La educación se ha instituido como parte fundamental de la sociedad, preserva sin lugar a dudas las relaciones sociales, aunque también brinda determinada visión del mundo y puede revolucionar las condiciones existentes, tal como la burguesía estableció un nuevo statu quo apoyándose de pilares educativos y bases filosóficas potentes, dejando atrás al sistema feudal. Sin embargo, en la medida en que un nuevo orden de cosas se instituye, la educación se vuelve conservadora, es decir, que la política educativa se convierte en una poderosa arma para mantener determinado sistema económico.
De manera que incluso los partidos de izquierda que en principio abogan por instituir una educación en beneficio de las mayorías que históricamente han sido vilipendiadas, terminan por adaptar la política educativa en su favor o simplemente en detrimento de aquellos y aquellas a quienes supuestamente representan. En el caso de México, parecía que con la llegada de MORENA al poder se establecería una educación que realmente desafiara el modelo neoliberal por competencias, que se encarga de moldear a la población trabajadora para los grandes capitales. Incluso hubo un momento en que se aludió a que los libros de texto de la SEP eran comunistas. Nada más lejos de la verdad. Ni siquiera la educación por competencias está llevándose a buen término, es decir, ni siquiera la educación ya impuesta ha mejorado. Por lo menos debemos exigir que las habilidades básicas elementales de aprendizaje sean desarrolladas de manera aceptable.
para transformar el sistema educativo en beneficio de las clases trabajadoras, tendría que cambiar también el enfoque de la economía
Es verdad que es imposible que se cambie de raíz el sistema educativo impuesto desde el sistema capitalista y que para transformar el sistema educativo en beneficio de las clases trabajadoras, tendría que cambiar también el enfoque de la economía. Sin embargo, en las instituciones pueden darse espacios de crítica y actividades que vayan enfocadas a mejorar el rumbo de la economía. Esto, en principio, tendría que abordar una mejora en la enseñanza de las materias básicas para que las y los estudiantes comiencen a formarse un sólido compromiso de aprender por sí mismos y cuestionar su entorno. Sin embargo, con el gobierno morenista estamos lejos de recibir una política educativa seria: la funcionaria Leticia Rodríguez Amaya, encargada de la SEP, ha sido evidenciada como una ignorante de la situación de la educación básica en el país, por ejemplo.
La escuela mexicana aún cumple la función de formar mano de obra barata y sometida al modo de explotación capitalista. Pero no sólo eso, sino que se trata de mano de obra barata e ignorante. La política educativa cuatroteísta sustenta la explotación y la desigualdad de clases; y este es el objetivo de las ciencias actuales puestas al servicio de contadas familias en el mundo que se enriquecen a costa de las mayorías.
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