A casi dos años del secuestro y muerte de Manuel Serrano Vallejo
El 6 de octubre del 2013 fue secuestrado en la cabecera municipal de Tultitlán, Estado de México, don Manuel Serrano Vallejo -padre de la exalcaldesa de Ixtapaluca y actual diputada federal Maricela Serrano Hernández- cuando instalaba su puesto de periódico, fuente de sustento de su familia desde hace 50 años; luego de casi 11 meses del secuestro, la Procuraduría General de la República (PGR) anunció a través de un comunicado sobre el aseguramiento de una presunta banda de plagiarios que confesó el crimen. Durante ese lapso se solicitó a la PGR en reiteradas ocasiones su intervención para dar con el paradero de Manuel Serrano, obteniendo como respuesta indolencia y corrupción.
La escabrosa confesión causó furor y el inicio de una férrea lucha para exigir la entrega del cuerpo, con el fin de que su familia y todos los amigos de don Manuel Serrano le dieran sepultura, lo cual no ha sucedido a casi dos años de la noticia que llenó de luto y de indignación al antorchismo nacional que no cesa en su exigencia de justicia. También continúa firme la exigencia a las autoridades correspondientes de castigar a los responsables de ordenar y ejecutar el crimen.
Los enigmas de este caso son muchos, ¿Quién podría estar interesado en secuestrar a un señor de 80 años de edad que siempre vivió de la venta de periódicos y que no tenía ningún enemigo personal?, el sospechoso silencio respecto al caso advierte el riesgo de un fascismo mexicano, pues a estas alturas no hay duda alguna de que el secuestro y crimen de don Manuel Serrano no fue una fechoría más del crimen organizado, se trata de algo mucho más grave y peligroso para el pueblo que pretende ser manipulado a través de los principales noticiarios de la televisión en los que por cierto, no se mencionó este caso: el fascismo mexicano.
Es cierto que no es complicado "utilizar" al pueblo otorgándole despensas, enseres domésticos y otros apoyos, pues el actual sistema se ha encargado de hundirlo en la pobreza, en la ignorancia, para después suministrar a cuentagotas los beneficios que le corresponden con la finalidad de moldear sus ideas a su manera, afortunadamente el pueblo organizado y políticamente instruido está despertando y exigiendo lo que por ley le corresponde. El desdén gubernamental que por mucho tiempo dio resultados a la clase política actual se está viniendo abajo y hará todo legal e ilegalmente posible para no ceder el poder del que se han servido durante muchos años…la decadencia política está en puerta y se demuestra en su incapacidad para responder a los desafíos actuales, como el asunto que en esta ocasión nos ocupa: la exigencia de justicia.
Del lamentable caso se señala como responsable al exdiputado local Armando Corona Rivera y ninguna autoridad se atreve a hacer las investigaciones pertinentes, percibiéndose la grave polución para encubrirlo, por ese motivo el antorchismo nacional (el pueblo de México) se ha dado a la tarea incansable de exigir justicia y la entrega del cuerpo de Don Manuel Serrano, a casi dos años del secuestro. En todas las capitales del país se realizan cadenas humanas que no afectan la circulación, apegadas a las garantías constitucionales que todo mexicano tiene para la libre manifestación, a fin de esclarecer el crimen.
Asimismo, la diputada federal por el Distrito XII en el Estado de México, Maricela Serrano Hernández, hizo el llamado al gobierno federal para que se esclarezca el secuestro y asesinato de su padre, señalando que no puede permitirse que en el país existan crímenes políticos; consideró grave que a casi dos años no haya avances por parte de la PGR y dijo que desde la Cámara de Diputados continuará elevando la denuncia para que se castigue a los responsables de la muerte de don Manuel Serrano Vallejo y sus restos sean entregados a sus familiares.
Lo real en este ambiguo caso es que el delito sigue impune aunque hay pruebas de que Armando Corona Rivera es el autor intelectual del crimen que enlutó al antorchismo nacional pero lo unió en torno a la luchadora social y actualmente diputada federal Marisela Hernández Serrano, declarando una tenaz lucha que continúa fortaleciéndose, a casi dos años del secuestro y crimen que cimbró a miles de mexicanos hoy ávidos de justicia, que continúan preguntándose ¿hasta cuándo se tolerará la impunidad?
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