Comienzo estas líneas solidarizándome y enviando un afectuoso saludo a jóvenes estudiantes, maestros, padres de familia y activistas del Movimiento Antorchista en Zacatecas, quienes han mantenido un plantón durante más de un mes, defendiendo la legitimidad, pero sobre todo, los resultados educativos que ha dado la maestra Martha Delia González Olivas durante más de 12 años al frente del Colegio de Bachilleres, plantel Trancoso, y que ahora, después de una burda maniobra, la Dirección General de Bachilleres de ese estado, quiere destituirla; razón por la que, desde Oaxaca nos solidarizamos con su lucha compañeros.
Pero dicho problema, como muchos más en el país, se están viendo opacados por la disputa que ha iniciado la clase política, agrupada en los distintos partidos, para obtener el triunfo electoral en 2024 y hacerse del gobierno de federal; sin embargo, no porque la efervescencia aumente, los problemas desaparecen, cuanto y más que los políticos sólo buscan el cambio de grupo en el poder, cuestión elemental en el capitalismo para mantener el statu quo, cuando la realidad exige un cambio en el modelo económico de producción, ya que las contradicciones del mismo se están agudizando a paso veloz, en México y en gran parte del mundo, muestra de esto son los altos índices de concentración de la riqueza en unas cuantas manos y con ello, el aumento en el número de familias que sufren de pobreza, que carecen de agua potable, energía eléctrica, vivienda digna, empleo, educación, seguridad social, etcétera.
Dicha forma de proceder, es decir, de buscar sólo obtener el poder por el poder, hace que los políticos utilicen un discurso vacuo, uno que no hable de los problemas que lastiman y le duele a las mayorías mexicanas, con tal de obtener el voto, provoca que una vez en funciones decidan “innovar” la forma de hacer gobierno, pues así -dicen- demostrarán que no son más de lo mismo y que ahora sí, habrá un cambio; está actuación podemos verla con Morena al frente del país, pues durante campaña utilizó el discurso de polarización social, denunciando los errores de políticos anteriores, prometiendo que eso no volvería a pasar, que serían distintos, después, ya en el poder, con el sofisma de que los intermediarios eran dañinos para la sociedad, pues los apoyos no llegaban a las comunidad, habrían de desaparecer; ahora con cinco años de este gobierno podemos afirmar que ninguno de estos dos propósitos se cumplieron, pues siguen cometiendo los mismos errores de los políticos de antes, solo que en mayor grado y, a pesar de que ya no tratan con intermediarios, el progreso no ha llegado a las comunidades del país, no vemos nueva infraestructura básica que ayude a paliar la difícil situación de los mexicanos.
En el orden estatal las cosas no pintan para ser distintas, ya que con el arribo de Morena al gobierno de Oaxaca se han planteado “innovar” nuevas formas de atención social, sin perder la línea del lopezobradorismo -de atacar a la corrupción, no a los intermediarios, un gobierno austero, etcétera-, por ejemplo, la administración estatal está implementando Paz con Justicia y Bienestar para el Pueblo de Oaxaca, a través de cinco ejes que desarrollan distintas secretarías del gobierno, las cuales buscan disminuir las protestas sociales y llevar desarrollo a las comunidades.
Nuestro movimiento afirma que las mesas de diálogo que se han sostenido entre distintos funcionarios de la Secretaría de Gobierno y la dirección estatal antorchista, para encauzar las justas peticiones de miles de oaxaqueños que agrupamos no han funcionado
Pues bien, Jesús Romero López, secretario de Gobierno, dio cuenta de los resultados durante los nueve meses que lleva esta administración: “del 1 de diciembre de 2022 al 30 de agosto de 2023 se han atendido un total de 3 mil 182 mesas de diálogo, de estas 214 en su oficina, 328 en la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, 753 en la Subsecretaría de Fortalecimiento Municipal, 302 en la Subsecretaría de Desarrollo Político, 943 en la Coordinación de Delegados de Paz y 642 en la Junta de Conciliación Agraria.[…] en el transcurso de este mes (agosto) se liberaron 21 carreteras y vialidades que fueron bloqueadas en diversas regiones; el tipo de demanda por la que se activaron dichos bloqueos a las vialidades fue en un 85.7 por cierto de tipo social (dígase obras, vivienda, etcétera), 9.5 por ciento por temas relacionados con la impartición de justicia y 4.8 por ciento por demandas de carácter agrario” (www.oaxaca.gob.mx, 31 de agosto de 2023).
De dichos resultados no se deduce que las cosas ya mejoraron, cuanto y más que la administración está iniciando; sin embargo, sí se puede afirmar que Oaxaca es epicentro de una movilidad social constante, pues en sólo nueve meses de manera diaria se tuvieron que establecer, en promedio, 12 mesas de diálogo, sea por temas agrarios o exigiendo justicia, pero el dato más apremiante es que, ocho de cada 10 protestas, sólo durante agosto, fueron de tipo social, es decir, comunidades exigiendo alguna obra social que ayude a contrarrestar la difícil situación de los oaxaqueños, no olvidemos que Coneval señaló que en 2020, 61.7% se encontraba en pobreza.
Nuestro movimiento afirma que las mesas de diálogo que se han sostenido entre distintos funcionarios de la Secretaría de Gobierno y la dirección estatal antorchista, para encauzar las justas peticiones de miles de oaxaqueños que agrupamos no han funcionado, ya que después de cumplir con las normativas que imponen no se han traducido en acciones de beneficio para nuestros militantes; pero no sólo eso, cuando han afirmado que el trato sería directo, nuestros comités de obra han acudido, y lo único que han recibido es un trato déspota, acompañado de una verborrea de tecnicismos que busca encubrir la negativa de apoyo, todo esto provocó que tuviéramos que salir a las calles el pasado 4 de septiembre para marchar y buscar hacer eco de nuestras necesidades al señor gobernador; sin embargo, encontramos un gobierno de oídos sordos y las puertas de la casa del pueblo totalmente cerradas.
Como señalaba, líneas arriba, no porque la efervescencia política aumente, los problemas disminuirán, no porque cierren las puertas y apliquen la política de oídos sordos la pobreza de los oaxaqueños desaparecerá, los antorchistas así pensamos, pero advertimos que el malestar y la inconformidad subirán, que la temperatura social aumentará, por eso llamamos a las fuerzas progresistas de Oaxaca a unirnos, a crear una fuerza política capaz de cambiar las cosas de raíz, tal como amerita la situación de Oaxaca y del país, mientras tanto, no dejaremos de insistir apegados a las formas posibles que la ley permite.
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