En el marco de la Espartaqueada Cultural, que organiza el Movimiento Antorchista Nacional, quiero hacer un reconocimiento a todos los niños y jóvenes, y a todos los compañeros antorchistas que colaboraron para hacerla posible porque detrás de los programas virtuales que pudimos apreciar hubo meses de preparación, horas de arduo trabajo que se trasladaron en las bellas y reflexivas poesías que escuchamos, bailes que representan la gran riqueza de nuestra patria y nos llevaron a recordar la historia, música en las voces de la niñez y juventud que se ha formado dentro de las filas del antorchismo: es el pueblo interpretando a grandes autores.
Culminó la Espartaqueada Cultural que por motivo de la pandemia de covid-19 fue transmitida de manera virtual, del 2 al 9 de abril, a través de la página oficial de Facebook del Movimiento Antorchista Nacional.
La XXI Espartaqueada forma parte esencial de la labor cultural que el antorchismo impulsa y promueve desde su fundación misma y que con su nombre rinde homenaje a un esclavo de origen tracio que cometió la hazaña de rebelarse contra la injusticia, por lo que es para nosotros los antorchistas un símbolo universal de lucha.
Antes de la pandemia de la covid-19, la Espartaqueada tenía como sede el municipio de Tecomatlán, en el estado de Puebla. Cobijada por la Atenas de la mixteca, La Espartaqueada reunía a miles de jóvenes, niños y adultos que conforman los grupos culturales antorchistas, y a lo largo de una semana se respiraba en las calles tecomatecas arte puro.
El pueblo tecomateco y todos los invitados eran testigos de la majestuosidad de cada disciplina artística y de la calidad de interpretación por parte de los artistas. Son testigos de lo que el antorchismo provoca cuando de arte se habla.
Quiero resaltar que de esta manera que hemos logrado regresar el arte a su dueño, al pueblo, porque es ahí dónde pertenece, ya que del pueblo nació todo el arte que conocemos. La Espartaqueada es un regalo que Antorcha hace para el pueblo.
En Antorcha, pensamos que la pobreza cultural que tiene el pueblo en nuestros días se debe acabar porque es consecuencia de la injusta distribución de la riqueza que se vive en el país lo que provoca que millones de mexicanos no tengan acceso a lo más esencial. Con esto, queda evidenciado que, desde hace años, no existen en México políticas que se propongan desarrollar culturalmente al pueblo mexicano, que no se ha propuesto nadie que esté en el poder, acabar con la pobreza cultural porque si ponemos como ejemplo al actual gobierno de la Cuarta Transformación, podemos ver que como eje central de sus políticas está el construir obras de alto impacto que ya analizadas, poco beneficiarán al pueblo en materia educativa o en materia del desarrollo cultural.
Este es el motivo por el cual nuestra organización, desde hace más de 47 años, ha impulsado las Espartaqueadas y otros eventos también culturales y de carácter nacional que son conocidos por millones de mexicanos y a los que, por su puesto, sí tienen acceso. Por eso, pese a las condiciones que padece el país y el mundo, esta razón es la que nos mantiene trabajando y la que nos mueve, abatir la pobreza cultural de los mexicanos y entregar en sus manos un poco del arte que producimos todos.
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