MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La lucha popular en Culiacán, Sinaloa

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Múltiples son los problemas de las colonias populares de Culiacán: falta de redes de energía eléctrica, agua potable y drenaje sanitario; falta de entubamiento de arroyos, canales de desagüe, muros de contención, alumbrado público, recoja de basura, servicios de limpia, seguridad pública, pavimentaciones, áreas de esparcimiento y recreación, casas de la cultura, centros de salud, escuelas… y mil necesidades más. Sea cual sea la naturaleza de las necesidades a que aquí me refiero, estas tienen un denominador común: requieren inversión de recursos para resolverse. Cuando los afectados, acicateados por este mar de carencias, piden a la autoridad competente que los recursos públicos a su cargo sean empleados para ofrecerles una solución, se encuentran con un muro más duro que la piedra y que dice “de aquí no se pasa, no hay dinero”. 

Pero por otro lado se ven obras costosísimas, eso sí, más brillantes y llamativas, que se han hecho al mismo tiempo que los quejosos han seguido sufriendo sus carencias. Recientemente, en Culiacán, el titular del Gobierno del Estado de Sinaloa inauguró una obra, de la que da cuenta el portal de noticias en internet de la misma institución: “A partir de ahora, el principal símbolo de la capital del estado, que es un puente ferroviario de estructura metálica que data de principios del siglo XX, pues quedó listo en 1908 y desde entonces es la principal vía ferroviaria de Culiacán, contará con un sofisticado sistema de iluminación de lámparas Led, que permitirá hasta 86 combinaciones de colores, y que se utilizarán para iluminar los 500 metros de puente con colores alusivos a las fiestas patrias, como en esta inauguración, o también para conmemorar Días Internacionales, como por ejemplo del Autismo o de la lucha contra el cáncer. Se trata de una inversión de 12 millones de pesos”. Así como lo lee usted, estimado lector. Por esos mismo días colonias como Girasoles se anegaron por las fuertes lluvias y sus habitantes tuvieron que trabajar colectivamente para sacar el agua de sus casas; de las áreas públicas como un parquecito en medio de la colonia, tardó días en descender el nivel del agua: el derroche de una burocracia alejada de los problemas populares, conviviendo junto a la carencia.

La solución está en manos de los afectados. La del corto plazo consiste en pugnar para que se haga un mejor uso de los recursos públicos ¿o alguien cree que se administran bien cuando se invierte en lucecitas que deleiten la mirada mientras hay quienes por las inundaciones pierden muchos bienes, que son cachitos de su vida, a final de cuentas? Pero esta lucha no se puede hacer si no se tiene una fuerte y efectiva organización popular. Por eso debe ser labor urgente de los colonos más conscientes poner frente a los ojos de sus vecinos las carencias más importantes y aprovechar la natural inconformidad después de años sin soluciones para llamarlos a asambleas de calle, de manzana y generales de la colonia; que se nombren representantes a estos tres niveles, que estos sean electos en esas mismas asambleas y que se enlacen con otras colonias de su mismo rumbo y de toda la ciudad para formar un gran movimiento popular que pida de una vez por todas solución a sus demandas. Después de ello, que se planeen por las mismas asambleas y sus representantes los pasos concretos a seguir para tocar puertas y pedir respuestas a las más diversas oficinas encargadas de resolver las carencias. Después, volver con regularidad a cada una de las reuniones de los tres niveles a informar a los colonos cual fue el resultado obtenido y así sucesivamente, no detener la marcha de esta espiral de actividades, no parar hasta hallar soluciones satisfactorias. 

Pero esto solo es una parte de la solución del problema. A la par de ello, los culiacanenses así organizados deben saber por adelantado que la lucha que inicien del modo anterior no puede tener el cien por ciento de efectividad por la sencilla razón de que las necesidades rebasan con mucho el presupuesto público disponible. Aún con la mejoría en la administración del presupuesto actual, no se alcanzarían a resolver todas las necesidades de obras y servicios; por eso, los culiacanenses deben estar conscientes de que deben pedir una política fiscal progresiva que garantice una recaudación más agresiva de recursos. “A partir del 2023 las empresas multinacionales estarán sujetas a un impuesto mínimo del 15 por ciento que generará 150 mil millones de dólares adicionales en ingresos tributarios para los países, como parte del acuerdo fiscal global para la era digital alcanzado hoy entre 136 países bajo la coordinación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que busca de una distribución fiscal más justa entre los países y las grandes empresas favorecidas por la globalización” informa El Financiero del 8 de octubre de 2021. Algo como esto, y más medidas en el mismo sentido, es lo que se ocupa en México: aumento de la recaudación a niveles nunca vistos en nuestro país, para contar con suficiente presupuesto y así atender las grandes necesidades de los mexicanos y de los culiacanenses. Si no se ven en esta lucha más grande y abarcadora los colonos organizados, no hallarán verdadera solución a sus problemas. La pugna, pues, es por un nuevo modelo económico que cobre más impuestos a los más acaudalados, como propone la OCDE, aunque aun tímidamente. Y si los colonos encuentran un gobierno sordo a este reclamo, entonces lo deben desechar, deben aumentar su crecimiento de masas para formar su propio partido y gobernar este país para entonces sí, aplicar las medidas más convenientes para todos. Esta es la ruta completa, esta es la ruta que propone el Movimiento Antorchista Nacional; no la ignoremos o nuestros esfuerzos serán fallidos.

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