En lo que lleva de mandato López Obrador, el discurso que ha mantenido la 4T de la realidad por la que atraviesa el país siempre ha distado mucho, siempre se ha alejado de lo que realmente pasa en la vida diaria de todos los mexicanos. Desde que la realidad del país le comenzó a golpear en la cara al presidente y a toda la 4T comenzó también la necesidad y estrategia de mantener un discurso positivo y completamente contradictorio. Se comenzó pues, con una “bola de nieve “ que iba creciendo conforme iban creciendo los problemas en el país y se hacía mas necesario aumentar la mentira para ocultar la realidad. Así se construyó la política de mantener un discurso positivo ante el adverso panorama del país.
Cuando se le cuestionó al presidente sobre el mal desempeño de la economía a inicios de su mandato, el discurso oficial fue: ¡vamos bien, requeté bien! La economía va en aumento, no es culpa de nosotros, así nos dejaron el país, etc., etc. Todos recordamos esas excusas para no tomar la responsabilidad de los malos resultados de las políticas implementadas por el gobierno de la 4T ante la terrible crisis que amenazaba a todo el país, eso sin contar el efecto de la pandemia. Incluso, abonando a ese discurso evasor de responsabilidad planteó cambiar índices con los que se medía el crecimiento económico del país, valorar mas el bienestar, que pretendía según él, medir la calidad de vida de los mexicanos, pero en eso también iba a resultar reprobado y ya no se habló más del tema.
Después vino la pandemia, que vino a tomar al país entero con las manos vacías y sin ningún tipo de soporte, lo que obligaría a miles y miles de mexicanos a aventurarse a un mar de infectados para poder sobrevivir al hambre ocasionada por el desempleo, ante lo cual el gobierno mantuvo otra vez su discurso alejado de la realidad, donde se llamaba a la calma, a seguir con nuestra vida tal cual la veníamos realizando, que el virus no era tan peligroso como los organismos creados por el neoliberalismo lo decían y cuales fueron los resultados, pues números altísimos tanto de fallecidos como de infectados para lo cual se volvió a echar mano de ese recurso ya probado por el presidente, mantener un discurso positivo ante el desastre en el manejo de la pandemia, decir una y otra vez que habían un manejo mediático de la información, que eran datos amañados para dañar su movimiento, y que México, fue y es uno de los países en los que la pandemia se abordó de la mejor manera posible, y que todo lo que se dijera contrario a eso solo sería la campaña de desprestigio hacia el y todo su movimiento.
También se miente en cuanto a la seguridad del país, todo mundo se da cuenta que los criminales andan sueltos y desatados por todo el territorio nacional y que el gobierno federal donde se dan estos ataques queda rebasado por completo. Los asesinatos van en aumento, los secuestros, asaltos, etc. Hoy en día se vive un clima de inseguridad generalizado que ha rebasado por completo a las autoridades que tienen la consigna de abrazos y no balazos, que se dice ante este panorama desde palacio nacional: que no hay tal violencia, que es un manejo tendencioso de los medios, etc. Siempre manteniendo un discurso evasor de la realidad, basado en mentiras que son fácilmente analizadas y desmentidas por todos los mexicanos. Así, con todo lo incómodo para el gobierno se construye inmediatamente su discurso para mantener la popularidad del presidente por los cielos, para que la gente siga creyendo que todo lo implementado por el gobierno ha sido un éxito y que se va consolidando cada vez mas la cuarta transformación, pero esto no es así.
Ni la economía mejora, ni el sistema de salud es realmente mejor que el anterior, el país día con día se vuelve mas inseguro, los casos de corrupción en todos los niveles de gobierno son cada vez más escandalosos, hay más impunidad, hay más amiguismo y compadrazgo, y siguen imperando todos los males que el presidente dijo que se iba a dedicar a desterrar. El caso mas evidente y que a todos nos debe quedar muy claro, en cuanto a su doble discurso y doble moral es que siempre se ha vanagloriado por ser un gobierno que apoya la crítica, la libertad de prensa, el derecho a manifestar las ideas aun cuando estas vayan en contra del presidente, la libertad de expresión, pero en las últimas semanas ha quedado de manifiesto que esto no es así, el presidente y la 4t, detestan todas las opiniones que no vayan acorde a su discurso, a todas esas noticias que pongan de entredicho sus discursos de la realidad, la atacan sin darle tregua y utilizando todo el poder del estado para desacreditar esa noticia. Desde la mañanera se comienza con la estigmatización hacia la investigación periodística que aporta luz acerca de la verdadera forma de gobernar, reportajes que dan cuenta de los atropellos y las corrupciones que se generan dentro del gobierno, es decir, a todo medio, periodista, columnista que se atreva a publicar algo en contra del gobierno aun documentado con pruebas lo que se dice, el presidente inmediatamente despliega todo su poder para atacarlo, incluso ha normalizado a tal grado este ataque que creó una sección dentro de su mañanera para este fin, “quien es quién en las mentiras” que lo único que se hace en esa sección es atacar a todos los medios que se atrevan a “atacar” al gobierno.
Así, el presidente de la república es capaz de estar hablando de lo distinto que es su gobierno ante la libertad de prensa y de la libertad de expresión y termina atacando esto mismo, yéndose a la yugular a estos incomodos del gobierno. Se ha creado ya esta forma de defensa del gobierno de López Obrador, un discurso de toda bondad que dentro de las líneas de este se esconde un ataque feroz a la libertad de expresión en general. Se ha montado un doble discurso que intente opacar la realidad endulzando el oído del pueblo, haciéndole creer, como el mismo AMLO lo dice, que es el presidente mas atacado de los últimos tiempos y eso pasa porque el es el primero que atenta contra los beneficios de las grandes potencias económicas de nuestro país.
Pero esto no es real y nosotros debemos saber muy bien distinguir las navajas en el pan que Andrés Manuel ha puesto en su discurso y sus programas clientelares para tenernos como él quiere, sin protestar y con una lealtad ciega hacia él.
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