Las características principales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador son: su rechazo a escuchar las voces disidentes, el no aceptar las críticas justificadas que se hacen a sus equívocas acciones de gobierno y el uso y abuso del poder como arma para imponer sus ocurrencias y locuacidades.
Nada de esto causa extrañeza, pues es y ha sido la constante de diferentes gobernantes de los diferentes partidos, usar el poder para imponer sobre el pueblo desvalido sus decisiones de gobierno, abusar del poder y cometer atropellos.
Todos ellos se han rodeado de un círculo de incondicionales y serviles que se dedican a lisonjear al presidente en turno, a embellecer sus errores, a copiarle frases, a vestir como él se viste porque es vestir al último grito de la moda, a comer lo que él come pues es signo del buen comer, a razonar como él razona porque es prueba de inteligencia y a hacer de los oponentes del presidente sus enemigos mortales porque eso es fidelidad a toda prueba.Llevar la incondicionalidad hasta la ignominia provocó que ésta adquiriera carta de naturalización y fuera sello de distinción entre los incondicionales.De ahí que, a la pregunta del poderoso sobre la hora, contestaran sin inmutarse: "la que usted diga señor".
Si ahora esto viene a cuento y es tema de análisis, es porque Morena hizo de la frase "primero los pobres", su bandera de campaña; arribó al poder con la promesa de que todo este tipo de vicios serían erradicados como práctica política y, en su lugar, imperarían la atención y el respeto a todas las voces; se dejaría de usar al gobierno como arma para someter al pueblo, se respetaría la autonomía de los órganos independientes y mil promesas más.Todo resultó… ¡Falso!
Hoy, más que ayer, de cruda manera se conculcan los derechos del pueblo: se efectúan descuentos a sueldos y aguinaldos para combatir la pandemia sin previo consentimiento de los afectados, se realizan obras a capricho del Presidente, se usa el poder como garrote para someter a los insumisos, se oculta al pueblo la gravedad y amplitud del Covid-19 y se le aconseja portar estampitas como remedio a tan grave mal; y los incondicionales entonan a coro salmos y letanías al Presidente por sus "geniales medidas".
Los morenistas que detentan algún poder, sin tener siquiera el mérito de la originalidad y como monos amaestrados, ejercen su función a imagen y semejanza del titiritero; buscando congraciarse con su amo, van mucho más allá con el afán de mostrarse como discípulos fieles en espera de recompensas mayores.
Dos ejemplos citaré como prueba de esta clase de especímenes: Miguel Barbosa, Gobernador de Puebla, amenaza a periodistas que lo cuestionan; ofende de palabra y con hechos a presidentes municipales que no son morenistas, ante su solicitud de obras; se llama perito en seguridad, y Puebla vive una de las etapas más violentas; aconseja comer "caldo de pollo con chile bien picoso" para sanar más rápidamente del Covid-19; emite leyes para reprimir a los sin trabajo; mediante el abuso de poder intenta someter a sus caprichos a la Presidenta Municipal de Puebla; y su última hazaña: aún a costa de dejar claro que la cacareada autonomía de estos órganos electorales es pura "agua de borrajas", ordena al IEE y al TEEP manejar falsedades groseras y datos falsos, para negar al Movimiento Antorchista Poblano su registro como partido local, negando al pueblo pobre su derecho a la búsqueda de alternativas para alcanzar una vida mejor.
El Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, haciendo honor a su nombre y abusando del hecho de ser morenista, afirmó que no haría acuerdos con organizaciones, ante la propuesta de los antorchistas veracruzanos para paliar los efectos del Covid-19 entre la población.En rueda de prensa, insultó al Movimiento al afirmar que quienes hacían la propuesta estaban "haciendo oportunismo político", y amenazó diciendo que "la sociedad nos lo va demandar porque ésta ya no es la misma de antes".De inmediato pasó a los hechos: desató una feroz campaña de amenazas telefónicas contra líderes municipales y regionales del antorchismo veracruzano, y contra los jóvenes de los grupos culturales y deportivos, integrantes de la FNERRR.
Cualquier parecido con el actuar de López Obrador no es coincidencia.Son los changuitos del circo morenista, son la prueba fehaciente de que los incondicionales y serviles, llevarán a Morena al precipicio tal y como otros o los mismos- hicieron con el PRI y el PAN.
La nefasta actuación de estos malos gobernantes debe dejar claro en la cabeza del pueblo la necesidad de la desaparición de este tipo de autoridades.Lograr la implantación de un gobierno que hable al pueblo con verdad y que defienda auténticamente los intereses populares, sólo será posible como producto de la voluntad ciudadana manifestada en y por un partido político surgido de las entrañas mismas del pueblo.Formarlo es nuestra tarea y no desmayar en la empresa es nuestro reto.
Poner lo mejor de nosotros los mexicanos ansiosos de justicia, es la única vía de ver realizados los propósitos de un México más libre, más grande y más justo.
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