Cuando se lean estas líneas habrán transcurrido los primeros dos meses; 60 días de administración municipal y medio año desde que los funcionarios municipales en turno fueron electos para tales responsabilidades.
Quienes ahora ostentan esa responsabilidad sabían perfectamente qué necesidades enfrenta la gente en cada uno de sus municipios. Creemos que fue precisamente ese el motivo por el cual decidieron contender en el proceso de elección, que en nuestro país es ineludible para desempeñar la responsabilidad de ser un presidente municipal. Es más, en varios casos la estrategia de campaña de estos señores para ganar votos, fue precisamente la afirmación de que ellos sí harían mejor las cosas, si fueran favorecidos con el voto y ganaban la elección municipal.
El tiempo pasa inexorablemente y ya llego la hora de que se concreten cada una de las afirmaciones hechas a los ciudadanos en tiempos de campaña.
Sin embargo, lo que vemos en estos días no es nada relevante, que realmente marque una diferencia sustancial con el antes y el después de las administraciones municipales relevadas. Lo que se está haciendo para proporcionar los servicios básicos, las tareas que justifican la creación y el funcionamiento de los ayuntamientos, como lo es el garantizar servicios suficientes y de calidad, como: la recolección de basura, el alumbrado público, cumplir con el suministro suficiente de agua potable, (la gente paga por un año; 365 días y solo recibe el servicio 104 días, cuando bien le va), mejorar las vialidades, etc. Estos servicios, como en este momento se proporcionan a los habitantes, bien lo podía hacer cualquiera de los hasta 10 candidatos a presidentes municipales que contendieron en algunos municipios de nuestra región.
La confianza de la gente depositada en los recién estrenados funcionarios municipales, empieza a deteriorarse. Las solicitudes hechas por escrito, sustentados en el artículo 8º constitucional, aún no reciben la atencion que ordena el segundo párrafo del artículo mencionado. Y, ahí donde el ciudadano común ha tenido la oportunidad de ratificar sus solicitudes personalmente, solo recibe explicaciones que tienen la finalidad de justificar la falta de atención a la problemática planteada. La dificultad de atender puntualmente las necesidades planteadas, dicen, es consecuencia de la “mala” administración anterior o a la falta de presupuesto.
Con esta actitud, quienes participaron en la contienda electoral pasada, demuestran que nunca tuvieron la intención de hacer algo diferente, que su meta era simplemente llegar ser presidente de su municipio a como diera lugar, y que, una vez alcanzado tal objetivo, hacer exactamente lo mismo que su antecesor. Todo esto a pesar de que en sus discursos de campaña aseguraban que eran diferentes, que la ideología que profesan así lo marca, pero como vemos en los hechos, son exactamente lo mismo; no vemos por ningún lado diferencia relevante en la atención de los problemas de la gente.
El pueblo debe registrar puntualmente esto que pasa casi siempre, al inicio de cada administración municipal. Convencerse cada vez más que, la única forma que tiene de que sus intereses sean tomados en cuenta para ser resueltos en tiempo razonable; es su número y su organización. En cualquier parte el pueblo trabajador es mayoría, pero necesita organizarse, aprender de la historia, precisamente para que no ande creyendo todo lo que escucha en tiempos electorales.
Lo anterior es simplemente una primera advertencia a todos los que creemos que a nos irá mejor si los funcionarios en turno demuestran tener más sensibilidad social y política para que de una vez se decidan a resolver de manera definitiva la carencia de servicios de calidad, se impulse la construcción de obra pública ahí donde se necesite, se brinden los apoyos necesarios para construir vivienda digna, etc.
Si se dilata la atencion de las necesidades planteadas, la gente organizada estará en todo su derecho de exigir que se cumpla puntualmente lo que se prometió, será su derecho exigir la atencion inmediata de los problemas planteados con toda oportunidad en el inicio mismo de las administraciones presentes.
Como tratamos de explicar, estamos viviendo otra vez lo mismo. Me parece que aún hay paciencia en la gente de buena fe. Es lo que se debería entender al revisar la entusiasta participación de la gente para elegir a sus autoridades. No es conveniente, por tanto, negar atención a la priorización ya hecha de sus necesidades. El pueblo dice y sabe que el tiempo es un juez muy sabio. A pesar de no dar sentencia de inmediato, siempre suele dar la razón a quien la tiene y, a eso nos atenemos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario