Seguramente medio mundo sabe ya lo que el presidente López Obrador contestó con su desparpajo habitual al edil de Hermosillo, Antonio Astiazarán, respecto a su petición de recursos federales para arreglar las calles de la ciudad; pero, por si hiciera falta, esto es lo que dijo: “Ahora ya el presidente de Hermosillo que está entrando dice: necesito 6 mil millones para el bacheo… casi, casi está como para yo le mande a decir ¿y de qué quieres tu nieve?”. O sea, un no rotundo. Y con un cínico ademán que buscó la aprobación de los floreros siempre sentados a su izquierda, agregó: “Eso es un asunto del gobierno municipal”, como enfatizando: “¡Pues qué este wey no se da cuenta de que pide imposibles!”. También seguramente el otro medio mundo entiende ya que la respuesta presidencial fue no sólo al edil hermosillense, sino a todos los ediles de Sonora y del país y, por consecuencia a todo el pueblo, dado el carácter nacional de su investidura y de la mañanera: “rásquense con sus propias uñas, les daré lo que yo quiera o no les daré nada… y háganle como quieran”, eso es lo que en verdad debe entenderse: una postura propia de un tirano. Además, todo mundo, todo, entenderá que ahora los ediles tienen un excelente argumento, regalado por el insolente presidente, para responder a sus respectivos pobladores cuando demanden obras, servicios públicos y programas sociales municipales: “Lo sentimos mucho, no tenemos, no hay, no nos ha mandado nuestra nieve el presidente”. Mejor que ni mandado a hacer, pero… ¿y nosotros, los humildes, los que vivimos al día, qué? ¿Los que generamos con nuestro trabajo toda la riqueza seguiremos viviendo no sólo con baches, sino también sin pavimentos, sin banquetas, sin agua potable, sin electricidad, sin casas de salud o clínicas cercanas, sin guarderías ni comedores comunales o escolares, con escuelas en pésimas condiciones, sin empleos seguros o mal pagados, sin programas de ayuda social, etcétera, etcétera, porque estamos pidiendo demasiado, aunque sea lo mínimo para vivir dignamente? ¿También por ello nos va a mandar Obrador dos cuadras más allá de en cas´el diablo?
Debemos notar que la desvergüenza presidencial se adopta a un mes de que la Cámara de Diputados apruebe el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, es decir, todo lo que el gobierno va a gastar e invertir en nuestra nación y el descaro del dictador augura nulas o pocas esperanzas de que su gobierno vaya a destinar recursos para ayudar a sortear nuestras ancestrales carencias municipales a lo largo y ancho de México. Seguirá tratando, eso que ni qué, de confundirnos con un poco de dinero en efectivo vía tarjetas bancarias para calmar nuestro descontento, pero ya sabemos que eso no sustituye —ni de lejos se compara— los recursos que se requieren para nuestro verdadero desarrollo social.
Ante la ruindad mañanera del 13 de octubre, los humildes organizados de Sonora y del país tenemos que dejar claro que no nos vamos a detener en nuestra lucha por mejorar las condiciones de vida de nuestra gente, que vamos a seguir luchando hasta mandar a la pobreza a la luna, como nos enseñó Pablo Neruda: en lograrlo nos va nuestra existencia y la de nuestra descendencia, allí no hoy concesiones. Que no nos tragamos eso de que no hay recursos: sí los hay. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) somos la decimosexta economía productora de riqueza de entre 194 países en el mundo, pero la tienen acaparada unos cuantos mientras millones nos debatimos en la pobreza. Y esto último no son inventos nuestros, como la vida diaria de todos nosotros nos grita y como se puede apreciar al leer la nota “México, de los países con mayor concentración de riqueza en manos de unos cuantos: PNUD”, (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) publicada el pasado 22 de junio del presente en el portal www.onu.org.mx, que a la letra dice: “Entre los países de América Latina analizados, Chile, México y Brasil tienen la mayor concentración de ingresos: el 10% más alto captó más del 57% de los ingresos nacionales y el 1% más alto, más del 28%, en 2019. La concentración del ingreso en estos países es persistentemente alta y/o aumenta en el tiempo”, señala el Informe regional de desarrollo humano 2021. Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en América Latina y el Caribe, que elaboró el PNUD”. O la nota “México, el país de AL con más riqueza en pocas manos”, publicada por jornada.com.mx el pasado 28 de septiembre, que nos da el dato de que 14 multimillonarios en México concentraron 150 mil 700 millones de dólares en riqueza.
No queremos, pues, más recortes y sí más presupuesto federal para obras de infraestructura social, necesitamos que se recuperen todos los programas sociales que teníamos, que se les pongan los controles necesarios para combatir la corrupción, pero que no se desaparezcan y sí se relancen y mejoren.
En cambio, sí queremos una reforma fiscal progresiva, que imponga la obligación cívica, legal de que paguen más impuestos los que más ganen y con esos enormes recursos se impulse el desarrollo del país. Se impone urgentemente, no significará más que un poco de las inmensas riquezas de los grandes capitalistas, no los empobrecerá y no es una locura antorchista: la recomiendan como esencial el FMI, el BM, la OXFAM, el CONEVAL, la OCDE, la CEPAL… la recomienda la razón y hasta el sentido común, si se me permite; solo los tozudos de la 4T y el dictador se niegan a llevarla a cabo. Esa terquedad nos está llevando al despeñadero y amenaza nuestra frágil paz.
Este servidor ya expuso este punto de vista de mi organización en otra ocasión similar en octubre de 2019 y me permito remitir a usted a repasarlo en www.movimientoantorchista.org.mx/de-donde-pueden-obtener-recursos-los-gobiernos . Asimismo, le invito a estudiar nuestros planteamientos en www.movimientoantorchista.org.mx/nuestro-proyecto-de-nacion .
Es definitivo: por nuestra parte, aunque no nos invite el dictador, no nos vamos a contentar con cualquier nieve, la que nosotros queremos es una nieve con sabor a reforma fiscal integral. Y si las clases poderosas no la realizan, entonces que se hagan a un lado y nos dejen gobernar. Los antorchistas podemos hacerlo sin las tiranteces a que nos ha conducido la 4T. Ya demostramos que, al mismo tiempo que hemos impulsado el desarrollo de la infraestructura social con prioridad en los más humildes, incluso los empresarios encontraron un campo propicio para su desarrollo allí donde hemos gobernado. Aquél que analice imparcial y objetivamente nuestra actuación hallará que estas palabras son ciertas. A los hechos nos atenemos.
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