El sistema de salud en México está fragmentado. El acceso a este servicio está vinculado al régimen laboral lo que constituye a una fuente de exclusión y discriminación, que existe entre los distintos trabajadores y las personas que no cotizan, que tienen el Programa del Bienestar; además, el presupuesto para el sector es insuficiente, está estancado, porque no recibió incrementos reales durante y después de la pandemia y es inequitativo para la sociedad.
Además de guardar muchas muertes, se presume que el número de decesos asciende de entre 50 mil y 70 mil personas que no lo dieron a conocer, para que no se dieran cuenta del fatal y enorme fallo que tienen en el sistema de salud mexicano, la crisis por la que ha estado pasando por décadas y ningún gobierno ha prestado interés y con ello presentan fallas que impiden el pleno ejercicio del derecho a la salud que incluye a 33 millones de mexicanos de medio y bajo recursos ya que la salud “no es una prestación laboral es un derecho humano”.
En ese sentido, urge romper el vínculo entre salud y régimen laboral para que todos los mexicanos puedan acceder a un servicio de salud de calidad y de primer nivel como un derecho, sin condiciones y sin distinción alguna, haciendo un modelo de salud con calidad centradas en los mexicanos que necesiten la atención primaria en salud como es la diabetes es la segunda causa de muerte en México: 8% del total de AVAD con prevalencia de 10.4% entre la población de 20 años o más; la diabetes es la principal causa de muerte y discapacidad combinadas.
La diabetes se asocia con un aumento en la gravedad de la enfermedad. Un metanálisis de 12 estudios encontró que los pacientes con diabetes tenían casi el doble de probabilidades de enfermedad grave (OR 1.65; IC del 95%: 1.23-2.08), así como de muerte (OR 2.11; IC del 95%: 1.35- 2.87) (Degarege et al., 2020).
Lamentablemente millones de mexicanos están desprovistos de lo necesario para acceder a un sistema de salud básico. Múltiples estudios han demostrado una estrecha relación entre pobreza y salud en México tanto en enfermedades transmisibles como no transmisibles (Mendoza-Herrera et al., 2019; Tezoquipa et al., 2005; Barraza et al., 2002). Entre dichas Enfermedades No Transmisibles se encuentran las enfermedades psiquiátricas, que son más prevalentes entre las personas de hogares de nivel socioeconómico bajo.
Los estudios también han demostrado una clara asociación entre las desigualdades socioeconómicas y el Covid-19; un alto nivel de marginalización socioeconómica se internó.
Sin duda alguna, el sistema de salud ha entrado en un círculo interno del cual es difícil escapar, ya que forma parte de un modelo de gobierno muy antiguo e incapaz de fomentar un desarrollo de calidad de salud. No tiene en cuenta en el diseño, planeación y ejecución de acciones y políticas públicas en el ámbito de la salud, por lo tanto, no hay una planeación ordenada.
No existe un proyecto nacional de salud a mediano y largo plazo. El gobierno federal prioriza otros aspectos de la vida pública como lo son eminentemente políticos, a saber, el sistema de partidos políticos que ven el beneficio para ellos, el juego entre los poderes del Estado, la milicia, la inversión en infraestructura y de comunicaciones que solo beneficia al sector privado y que no abonan al crecimiento o desarrollo nacional, todo esto, restan preminencia a aspectos sustanciales en la vida de las personas como es la salud.
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