El júbilo presidencial no tiene sustento. La realidad vuelve a demostrar que el regocijo por la supuesta disminución de la pobreza que la cúpula morenista trata de convertir en el argumento principal para posicionar a sus candidatos en la próxima contienda electoral, no es más que una frase que carece de contenido; es como el barril vacío que al caer por una pendiente hace mucho ruido, pero está completamente vacío.
Su felicidad tendría sustento si el simple aumento de los salarios y solamente eso, indicara la disminución efectiva de la pobreza; sin embargo, no es así. Debemos tomar en cuenta que el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) señala que el ingreso debe ser suficiente para satisfacer las necesidades de una persona. Pero no es así.
El Coneval sostiene que para la medición de la pobreza se tiene utilizar un criterio multidimensional; es decir, tomar en consideración varios factores o medidas de las cuales los ciudadanos pueden carecer, aparte del ingreso corriente per cápita, entre otros, se encuentran: el rezago promedio educativo en el hogar, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, la calidad y espacios en la vivienda, acceso a los servicios básicos en el lugar que se habita, entre los que se encuentran: agua potable, energía eléctrica, drenaje y alcantarillado, recolección de basura; además: acceso a la alimentación, grado de cohesión social y grado de accesibilidad a carretera pavimentada.
Por lo tanto, el ingreso no es el único referente para determinar si una familia abandonó su estado de pobreza; parece ser que sólo eso es lo que está tomando en cuenta el señor presidente. Aunque de pasada, debemos señalar que el aumento que tuvo el salario mínimo en este año quedó completamente anulado por el incremento de los precios de los productos de la canasta básica.
Adicionalmente, tenemos que los precios de los productos se incrementaron de manera real y no fue en la imaginación de aquellos que el señor presidente llama neoliberales o corruptos: el costo de los productos de la canasta básica aumentó porque esa es una de las formas en como los empresarios recuperan lo que otorgaron como incremento al salario o las prestaciones; de esa forma todo vuelve a quedar como antes.
Para que bajara la pobreza debieron haber disminuido las ganancias de los ricos; es decir, la distancia entre los que más tienen y los que menos perciben, la riqueza social debió de haber disminuido; sin embargo, los 50 bancos que funcionan en México reportaron ganancias por 138 mil 615 millones de pesos en la primera mitad del presente año, un incremento del 25.2 por ciento con respecto al mismo periodo de 2022.
De continuar sus ganancias al mismo ritmo en la segunda mitad del año, superarán el monto que obtuvieron en todo 2022 que fue de 236 mil 743 millones de pesos, de acuerdo con los datos proporcionados por el periódico La Jornada en febrero de 2023. La ganancia se ubicaría alrededor de los 277 mil 230 millones de pesos. Como puede apreciarse, los ricos continúan incrementando esa distancia que los separa de los pobres, o lo que es lo mismo, los pobres nos hemos vuelto más pobres.
Hay otras evidencias que señalan que la realidad de la mayoría de la población de nuestro país no es tal y como dicen el señor presidente, sus funcionarios y demás miembros de la 4T; uno de los más contundentes, a pesar de todas las justificaciones presidenciales, es el que tiene que ver con el crecimiento de mexicanos que no tienen acceso a los servicios de salud.
En las colonias populares el júbilo presidencial no es compartido por sus humildes habitantes: África Karina Rodríguez, habitante del municipio de Nicolás Romero, ama de casa y obrera, señala que el aumento de la pobreza es una realidad, que el sueldo mínimo que percibe por su actividad laboral ya no le alcanza.
Este fenómeno representa un absurdo que demuestra el uso amañado de los resultados de la encuesta que implementó el Coneval. Si la pobreza disminuyó por el incremento en los salarios, tal como se afirma, entonces la cifra de mexicanos que abandonaron su situación de precariedad, o sea, los 8.9 millones de personas, debieron haber incrementado las cifras de acceso a otros satisfactores como la salud o la educación, por ejemplo.
Y sucede que en los datos que reporta el organismo gubernamental, hay un incremento en el porcentaje de la población con carencias por acceso a los servicios de salud; de acuerdo con las cifras del mismo Coneval, en 2018 había 20.1 millones; en 2020, 35.7 millones y en 2022, 50.4 millones de personas que no tuvieron garantizada la atención médica.
No resulta del todo coherente que mientras se reporta una disminución de la pobreza en 36.3 por ciento, también se conozca que, en cuatro años, la cantidad de personas sin acceso a la atención médica aumentó de 20 a 50 millones.
Además, como una consecuencia de la falta de apoyo gubernamental a los estudiantes que abandonaron la escuela durante la pandemia de Covid-19, el rezago educativo se incrementó de 19.2 por ciento a 19.4 por ciento. El dato resulta incómodo para el gobierno, por eso argumenta una deficiencia en el planteamiento de la investigación; es decir, nuevamente, fiel a su costumbre, cuando los resultados no le favorecen, los subterfugios no le faltan.
En las colonias populares el júbilo presidencial no es compartido por sus humildes habitantes: África Karina Rodríguez, habitante del municipio de Nicolás Romero, ama de casa y obrera, señala que el aumento de la pobreza es una realidad, que el sueldo mínimo que percibe por su actividad laboral ya no le alcanza.
Con toda franqueza informa que lo que gasta para una comida “es en promedio de 100 a 150 pesos por persona, como resultado del aumento de los precios de los alimentos; todo está muy caro, no alcanza para nada; “nosotros vamos al día, soy obrera, no me alcanza para pagar el gas, el agua, todos los servicios que yo necesito no los puedo pagar. Estamos muy mal; en la pobreza”, concluye.
Al contrario de la visión unilateral del titular del Ejecutivo, el Movimiento Antorchista plantea cuatro puntos fundamentales que deben instrumentarse simultáneamente para disminuir con eficacia las condiciones de pobreza del pueblo mexicano. Ese planteamiento es el resultado del análisis de las condiciones reales de nuestro país y no del capricho empresarial que continúa dictando sus órdenes a la actual izquierda domesticada. 1.- Empleo para todos los mexicanos; 1.- Salarios bien remunerados; 3.- Una equitativa política para la recaudación de impuestos y 4.- una eficiente política social que distribuya lo que la población ha pagado por cuestión de impuestos.
Invitamos a la población a conocer el proyecto planteado por nuestro movimiento y a tomar, siempre con precaución, las aseveraciones presidenciales sobre la supuesta disminución de la pobreza; los hechos nos muestran lo contrario.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario