Tienen razón los que dicen que los conflictos exteriores, aunque parezcan que están lejos, sí repercuten en la política y economía de los países, por más retirados que estén, por ello, debemos de estar interesados de lo que sucede en el mundo y tratar de hacernos claridad para entender los sucesos.
Por lo anterior, llamó mi atención la postura del gobierno mexicano respecto al actual conflicto en Ucrania que dice: “México rechazó el uso de la fuerza y condenó enérgicamente la invasión de Rusia a Ucrania, así lo comunicó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard a través de un video publicado en sus redes sociales” ... “Después de pláticas con más de siete países y nuestra embajada en Ucrania, tenemos muy claro que estamos ante una invasión, es una operación con una escala que cubre casi todo el territorio del país”, declaró. Ebrard pidió en nombre de autoridades mexicanas, que se detenga el fuego “de inmediato”, se respete la integridad territorial de Ucrania y que exista una salida diplomática que proteja a la población civil. El titular de relaciones exteriores recordó que México sufrió invasiones de Francia y Estados Unidos, y que por la historia del país “se tiene que rechazar” esta invasión.” (elfinanciero.com.mx del día 24 de febrero de 2022).
Ahora, veamos la postura del país agredido, “Este jueves, la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska, pidió a autoridades mexicanas una postura clara ante la operación militar de Rusia en su país. También pidió que México, así como diferentes países socios de Ucrania, rompieran relaciones diplomáticas con Rusia. “Respetamos mucho la consistencia de su apoyo de identidad territorial, pero hoy necesitamos una declaración que condene la agresión rusa, que hasta ahora no la hemos sentido”, acusó Dramarétska esta mañana. “Consideramos inaceptable mantener relaciones diplomáticas con el Estado agresor, que ataca abiertamente a su vecino sin ningún motivo”, aseguró la representante de Ucrania en México.” (elfinanciero.com.mx del día 24 de febrero de 2022).
Sobre esto, hay que decir, que quien ha estado manejando desde hace varias semanas sobre una “invasión a Ucrania por parte de Rusia” es Estados Unidos, porque quiere hacer aparecer a Rusia como el agresor e invasor de un pueblo “democrático”. Pero se sabe, que quien ha estado atizando el fuego para que Ucrania no acepte la autonomía de las repúblicas independentistas del Donbass (Donetsk y Lugansk) es EE. UU, y ha respaldado abiertamente, con recursos económicos y con armas para que los ultranacionalistas que hoy día ostentan el poder en Kiev, bombardeen y destruyan la infraestructura hospitalaria, carretera, hidráulica, etcétera, y, lo más grave, para que realicen el genocidio o limpieza étnica de los habitantes de origen ruso en esa región.
Detrás de este conflicto está, no lo debemos de olvidar, la sed de conquista infinita del imperialismo yanqui, por eso su terquedad por desmembrar a Rusia, el país más grande del mundo, con un territorio inmenso, rico en recursos naturales que aún no han sido explotados y que son apetecidos por los monopolios gringos. Para lograr dividir y someter a Rusia, necesitan cercarla, acorralarla y ponerle la pistola en la cien para que pueda ser aniquilada o sometida. Pues bien, Ucrania es de los últimos países que les falta para lograr sus aviesos propósitos.
Rusia había estado planteando a EE. UU, porque es el que realmente gobierna en Ucrania, que cesara el expansionismo de la OTAN hacia las fronteras de Rusia porque ponía en riesgo la seguridad de su país que se negaba a aceptar el ingreso de Ucrania a la OTAN, y pedía que se obligara a Kiev a respetar el protocolo de Minsk del 2014, donde se reconocieron los derechos de las zonas autónomas del Donbass y el cese de fuego contra los ciudadanos de esas regiones.
A nada de esto hizo caso EE. UU y ante una inminente reanudación de la guerra de Ucrania contra las zonas independentistas, lo que sin duda provocaría muchos más muertos y destrucción en las zonas con alta población de origen ruso, a Rusia no le dejaron otra opción más que el reconocer la independencia de las repúblicas independientes, y firmar un acuerdo con ellas de ayuda mutua lo que le permitía participar en la defensa de las mismas y asegurarse de que Ucrania no ingrese a la OTAN. Esto es la causa de por qué se involucra Rusia en Ucrania.
Por ello, ignorar esta situación por parte de México lo hace cómplice de la actitud arrogante, abusiva y de superioridad de EE.UU, ahí no se dio una invasión, ahí se estaba masacrando al pueblo ruso y nadie decía nada, ahí se estaba consumando, de permitirse que este país llamado Ucrania ingrese a la OTAN, un encontronazo que pondría en jaque el futuro de la humanidad, porque estarían chocando dos países que cuentan con armas nucleares y que al atacarse uno al otro, se pondría pues en peligro la vida del hombre en la tierra.
Por último, no debemos de aceptar rollos sensibleros como ese de que “México sufrió invasiones de Francia y Estados Unidos, y que por la historia del país “se tiene que rechazar” esta invasión”, “que no nos vean como tierra de conquista”, frases que son puras bravuconadas, en realidad somos un país débil que hasta la arrogante embajadora de Ucrania en México nos dice qué posición tomar y con quién romper relaciones diplomáticas.
Los tiempos exigen que se acelere la construcción de una sociedad diferente a la actual, donde todos los mexicanos tengan trabajo seguro, educación, una alimentación y salud, donde se de un extraordinario desarrollo en todas las áreas de economía, para que así, y sólo así, podamos ser respetados en la arena internacional y no ser obligados a irse a la cargada y defender lo indefendible.
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