Los mercados internacionales reaccionaron a los signos de recesión que mostró la economía más poderosa del mundo y la que quiere seguir manteniendo el control único y universal de todo: la economía de los Estados Unidos. En estos días se dieron los indicadores del desempeño de la economía norteamericana. Según la cadena internacional de la BBC de Londres, “los empleadores estadounidenses crearon 114,000 puestos de trabajo en julio, cifra muy por debajo de los esperados 175,000 nuevos empleos.” (5 agosto 2024) Esto significa que se dejaron de crear 61 mil empleos y refleja claramente un retroceso de la economía. Si la economía norteamericana se frena, ello implica la debilidad del dólar como moneda que vino a sustituir al oro como patrón, de tal suerte que su debilitamiento trae como consecuencia un golpe en las economías del mundo.
Según la misma nota del diario BBC de Londres, señala que “El temor a una posible recesión (en Estados Unidos) hizo que muchos inversores vendieran sus acciones rápidamente, afectando a varios índices bursátiles, los cuales funcionan como una especie de termómetro que mide la salud del mercado. En EE. UU., el índice S&P 500, que refleja el valor de las acciones de las 500 empresas más grandes del país, bajó un 4% en las primeras horas de la mañana del lunes, y el índice Dow Jones perdió 1,197 puntos, similar a una bajada de 3%. El Nasdaq, que agrupa a las compañías tecnológicas, también sufrió una fuerte caída del 5.5%, mientras que en Europa el Ibex 35, el principal índice de mercado, llegó a caer un 3%, en su peor jornada desde marzo de 2023.”
La cadena de medios RT señaló que las pérdidas en la apertura de los mercados bursátiles de Estados Unidos fueron de “más de 1,93 billones de dólares instantes después de que comenzaran las operaciones, como consecuencia del pánico en el sector financiero y en medio de los temores de recesión en EE. UU., que impulsó la venta masiva en todo el mercado mundial, informan medios especializados.”
Al mismo tiempo, RT señala en una nota llamada “¿Qué hay detrás del pánico financiero en las bolsas de Asia y de Europa?” que “en medio de preocupaciones de que la Reserva Federal estadounidense ha esperado demasiado para bajar las tasas de interés, los mercados estimaron en un 78 % la probabilidad de que la Reserva Federal no solo recorte las tasas en septiembre, sino que las alivie en 50 puntos básicos.” Esto significa que el dólar estadounidense, que está caro en este momento, pueda incrementarse su costo al aumentar más las tasas. A su vez, “el banco de inversiones Goldman Sachs aumentó del 15 al 25 % la probabilidad de que la economía estadounidense entre en recesión en los próximos doce meses.” Ante estos indicadores, como queda dicho, los capitalistas retiran su dinero invertido en acciones en empresas ligadas con el dólar estadounidense y esa salida súbita se refleja en la caída de la bolsa de valores por la pérdida de credibilidad en esas empresas y en la capacidad del dólar de respaldarles.
La caída de los sistemas de Windows que se dio a finales del mes de julio fue un primer golpe a las bolsas de valores; ahora, la potencial recesión de los Estados Unidos, refleja, como bien lo vaticinó el secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, el Ingeniero Aquiles Córdova Morán, que el capitalismo está en su fase de terminal y que, haga lo que haga, no tiene remedio. El propio proceso electoral norteamericano lo revela: primero, el hecho de que no haya más candidatos que dos que ya fueron presidentes y no salieron bien librados; segundo, el intento de asesinato del candidato Donald Trump; tercero, la declinación del candidato Joe Biden, quien mostraba signos de incapacidad para gobernar, para poner en su lugar a la derechista Kamala Harris y, finalmente, los signos de una recesión económica norteamericana que prefiere darle dinero al Complejo Militar Industrial, con tal de mandarle armas a Ucrania, armas que, desde luego, le cobrarán con creces al pueblo ucraniano, en lugar de dedicar sus esfuerzos para sacar de la pobreza a más de 30 millones de norteamericanos o aliviar los problemas de salud pública, ya que debemos recordar que el mayor número de muertes en contraste con las personas infectadas de Covid, fue Estados Unidos, nada más y nada menos.
En este contexto, ante esta nueva crisis, los revolucionarios del mundo debemos voltear los ojos hacia Rusia y hacia China, con la esperanza de que es posible la construcción de un mundo multipolar, desarrollado y mejor para todos. Debemos ver a estas dos potencias como ejes del proyecto en el que las naciones puedan desarrollar sus capacidades, contribuir al alivio de la pobreza mediante una distribución más justa y equitativa de la riqueza y, finalmente, en el que no sean los mandatos de una nación que quiere todo para ella y los demás sólo deben sometérsele incondicionalmente.
El periódico “Brasil de Fato” (Brasil de hecho) registra cómo la desdolarización de las transacciones es una estrategia que no golpea a economías como la rusa y la china: “En una reciente visita a China, el viceprimer ministro ruso, Andrei Belousov, afirmó que este año el uso del rublo ruso y del yuan chino en el comercio entre los dos países ha alcanzado el 95%. Al mismo tiempo, de enero a octubre, el 68% de todo el comercio ruso se realizó en las monedas de los dos países, según el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maksim Reshetnikov.” (20 de diciembre de 2023).
En México, de tener un “superpeso”, en unas horas estuvimos en niveles de 20.04 pesos por dólar. Nuestra debilidad económica y nuestra dependencia con la economía norteamericana son evidentes. Eso de que ya el neoliberalismo en México se había acabado, queda demostrado con estos sucesos que no es verdad. Con el incremento del dólar, a su vez se incrementan los precios de las mercancías que importamos en dólares: alimentos, materias primas, productos tecnológicos, gasolinas (México importa el 72% de los combustibles (ONEXPO, 13 de marzo de 2024)) etc., y las empresas que venden estos productos no han de absorber el incremento con pérdidas, por el contrario, se vendrá una escalada de incremento en los precios que llevará a la inflación que afectará, como siempre, a las clases más desprotegidas.
Por eso, los pueblos del mundo y el pueblo de México, debemos organizarnos para combatir el sistema y cambiar el modelo económico. Por lo pronto, existe una luz de esperanza en Rusia y China, países quienes, como primer paso, están construyendo un mundo multipolar y mejor para todos, en contrapartida al mundo unipolar que se muestra, nuevamente, en crisis, su crisis termina. Por ello, debemos apoyar a Rusia y a China, para frenar la debacle del mundo y construir uno mejor para todos.
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