En la etapa inicial del capitalismo, los productos eran elaborados en talleres, que congregaban a los obreros que combinaban su fuerza de trabajo con las herramientas o instrumentos de trabajo.A partir de la manufactura se desarrolla la industria, donde ya aparece la máquina como instrumento principal de producción.James Watt fue quien diseñó la máquina de vapor, la llamada máquina doble, cuya patente en 1784 se acreditó como agente general de la gran industria.En los siglos posteriores la máquina evolucionó, se han diseñado varios tipos y formas de funcionamiento, hasta las que vemos en la actualidad.
La industria automotriz se ubica en el sector secundario de la economía nacional.En México, dicha rama está en 24 estados; hay 31 plantas industriales y ocupa a 3.6 millones de trabajadores.En los últimos años, los estados con más crecimiento económico por mayor inversión extranjera son Puebla, Aguascalientes, Chihuahua, Querétaro y Guanajuato; por mencionar algunas industrias.En Sonora la mayor parte de la producción son autos y camiones, seguido de componentes electrónicos, equipo de audio y video, productos de hierro y acero, motores, turbinas y transmisiones; ahí está situada la planta productora de Ford.En Coahuila la mayor parte es producción manufacturera y están ubicadas la General Motors, Freightliner y Fiat Chrysler Automóviles.En Puebla están las plantas Volkswagen y Audi y en el Estado de México, la General Motors, Fiat Chrysler Automóviles, Ford, Isuzu, Freightliner y Volvo.
Son once marcas de vehículos ligeros las que se producen en el país: Audi, BMW, FCA México, Ford, General Motors, Honda, KIA, Mazda, Nissan, Toyota y Volkswagen.El año pasado sólo entre la Volkswagen, Toyota, General Motors y BMW ganaron 47,717 millones de dólares (Forbes).Todas ellas corresponden a empresas transnacionales que han usado nuestro suelo y mano de obra para acumular grandes riquezas, creadas en gran medida por mexicanos que trabajan en dichas plantas armadoras de autos.Aunque las operaciones comerciales por este concepto las suman a nuestro PIB, no se trata de riqueza nacional que sea disfrutada por los mexicanos.
La industria automotriz representa un 3.8 por ciento del PIB nacional, el 20 por ciento de las industrias manufactures y en el 2018 alcanzó el 36 por ciento de las exportaciones a nivel nacional.Los países a los que más exportamos autos ligeros son EE.UU., Canadá y Alemania.El mercado interno de México se compone de un 65 por ciento en autos importados y el 35 por ciento de vehículos ensamblados en el país.Van dos años y medio que hay desaceleración en la industria automotriz, tanto por la caída en EE.UU., como por el cambio en el uso de tecnología en los motores y componentes de combustión interna a eléctricos y autónomos.La consultora IHS calcula para México un estancamiento en la producción de vehículos entre 2020 y 2024.
Con el desarrollo de la industria, la plusvalía (valor que crea el obrero en la jornada de trabajo y que se lo apropia el patrón en forma de ganancia) se incrementa de forma desmesurada.Las jornadas de trabajo de los procesos productivos se extienden a 24 horas al día y a 365 días al año, pues las máquinas las operan los obreros en diferentes turnos, días festivos y fines de semana.Para el capital no hay límite en la jornada de trabajo, pone todo el tiempo en acción los medios de producción y la fuerza de trabajo, ésta es la única creadora de nuevo valor, mientras que los medios de producción sólo se limitan a transferir a la mercancía producida el valor que ellos tienen.
La plusvalía se divide en plusvalía absoluta y plusvalía relativa, la absoluta es la producida mediante la prolongación de la jornada de trabajo y la plusvalía relativa se logra disminuyendo el tiempo de trabajo necesario de la jornada de trabajo, donde el obrero crea el valor de su fuerza de trabajo que el patrón le entrega en forma de salario, pero que él mismo creó con su desgaste.Con esta disminución, alarga la parte de la jornada en la que trabaja gratis para el patrón.Esto se logra aumentando la capacidad productiva en las ramas que producen los bienes que el obrero consume, para que sean más baratos, y así se reduce el valor de la fuerza de trabajo que equivale a la sumatoria del valor de los bienes que necesita para subsistir y reproducirse.
Con esta pandemia, la industria automotriz en México está presionada por EE.UU., para retomar su funcionamiento, en ese país ya está considerada como actividad "esencial".El mismo gobierno de AMLO llama a los trabajadores a que se reintegren a los centros laborales, pero ¿qué más hay de fondo, aparte del deseo de ganancia de los capitalistas, sin importar cuántos obreros sean expuestos a la covid-19?
México en el 2018 pasó de la sexta a la cuarta posición como exportador mundial de autos, después de Alemania, Japón y EE.UU.En ese año aumentaron las exportaciones, pero la producción se redujo.En el 2019 volvió a disminuir la producción y también las exportaciones y ventas locales.En lo que va del 2020, el panorama de la industria automotriz es más desolador con severo desplome.La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y otros gremios reclaman al gobierno de AMLO la falta de apoyos financieros y fiscales para enfrentar la pandemia y están presionados por la entrada en vigor del T-MEC de este sector, que buscan se aplace hasta el 2021.
Tanto a los empresarios, que sólo les interesan las ganancias, como al gobierno de la 4T —que no ofreció medidas económicas suficientes a la micro, pequeña y mediana empresa para paliar los efectos del covid-19— les conviene que los trabajadores vuelvan lo más pronto a sus centros de trabajo, así se quita AMLO la presión social de no apoyar a los mexicanos con dinero o alimento.Silencia a los grupos empresariales que no apoyó y favorece a los grandes capitales que no dejan de extraerle plusvalía a los obreros, a costa de contagios y muertes por covid-19.
Los trabajadores debemos conocer esta realidad, saber que con el consumo de la fuerza de trabajo en el proceso productivo es como se crea la riqueza que acumulan los capitalistas, por eso insisten en que se abran las plantas y fábricas para reactivar la economía.Llamar a los trabajadores de vuelta a los centros de trabajo en esta fase de la pandemia sin haber instrumentado medidas de sanidad, es enviarlos al terreno del coronavirus.
En Antorcha exhortamos a los mexicanos a que, si vuelven al trabajo y no hallan las condiciones para laborar de forma segura, salgamos a las calles a manifestarnos y exigir medidas de sanidad suficientes.Tenemos que cuidarnos entre nosotros.Debemos luchar unidos todos los sectores de la población para que la vida del mexicano no se exponga y su trabajo se vea compensado con mejores salarios, más prestaciones, mayor descanso y tiempo para atender a la familia, instruirse y recrearse; pero para lograr esto, hay que cambiar a México que se destaca por una sociedad desigual e injusta.
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