El pasado jueves 22 de febrero, alrededor de las 7 de la noche, fue retenida la dirigente antorchista en la Huasteca hidalguense, Evelia Bautista Gómez, y varios vecinos de la comunidad de Pahuatlán, Huejutla, la mayoría mujeres; la retención o secuestro la llevaron a cabo los "delegados" y exdelegados de la comunidad auxiliados por la policía municipal; el argumento: estaban llevando a cabo una asamblea "clandestina" sin permiso de la autoridad.Después de cuatro horas fueron puestos en libertad, cuando al local que funge como oficina de la Delegación arribaron varios vecinos, entre ellos los esposos de las señoras ahí retenidas, para exigir su inmediata liberación; según toda evidencia, por la comunicación permanente que mantuvieron los secuestradores con la presidencia municipal durante esas cuatro horas, recibían de allá las órdenes y al final, la instrucción de dejarlos en libertad.La compañera Evelia, miembro del Comité Estatal de Antorcha en Hidalgo y de nuestra Dirección Nacional, fue invitada por un grupo de habitantes de dicha comunidad a exponer el proyecto de Antorcha y lo que tendrían qué hacer para organizarse en nuestras filas y poder llevar desarrollo y progreso a sus familias, para lograr, dijeron los vecinos, aunque sea una vivienda o una despensa para sus desnutridos hijos.Cabe señalar que la asamblea, como todas las que efectúa Antorcha, era completamente pacífica y se realizaba en el patio de la casa de una de las señoras que solicitan ingresar al Movimiento Antorchista, petición que, aun después de la agresión sufrida, mantuvieron firme las familias interesadas.
Al día siguiente acudió una comisión de vecinos de Pahuatlán, acompañados de alrededor de 500 habitantes de distintas comunidades y colonias de Huejutla, a la presidencia municipal a tratar de entrevistarse con el alcalde, emanado de las filas del PES (Partido Encuentro Social), Raúl Badillo Ramírez; la cita para el Comité Antorchista de Huejutla, que encabeza Evelia, estaba concertada desde hacía ocho días para dar respuesta al pliego petitorio presentado semanas atrás; sobra decir que el presidente municipal no se presentó a la reunión y que el funcionario que mandaron a atender a la comisión de sus gobernados no dio respuesta ni al pliego petitorio ni a la exigencia de una explicación por el actuar de la policía municipal en Pahuatlán la noche anterior.Posteriormente, al no encontrar respuestas positivas en la presidencia municipal, la comisión se dirigió a la Subsecretaría de Gobierno en Huejutla, donde salió a recibirlos el subsecretario Gerardo Canales Valdez, quien no se conformó con decirles que el gobierno no podía intervenir en Huejutla "porque los municipios son autónomos" y que el gobierno del estado tampoco tiene recursos para resolverles sus demandas, sino que además se burló de los peticionarios y de sus problemas, y en una actitud prepotente les espetó que: para qué se organizan, si de todas formas no les van a resolver, pues el gobierno "trae otros programas".
Narro estos hechos porque considero necesario que la opinión pública los conozca y sepa lo que llevan implícito: en primer lugar, una violación flagrante al derecho de organización y de reunión por parte del alcalde de Huejutla, Badillo Ramírez, y la colusión, al menos, del subsecretario de la Huasteca, Gerardo Canales en tales hechos violatorios de la ley. En segundo lugar, porque se ha puesto en peligro la vida de la líder antorchista en la región, Evelia Bautista, y de varios integrantes de nuestra organización, ante lo cual hacemos responsables a los dos funcionarios antes señalados.En tercer lugar, la petición de al menos 100 familias de sumarse a nuestra organización es una denuncia tácita a sus gobiernos del abandono en que los han mantenido, del hambre y la miseria en que se encuentran sumidos la mayoría de los habitantes de la Huasteca hidalguense, quienes no tienen ni fuentes de trabajo, ni vivienda digna y ni suficiente comida para alimentarse… y tampoco tienen derecho a organizarse, viéndose así conculcadas las garantías individuales establecidas en nuestra Constitución; y finalmente la insensibilidad de las autoridades ante las necesidades de sus gobernados y su confianza en la política de horca y cuchillo que han empleado por siglos en esta hermosa pero miserable región del estado de Hidalgo.
Para quienes no conocen la zona, les comento que Huejutla, es la capital de las huastecas; ahí confluyen y conviven habitantes de la Huasteca hidalguense, veracruzana y potosina, fundamentalmente.Es un municipio con 129,919 habitantes, de los cuales, 89,291 son indígenas, el 70%.Como toda la Huasteca hidalguense, es un municipio rico por su producción de cítricos, café, maderas preciosas, ganado vacuno, etc., pero donde sus habitantes sufren una pobreza secular comparable, sin exagerar, a algunas poblaciones de áfrica.Aparte de la miseria, el sometimiento ejercido por los grupos caciquiles de la región impide el desarrollo de las comunidades, pues es precisamente esta pobreza lacerante de la mayoría de la población, la que ha logrado formar familias acaudaladas y grupos de poder que desde hace décadas mantienen el control político de la población, sin permitirles prácticamente ningún movimiento o acción fuera de los que marca "la autoridad", aunque dicha orden sea completamente anticonstitucional.Y el ejemplo es el aquí relatado: para ejercer el derecho de reunión "hay que pedir permiso".
Los antorchistas exigimos un alto a las agresiones en contra de nuestros compañeros y atención de sus demandas por parte del presidente municipal Raúl Badillo y la pronta intervención del Gobierno del Estado para hacer respetar la ley y la integridad física de los antorchistas de Huejutla y de toda la Huasteca hidalguense.
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