"Yo creo que la sociedad se puede transformar; los campesinos, los albañiles, los trabajadores del campo y de la ciudad pueden cambiar, superarse, a través de la cultura. Yo siento que me he transformado gracias a la educación de la organización de Antorcha que nos ha venido inculcando a practicar la poesía"
Maclovio
Culiacán, conocida como la Perla del Humaya o la Ciudad de los Tres Ríos, es la capital del fértil estado de Sinaloa y actualmente la ciudad más poblada de la entidad y una de las más importantes del noroeste del país. Cuenta con un gran número de monumentos históricos y artísticos de relevancia, como la Catedral Basílica y el Malecón Viejo. Su folclor es tan popular que cada fin de semana es promovido en los semáforos por estudiantes y maestros entusiastas.
Variadas son las bellezas de la ciudad; sin embargo, su mayor riqueza es su gente. Los culichis o culiacanenses son hombres y mujeres con grandes anhelos de superación, individuos de carácter y despiertos, que no son fáciles de convencer para sumarse a alguna causa si no se les habla de frente y con la verdad; además, es un pueblo conocido por sus dotes musicales.
Sin embargo, Culiacán es más conocida por la violencia que ha desembocado en dos ediciones denominadas "culiacanazos". "Nos conocen más por la violencia, pero no, la gente de Sinaloa es tranquila y amable", dicen cuando les preguntan sobre esta fama mundial que se tiene sobre la ciudad.
El Movimiento Antorchista sabe muy bien que la delincuencia tiene un gran caldo de cultivo en la pobreza. Según la revista Espejo en su investigación titulada "Los pobres de Culiacán ¿dónde están? ¿qué se puede hacer por ellos?", publicada el 23 de marzo del año pasado, "en Culiacán se encuentra el 30 % de los pobres de la entidad y aquí se concentra poco más del 19 % de la población en condición de pobreza extrema. En Sinaloa, el mayor número de personas en cualquiera de las carencias (ingreso, vivienda y educación) vive en el municipio de Culiacán".
Desde su arribo a Sinaloa, Antorcha ha tenido como objetivos organizar y educar, sobre todo a las capas más marginadas del estado para, junto con ellas, luchar por erradicar sus rezagos.
Miope, la iniciativa de un diputado morenista que propone tipificar como delito a padres de familia que manden a sus hijos a pedir dinero en las calles, sin mirar la causa del problema ni mucho menos proponer alguna solución.
Es por ello que, desde su arribo a Sinaloa, Antorcha ha tenido como objetivos organizar y educar, sobre todo a las capas más marginadas del estado para, junto con ellas, luchar por erradicar esos rezagos y crear mayor conciencia sobre una situación que puede ser mejorada si nos decidimos a luchar por nuestros derechos.
Los culichis han visto con buenos ojos esta labor, pues durante décadas la lucha organizada antorchista ha dado resultados que han beneficiado a miles de culiacanenses; ha impulsado la creación de colonias para dotar de vivienda a cientos de personas sin capacidad de tener una vivienda propia con los costos y dificultades que ello conlleva, como la Unión Antorchista, Camez Valdez; ha logrado también obras y servicios como pavimentaciones y puentes, electrificación e introducción de agua potable, por mencionar algunas.
Pero si de algo debe estar más orgulloso nuestro movimiento es de haber construido desde sus cimientos dos proyectos educativos:
1. La preparatoria “Rafael Ramírez”, donde miles de jóvenes que no tenían oportunidad han logrado alcanzar el nivel medio superior, y que ahora muchos de ellos son profesionistas.
2. El albergue estudiantil “Profesor Omar Abit Lugo Espinoza”, que ha albergado a cientos de jóvenes universitarios y preparatorianos, hoy ubicado a unos metros de CU, dando oportunidad de alojamiento a quienes vienen de fuera sabedores de que las rentas están muy elevadas.
En ambas instituciones, además de las colonias donde tenemos presencia, se imparten talleres deportivos y artísticos, pues en esta gran labor educativa el arte ocupa un lugar especial, ya que no sólo nos hace mirar con otros ojos los problemas, sino que genera en nosotros el deseo de ser mejores seres humanos haciéndonos agentes de cambio, por lo que promovemos en los jóvenes la necesidad de trabajar en equipo y desarrollar sus dotes y así poder sumar en la mejora de su comunidad, como lo hacían Bere y Omar, jóvenes maestros que dejaron un gran legado entre nuestras filas.
Esto mismo realizamos en todo el territorio nacional, y así es como hemos creado cientos de grupos culturales, de danza, baile, teatro, poesía, música, hasta mariachis y orquestas de gran nivel, destacando compañías de gran calidad estética y técnica, aglutinando a cientos de jóvenes de todas las regiones del país y formando así los Grupos Nacionales de la organización, quienes nos representan a nivel nacional e internacional.
Los antorchistas tenemos la plena convicción de que, como dijo el dramaturgo español Federico García Lorca: "No sólo de pan vive el hombre. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos".
Para nosotros, la cultura y el arte ocupan un lugar tan especial como la buena alimentación y vivienda para la gente que no las tiene, pues mantienen a la juventud alejada de los vicios y la delincuencia, pero también mantienen al pueblo en general con los ojos abiertos para que no sean presa fácil de vulgares políticos y falsos redentores, más aún en tiempos de campaña, donde vemos nuevamente a los candidatos poniéndose en ridículo por los votos de la gente.
Congruentes con esta labor, compañeros antorchistas, público en general, me complace informar que como parte de la denominada "Gira por el noroeste", el próximo jueves tendremos el honor de contar con la visita de los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista.
Ellos, como todos los que se encuentran haciendo la misma labor educativa, han elegido una vida de arte y cultura y que, junto con sus maestros, son capaces de salir a la calle o los grandes escenarios, porque para los artistas antorchistas no hay público pequeño, y contribuyen a esta tarea de sacar del atraso económico y cultural en el que se encuentra encadenado el pueblo de México.
Culiacán será testigo de este magno evento cultural. Todos están invitados. Pero también los nacionales serán testigos del calor y energía del pueblo culichi, un pueblo que tiene una sensibilidad a flor de piel, lleno de músicos y cantantes. Estoy seguro de que disfrutaremos este banquete cultural en el que juntos entonaremos los corridos de Amparito Ochoa y Chalino Sánchez y bailaremos al son del Pato Asado y el sinaloense. ¡Ajúa!
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