Preocupa demasiado que a pesar de los esfuerzos por trabajar horas extras, de manera formal o informal, los ingresos de la mayoría de los mexicanos no alcancen para comprar la canasta básica, ni siquiera la parte alimenticia, menos para los aspectos de educación, salud, vivienda o emprendimiento. El sostenido crecimiento de los precios, llamado inflación; es un fenómeno que nos está afectando desde hace mucho tiempo, es parte del modelo neoliberal, que aunque se niega o se trata de ocultar, ahí está, destruyendo los salarios de la inmensa mayoría. Los precios altos son la prueba de que en México sigue siendo neoliberal. Este año, llevamos una inflación acumulada del 7.37%, la más alta en 20 años.
Como es sabido, la inflación afecta más a los que menos tienen. Sean trabajadores o pequeños empresarios. Simplifiquemos un ejemplo; un trabajador que gano cien pesos (es un ejemplo), destina el 100% a consumo, no le queda para ahorrar y menos para invertir. Suponiendo que el costo de los productos fuese de un peso en promedio, podría comprar 100 productos, al siguiente año, con su mismo salario, pero con un incremento que lleva el valor de las mercancías a dos pesos, podrá comprar solo 50 productos, es decir, su poder de compra se redujo a la mitad. Invariablemente, la necesidad le hará organizarse con los demás trabajadores y pedirán un aumento (lamentablemente esto en México no ha ocurrido, el Gobierno se adelanta engañandolos); suponiendo que en el tercer año, se da el incremento de salarios a 150 pesos y los precios de los productos se nivelan en 3.50, estará en posibilidades de adquirir solo 43 mercancías, 16% menos que el año anterior, y como se incrementan los costos de producción a partir de aumentar el salario, como consecuencia se dará un incremento de los precios de los productos; al año siguiente, después de exigir su incremento salarial y obtener un incremento y recibir, por tanto un salario de 200 pesos, el trabajador estará en shock, al ver que las mercancías ahora valen 5 pesos y entonces solo podrá comprar 40 productos, a pesar del aumento del salario, sigue comprando menos. No importa lo que ganas, sino lo que puedes comprar. Lo mismo le pasará a una pequeña empresa que con sus mermados ingresos comprará a precios más altos y por tanto tendrá costos de producción más altos y estará condenada a la quiebra en el corto plazo. La inflación afecta más a los de menos ingresos.
Si bien es cierto que la inflación es un fenómeno mundial, es sabido que existen mecanismos internos de control para paliar sus efectos; pero, en México el gobierno de la 4T no hace nada para controlarla; por error o por estrategia el resultado es el mismo: alza desordenada de los precios de la canasta básica y de las materias primas de los microempresarios. Y el gobierno solo avienta culpas, no interviene, ayudando con ellos a los grandes empresarios. Con este comportamiento no todos pierden, las grandes empresas ganan. Con el ajuste de precios, pagan salarios reales más bajos y se quitan de en medio a las pequeñas empresas que les estorban para ampliar sus mercados.
Es la misma actitud que se tiene ante el crimen organizado, ante el avance de la pandemia, o la generación de empleos, son las recomendaciones neoliberales del FMI, negadas por AMLO: “laissez faire, laissez passer” dejar hacer, dejar pasar, que cada quien resuelva sus problemas; mientras el presidente con ello; protege las ganancias de empresarios y carteles de delincuentes. No todos son perjudicados, la poderosa clase de los industriales, acrecientan sus fortunas al vender más caro y sobre todo y esto es lo inmoral, a costa de apretar más el cinturón de los más pobres y ahí es donde se ve que efectivamente la estrategia del presidente son los más pobres, pero no para remediar su miseria, sino para abaratar aún más el valor de la fuerza de trabajo. México tiene los peores salarios del mundo, nos comparan con los países africanos; con la crisis económica, con la pandemia y ahora con la inflación, seguramente tendremos el peor salario del mundo cuando empiecen a llegar las inversiones extranjeras, y entonces veremos a nuestro Presidente presumiendo que su política es la mejor y le aplaudirán otros presidentes, pero, los mexicanos estaremos llorando y será demasiado tarde arrepentirse de aplaudirle a morena.
Hay quienes creen que al subir el jitomate, la tortilla, la misma gasolina, el que se beneficia es el pueblo, los campesinos; pero, no es así. La prensa chayotera, que aún existe, aunque la niegan por razones obvias, ahora con los chairos, miente, no informa, solo son instrumentos de la ideología de morena, de la 4t para crear pobres sin conciencia, que por la pobreza estiren la mano, para premiar su humillación con un programa limosnero para hacer votos. La tortilla subió y el productor de maíz está en quiebra, ya que no recibe apoyo, no recibe fertilizante, ni semilla, ni maquinaria; por tanto, no tiene rendimiento su parcela y por eso México perdió soberanía alimentaria; ya que pasamos de importar del 26 al 37 % del maíz que necesitamos y en 2020 importamos 18 millones de toneladas de USA. Seguramente el canciller Marcelo Ebrard y también el presidente Andrés Manuel acordaron con sus homólogos norteamericanos frenar la producción nacional para favorecer a los grandes productores de USA, por eso, niegan apoyos al campo y se la pasan presumiendo sembrar arbolitos, aunque el hambre aumente en México.
En días recientes los diputados federales de Morena y el mismo Presidente presumieron haber acordado el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022 y una vez más acusan a los de antes y a que ahora entregan apoyos directos al campesino, pero lleva una reducción del 40% el presupuesto al campo, desde que tomaron el poder. Ese acuerdo desenmascara al gobierno de la 4T, evidencia que no le importa que las familias más pobres no les alcance para comprar lo más elemental. Sus decisiones claramente perjudican, inflación creciente y engañosos apoyos clientelares, traerán más sufrimiento.
El pueblo debe tomar en sus manos su educación, para no dejarse engañar, debe exigir discursos congruentes a los políticos, debe dejar de aplaudir las mentiras que ya sabe que no le cumplirán. Debe organizarse y exigir que su dinero en manos del Gobierno se aplique en programas progresistas. Debe exigir castigo real a los corruptos que nos gobiernan, que avientan la piedra y esconden la mano y el dinero del erario público. Y debe decidirse a dar el voto de castigo a todos los políticos que viven de los recursos públicos eligiendo ciudadanos honestos, que hayan demostrado amor al pueblo y trabajo probado para el progreso de los que menos tienen. Debe decidirse a organizarse y luchar y para ello aquí está el Movimiento Antorchista Nacional.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario