La temporada de siembra de maíz prácticamente llegó a nuestro estado y miles de campesinos de las sietes regiones se disponen a aplicar el vigor manual o mecánico a los campos de cultivo para realizar la labor más importante que el hombre ha desempeñado a los largo de su historia para poder subsistir, producir sus alimentos.De cuerdo a algunos datos, en Guerrero se siembran alrededor de 390 mil hectáreas de maíz, en las que dedican sus esfuerzos alrededor de 300 mil campesinos.Estos números nos hablan, primero, de que esta actividad ocupa una gran cantidad de trabajadores y segundo, que lo hacen en pequeñas parcelas, en su mayoría de temporal con una baja producción, pero con un resultado que alcanza a cubrir las necesidades de los consumidores y del mercado estatal.Este 2020 como en el 2019, los productores sembrarán sin los incentivos que en años anteriores el gobierno les otorgaba con el objetivo de alcanzar una mayor productividad.El presidente López Obrador eliminó los apoyos para adquirir semilla mejorada, herbicidas, fungicidas, implementos y maquinaria agrícola, dejando solo el programa de fertilizante que se entrega en pequeñas cantidades y fuera de tiempo a través de la estructura política de la Secretaría de Bienestar, dejando sin apoyo a muchos productores que no son de su afinidad.
Los productores guerrerenses se enfrentan ahora a mayores problemas para sembrar, y en esta emergencia por el coronavirus la situación se agrava porque las autoridades se amparan en esta circunstancia y no responden a las solicitudes de ayuda para hacer producir efectivamente al campo y tampoco responden a las solicitudes de ayuda alimentaria a los campesinos que se encuentran aislados en sus comunidades y a los miles de habitantes que viven en las colonias populares de las ciudades que han perdido sus empleos a causa del cierre de los negocios donde laboraban.La pandemia va a la alza y la secretaría de salud federal solo informa de que ya estamos preparados para enfrentar la nueva realidad aplicando cuidados extremos, una mentira que exhibe su incompetencia y que arroja a los mexicanos a las calles con el riesgo de contagiarse y morir, pues el sistema nacional de salud no garantiza ni la atención en esta contingencia.
Los antorchistas sostenemos una protesta continua ante los gobiernos de todos los niveles, en exigencia de que apoyen a los productores de maíz en esta temporada de siembra, a que no dejen a campesinos sin fertilizante y a que implementen un programa de semilla mejorada y líquidos para fortalecer los cultivos, pues sin ello, no se garantiza una buena producción.En Chilpancingo, La Delegación de la Secretaría de Bienestar se comprometió a estudiar y a responder sobre la solicitud de maíz para consumo que le hicimos el pasado mes de abril.En Tlapa, exigimos que el presidente municipal Dionisio Pichardo resuelva convenientemente la solicitud de apoyos alimentarios a los ciudadanos organizados que gobierna.En Acapulco, la ciudad que sufre la brutalidad de la pandemia, la presidenta municipal Adela Román debe mostrarse solidaria con los colonos pobres para que no salgan de sus hogares para no contagiarse y que también le han estado solicitando despensas desde hace ya varias semanas.En Ometepec, recurrimos a la presidencia municipal, para que amplié el programa de apoyos alimentarios a las familias más pobres del municipio para que el virus que ya llegó a este municipio no cause mayores daños.Al Gobierno del Estado le solicitamos su solidaridad con los hombres y mujeres del campo para garantizar la producción de maíz, así como el auxilio a las familias pobres que necesitan alimentos para no salir de sus hogares.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario