El hombre por naturaleza, tiene la necesidad de atarearse con su fuerza de trabajo para llevar el pan de cada día a su familia. Esta rutina se ha llevado a cabo durante décadas y no solo en nuestro país, también en todas las naciones que mayormente son gobernadas por autoridades nada democráticas que poseen en sus manos un inmenso poder económico, político y militar, ya sean grandes o pequeñas potencias, debido a esto en diferentes naciones del planeta se han originado movimientos y cambios sociopolíticos casi siempre protagonizados por las masas obreras, campesinas, etc.
La situación por la que estamos pasando en estos momentos es realmente complicada, brutal por el entorno y propenso al borde de la destrucción de la civilización humana, pues a donde quiera que volteemos veremos problemas sociales, en donde es siempre el trabajador de bajos recursos el más perjudicado. A escasos recursos no solo me refiero a las condiciones económicas, sino también al entorno tan injusto que se vive, como el arrebatarle la libertad de expresión cuando da a conocer sus problemas sociales.
Desde la revolución soviética en 1917 al día de hoy, sigue existiendo la explotación laboral, pues el hecho de negarles a los trabajadores una vivienda digna, otorgarles bajos salarios, falta de educación y servicios de infraestructura, es realmente odioso, pues el trabajador da todo de sí, casi su vida personal se absorbe al servicio del capital. El asunto es que cuando, en cuestiones generales nos referimos, las migajas es lo único que se recibe, pues, por tomar un ejemplo, de acuerdo con el informe del Coneval 2020, la medición de la pobreza 2018, el 53.6% de la población de la entidad vive en situación de pobreza, es decir, 1,320,200 personas aproximadamente. De este universo, el 41.4% (cerca de 1,017,700 personas) estaba en situación de pobreza moderada, mientras que el 12.3% de la población se encontraba en situación de pobreza extrema (alrededor de 302,500 personas). El porcentaje de pobreza en Tabasco es 11.7 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional (41.9%).
Si de algo nos han servido las derrotas sociales del hombre organizado, es que siempre se tiende a regresar más fuerte, mejorando los aspectos y errores que se cometen. Dentro de nuestra organización, el Movimiento Antorchista, desde sus inicios en 1974, nos hemos puesto la tarea de explicarle a las masas populares que, si nos organizamos todos los mexicanos pobres, lograremos que esta sociedad cambie a nuestro favor.
Desde que me organice dentro del Movimiento Antorchista, me he dado cuenta de la necesidad de seguir estudiando para mi desarrollo, pero más importante, para el impulso colectivo de esta nación, de México. quizá esto pueda llegar a escucharse exagerado, pero si nos ponemos a analizar la situación, México se ubica en el Top 15 como potencia mundial económica, según datos del Banco Mundial, pero la población, en particular, la clase trabajadora esta por los suelos, Ahora ya no suena tan alocada la idea de organizar y educar al pueblo ¿Verdad?
Concluyo: es importante seguir la lucha del triunfo del pueblo trabajador, como líder indiscutible de una nación, con mejor calidad de vida, ya sean con empleos para todos, mejores salarios, Impuestos progresivos y la justa distribución del gasto social, pero para eso tendremos que seguir con este trabajo arduo, y progresar con ¡La Fuerza Organizada del pueblo trabajador!
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