En días pasados, los vecinos antorchistas de la colonia Humberto Gutiérrez de la ciudad de Guaymas, preocupados porque éste ayuntamiento, que en sesión de cabildo del día 23 de julio del 2015 cambió el nombre de su colonia por el de "Lomas del Parque" sin consultar a ninguno de ellos, se manifestaron ante el mismo cabildo, el día 8 de septiembre del mismo año, para exigir que no se hiciera tal cambio, ya que desde hace varios años a este asentamiento se le conoce como Humberto Gutiérrez Corona, en honor a un ejemplar luchador social antorchista.
El problema, finalmente, quedó en que el nombre de la colonia Humberto Gutiérrez no desaparecería. Pues bien, esta resolución incitó la furia de la "periodista" de la radio FM 105, Karla Montaño Berrelleza, quién prontamente empezó a despotricar contra Antorcha Campesina, erigiéndose en jueza con todo el poder para juzgar. Con el micrófono en mano, libremente, empezó a calumniar como quien tiene la certeza absoluta de que lo que dice es la verdad, y es la verdad nomás porque lo dice ella. En la radio acusó a Antorcha de ser "una organización corrupta, tóxica, un cáncer político, invasora de terrenos, que roba terrenos del municipio, que lucran con la gente, etc., etc." Y, para concluir, señala enfurecida, que cómo es posible que siendo una organización como la describe ella, se les conceda la regularización de un delito mayúsculo como es la invasión, que no merecía que al fraccionamiento tal se le pusiera el nombre del "líder y fundador de Antorcha Campesina".
Desde 1974, año en que surgió Antorcha, siempre se nos ha atacado. Siempre se nos ha agredido con estos adjetivos, pero, ser corrupto es alguien que se deja comprar, alguien que se deja sobornar y que acepta dinero a cambio de hacer un favor. ¿Puede ésta pseudo periodista demostrar que los antorchistas somos corruptos? Si puede, que lo denuncie ante quien corresponda. Los activistas y líderes de ésta organización somos gente limpia, honesta, hacemos nuestro trabajo porque nos gusta, lo hacemos porque estamos conscientes de que si queremos cambiar a este país (cuya estructura de gobierno, esta sí que está podrida y de ella la mayoría de los periodistas no dicen nada) solo se hará con gente limpia como nosotros.
¿Que somos un cáncer para la sociedad? Entiende que así nos llaman a los que luchamos por lograr vivienda, agua potable, educación y demás servicios; pero sobre todo, nos ponen ese epíteto porque organizamos y enseñamos a luchar a los oprimidos de este país, porque no estamos conformes con un país que tiene a casi cien millones de mexicanos viviendo en la pobreza y pobreza extrema. Por su forma de calificarnos se deduce con quién está y a quién defiende Karla Montaño. De que lucramos y sacamos provecho los líderes, nuevamente decimos, no basta con señalar, hay que concluir poniendo una denuncia ante las instancias encargadas de impartir justicia para que se actué y se investigue. Si no se hace se estará ante una calumnia más para desprestigiar nuestra lucha.
Dos cosas más por aclarar. Antorcha no invade ni roba terrenos a nadie, siempre hemos buscado en Sonora y en todo el país, organizar a los sin vivienda para adquirir los terrenos con facilidades de pagos por la vía legal; es decir, por medio de un contrato de compra-venta, no se entra a ningún predio sin este documento de por medio. En el caso de las colonias de Guaymas donde trabaja Antorcha, los habitantes ya se habían invadido cuando llegó nuestra organización. Nosotros no hicimos ninguna invasión, simplemente llegamos a ayudar a legalizar estos predios donde vivían olvidadas varios cientos de familias con muchas carencias. La ley dice que todos tenemos derecho a la vivienda, pero en Guaymas los presidentes municipales nunca quisieron venderles (fíjense bien, ¡venderles!) a estas familias un pedazo de tierra para construir su hogar, no pidieron que se les regalara el terreno… Y, ahora, ¿es un delito muy grande el regularizarle la vivienda de los pobres? ¿Y qué se dice de los funcionarios que violan los derechos de los ciudadanos al no facilitar la adquisición de vivienda y no se les castiga? Nada, nuevamente nuestra detractora exhibe a qué lado se ubica.
Por último, ya desde la antigüedad, los sabios, los grandes hombres siempre buscaron cómo lograr formar correctamente al individuo. Unos decían que quienes deberían gobernar una nación deberían de ser hombres educados, ilustrados y prudentes; otros que debería de tenerse una conducta morigerada y practicar la bonhomía y otras tantas teorías, pero queda expuesto que en todas se buscaba que los hombres fueran ejemplares para las futuras generaciones y con ello asegurar el buen funcionamiento de la sociedad. En Antorcha buscamos también que el hombre tenga esas características; es por eso que, aunque no les guste la selección del nombre Humberto Gutiérrez Corona para la colonia antorchista de Guaymas, puedo asegurar que fue un hombre educado. Obtuvo la licenciatura en biología por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; fue un luchador social que dio toda su vida por las cusas de los más pobres sin recibir nada a cambio. Estuvo siempre defendiendo al pobre de los abusos y las injusticias de los caciques.
Fue un hombre bueno, sencillo y honrado, que lo hace ser un ser ejemplar, digno de que su nombre se le ponga a una colonia de lucha, a una colonia que se identifica con sus ideales. Con esto no quiero decir que en Guaymas no haya hombres buenos merecedores igualmente de ser nombrados, seguramente que los hay, pero los antorchistas de esa, y cualquier colonia, están en su derecho de ponerle el nombre que ellos elijan; los colonos de la Humberto Gutiérrez son agradecidos con los hombres que ayudan al pueblo y ven como un ejemplo a seguir a este buen luchador social y hacen bien, desde mi punto de vista, en defender su nombre.
Así pues, en las "brillantes" ideas y acusaciones que la "periodista" Karla Montaño hace en contra nuestra nada hay de nuevo; es una más que despotrica contra nuestra lucha. Del mismo modo en que nada nos hicieron los ataques mediáticos en nuestro nacimiento, ahora que nuestra organización se ha convertido en un gran organismo, fuerte y combativo, mucho menos lograrán acabarnos. Entonces, ¡adelante compañeros de Guaymas!, el triunfo de los pobres está asegurado, ni un paso atrás.
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