El ciclo escolar 2023-2024 inicia en medio de una serie de inconformidades, denuncias y protestas de padres de familia y maestros, quienes consideran que los nuevos libros de texto gratuitos no cubren las necesidades de los alumnos del nivel básico.
También han emitido su opinión algunas voces autorizadas en la materia, quienes sostienen que las promesas de una educación inclusiva, científica, igualitaria y humanista se esfumaron con la impresión de los nuevos libros de texto; sostienen que tienen graves fallas en los contenidos, por ejemplo la supresión de materias esenciales como las Matemáticas y la Literatura, y que es evidentes el uso político partidista de los libros de texto, la modificación de la historia de México en su etapa más reciente en beneficio del presidente y el partido oficial.
Pero como ya es costumbre, el presidente López Obrador hace oídos sordos a todos los argumentos en contra; él decidió seguir su plan y los libros de texto ya están listos para su reparto, que se realizará en el tiempo anunciado y “de ser necesario se entregarán, casa por casa o en tianguis de libros” aseguró el mandatario.
Pero hablar solo de los libros de texto no es suficiente, porque con la Nueva Escuela Mexicana López Obrador ha cancelado los comedores estudiantiles, las escuelas de tiempo completo, las guarderías, etcétera, con todo esto, ¿dónde queda el apoyo a las madres trabajadoras que antes podían salir a trabajar tranquilas por que sus hijos se quedaban en un lugar seguro?
Es necesario un modelo educativo verdaderamente integrador, donde la comunidad estudiantil pueda interactuar, donde los alumnos, maestros y padres de familia cuenten con la infraestructura necesaria, es decir, aulas ventiladas, iluminadas, butacas en buenas condiciones, espacios deportivos, culturales, laboratorios, etcétera.
En la actualidad la preparación de los maestros es parcial, el que sabe de Matemáticas, no sabe Español o Química y ¿cómo pretende el gobierno federal que ahora los profesores puedan trabajar con los nuevos libros de texto donde se hace un batiburrillo de materias?; pero no sólo eso, ¿qué medidas tomará el gobierno para generarle mejores condiciones a los maestros y puedan rendir en su labor de educadores? Alguien verdaderamente preocupado por la educación debería analizar la situación económica de los profesores, es decir que su salario le alcance para solventar sus gastos y los de su familia y esto le permita llegar a su trabajo con sus materiales preparados, dispuesto a dar todo en el aula sabiendo que en su casa está segura la comida.
El presidente López Obrador hace oídos sordos a todos los argumentos en contra; él decidió seguir su plan y los libros de texto ya están listos para su reparto, que se realizará en el tiempo anunciado y “de ser necesario se entregarán, casa por casa o en tianguis de libros” aseguró el mandatario
México requiere ciudadanos competitivos y para eso debe hacer uso de la ciencia, ¿cómo aprenderán Matemáticas los niños sin ejercitarse? Definitivamente, estamos ante un retroceso en el sistema educativo de nuestro país y los libros de texto que están en proceso de entrega, definitivamente no son el problema mayor al que se enfrentarán los 4.5 millones de alumnos de nivel básico que inician este ciclo escolar.
Desafortunadamente, la nueva escuela mexicana, mutila el conocimiento científico y los libros de texto forman parte de ese modelo educativo, diseñado por el gobierno de la 4T, donde según sus ideólogos buscan darle a la educación básica un “enfoque más humanista”.
Lo único que logrará esta política educativa de la 4T es llevar al país a un rezago espantoso en materia educativa, porque no solo es deficiente
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