MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Informe de AMLO, alejado de la realidad del pueblo trabajador

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Como es su sello distintivo y como una mañanera más, el Cuarto Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo cargado de datos que no se apegan a la realidad, con verdades a medias y con acciones que no corresponden a los resultados de 2022, fue una suma de lo que va de su administración o de los planes que tiene para los dos años de gestión que le faltan.

Desde luego que no podían faltar sus frases de marketing y publicidad para posicionar su marca y convencer a sus gobernados de que su administración va por el buen camino, como eso de que “todo esto se refleja en la estabilidad financiera que hemos logrado, sin aumentar los impuestos, subir los precios de los combustibles o endeudar al país”.

Tres asuntos mencionó, por poner un ejemplo, de supuestos logros que, a la hora de analizarlos, no corresponden a la realidad y de ninguna manera se ven materializados en un mayor progreso y bienestar social para la población, como tanto reza el presidente.

Primero; López Obrador aseguró que “lo más importante es que, sin crecimiento, según el indicador macroeconómico, pero con una mejor distribución del ingreso, hemos logrado aminorar la desigualdad y la pobreza”. ¿Se puede? Veamos lo que dicen los expertos en la materia: en su edición del dos de septiembre, Alain Jaimes, analista económico sénior de Signum Research, dijo a El Financiero “que no se deben de olvidar las métricas de crecimiento económico, pues estos indicadores tienen la cualidad de ser duros, objetivos y aproximar la realidad.

“En ese sentido, si la realidad no conviene al orden político, resulta más simple omitirlos” … “Es importante mencionar que el bienestar per se puede tener varias interpretaciones y es difícilmente cuantificable si no se usan métricas que otorguen información, de ser ese el caso, el bienestar podría responder solo a percepciones personales, lo cual produce que se pierda objetividad”, puntualizó.

Recordemos que, en agosto de 2021, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que entre 2018 y 2020, periodo del gobierno morenista, la pobreza aumentó en 7.3 por ciento, al pasar de 51.9 a 55.7 millones de habitantes, y la población en situación de pobreza extrema creció 24.1 por ciento alcanzando a 10.8 millones de personas. Un crecimiento acelerado de la pobreza que, ¿a caso se resarció en dos años, donde la economía mexicana, de acuerdo con los expertos entró en una recesión técnica tras dos retrocesos consecutivos en los últimos trimestres del 2021 y con un 2022 con un ligero crecimiento del PIB de apenas 0.9 por ciento en el segundo trimestre?

Segundo; López Obrador festejó que “según el Coneval, en el segundo trimestre de este año el ingreso laboral real por persona se incrementó en 4.8 por ciento, pues pasó de dos mil 747 pesos a dos mil 880, en comparación con el mismo periodo de 2021”; sin embargo, olvidó decir que el mismo informe menciona que, si bien es cierto el dato y se muestra una disminución de 1.6 puntos porcentuales de la pobreza laboral, el contexto en el que se da es “donde el valor monetario de la canasta alimentaria mostro? incrementos de 12.6 por ciento y 12.0 por ciento en el ámbito rural y urbano, respectivamente. Mientras que la inflacio?n general anual promedio se ubicó en 7.8 por ciento (1.8 puntos porcentuales superior a la presentada en el mismo trimestre del an?o anterior que fue de 6.0 por ciento)”, además de que el mayor nu?mero de personas ocupadas que abona al aumento del ingreso disponible, se concentra en empleos cuyo rango salarial se encuentra en menos de un salario mi?nimo. ¿Y eso alcanza para comprar lo necesario para comer?

Tercero; como otro triunfo y bandera de su administración, el mandatario morenista destacó que “es una realidad virtuosa el programa de la pensión, que ya beneficia a 10 millones 500 mil adultos mayores, también la pensión a un millón de niñas y niños pobres con discapacidad… Se otorgan becas a 11 millones de estudiantes, desde preescolar hasta posgrado. Dos millones 315 mil jóvenes han trabajado como aprendices, recibiendo un ingreso equivalente a un salario mínimo. De todos ellos, la mitad, cuando terminan de formarse, de capacitarse, son contratados por las empresas o centros de trabajo en que se ejerció la tutoría…”.

En nuestro país, según datos del INEGI, la población de 5 años y más que asiste a la escuela – en 2010 que hasta esa fecha está actualizado el dato- es de 30 millones 482 mil 938; el presidente apenas llega al 36 por ciento con sus becas. De acuerdo con el observatorio económico México, ¿cómo vamos?, “en 2020, únicamente 37 por ciento de los hogares más pobres (decil I de ingresos) eran beneficiarios de programas sociales, una disminución considerable a lo observado en 2018 donde el alcance era del 56 por ciento”.

Y, por si fuera poco, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, según el reportaje publicado por Animal Político, en 2021 la Auditoria Superior de la Federación (ASF) lo tenía en la mira por algunas deficiencias en el diseño del programa, además de que, en ese mismo año, de un millón 120 mil jóvenes inscritos, solo nueve mil 232 fueron contratados en el lugar de la capacitación, es decir, apenas el 0.8 por ciento. Del resto no hubo seguimiento. En un año, ¿Tan rápido se logró contratar a la mitad?

Los datos del presidente no corresponden con la realidad que vive el pueblo mexicano, y es este último quien todos los días lo resiente en la falta de empleo, de buenos salarios, de acceso a la educación, a la salud; en los problemas de inseguridad, de falta de obras en sus municipios; lo vive cuando se enfrentan con la cruda verdad.

Hace unos días, en una reunión con pobladores de la zona de Acateno, Hueytamalco y Ayotoxco, don Benigno López me decía: “México está bien perdido, a mucha gente le pagan muy poquito: 150 pesos ¿y eso para qué alcanza?, para nada”.

En el mismo tenor, habló don Gonzalo Vázquez: “los funcionarios nos pisotean como si fuéramos una cucaracha; se nos paga un salario que no nos alcanza ni para comprar un kilo de carne, porque todo está por las nubes. No alcanza el salario, con lo poquito tratamos de sobrevivir”.

Por ello, suscribo lo que recientemente el secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, en su artículo semanal titulado ¿Qué futuro estamos labrando para las nuevas generaciones?: “Pienso, con toda honestidad, que aquí hay un problema que debemos resolver entre todos, y no dejárselo solo al Gobierno si queremos salvar a nuestros hijos de un futuro de pobreza y atraso en todos los órdenes”, y para ello, es importante la unidad, la organización y la acción del pueblo trabajador, pues solo en las manos de la clase trabajadora está el cambio que tanto requiere nuestro país.

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