviten producir daños de difícil o imposible reparación en detrimento al derecho a la salud de la ciudadanía oaxaqueña, esto luego de que dicha defensoría se documentara de las circunstancias en que operaba el nosocomio. ¡Una una negligencia más de la 4T!.
En tanto, en fechas recientes, el gobernador Salomón Jara Cruz anunció que pagará el total de la deuda pública de los Servicios de Salud de Oaxaca que alcanzan los 9 mil 600 millones de pesos con el Servicio de Administración Tributaria y 2 mil 600 millones de pesos con el ISSSTE, en el Hospital Civil, y aunque pareciera una buena noticia lo cierto es que esto no es fortuito sino que la urgencia de cubrir tal requisito se debe a que, para poder pasar a la federalización de la salud con el IMSS-Bienestar, tienen que liquidar dicha deuda pues el plazo es hasta el mes de marzo y, todo indica que desde palacio nacional la tarea fue dada si el gobernador quiere tener un 10.
La crisis en materia de salud es grave, pero no único pues a ella hay que sumar, además, la caída de la economía, la falta de empleos, los bajos salarios, la reducción del ingreso familiar, la creciente ola de inseguridad, la ausencia de obras de infraestructura y saneamiento para pueblos y colonias y mucho más. Todo esto se lo debemos al presidente López Obrador y a su 4T.
Estamos en tiempos de “yo soy el bueno”, pero el pueblo mexicano no debe olvidar sus sufrimientos y tragedias, pues de hacerlo, crecerán en número y en profundidad y se harán eternos. Por ello, el Movimiento Antorchista hace un modesto y respetuoso llamado a todos: ¡pensemos bien y elijamos mejor en la elección que viene! ¡Solo eso nos puede salvar del desastre inminente!
No es pura tiradera contra el descuido de la salud sino un llamado a que salvaguardemos nuestro derecho a la salud que somos testigos no se nos garantiza en los centros de salud (donde los hay), en las clínicas y los hospitales del país. Nuestro propio instinto de conservación de la vida es el que nos debe obligar y llevar a sumarnos a denunciar el fracaso del sistema de salud que está ocurriendo ante nuestros ojos.
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