La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como una de las recomendaciones básicas para evitar la propagación del coronavirus el lavado frecuente de manos con agua y jabón. Sin embargo, en Hidalgo, lo que pareciera ser una recomendación sencilla de cumplir, se vuelve una tarea difícil de llevar a cabo debido a que la entidad tiene a 269 mil hidalguenses sin acceso al agua potable, de acuerdo con la medición de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).Para las familias privilegiadas, lavarse las manos con agua limpia es un gesto muy sencillo, pero para los pobres, es un lujo que ni en emergencias sanitarias pueden permitirse.
En América Latina, según el Banco Mundial, a pesar de disponer el 31 por ciento de las fuentes de agua dulce del mundo, 37 millones de personas no tienen acceso al servicio de agua potable.En el territorio mexicano la situación tampoco es muy alentadora.Citando la misma fuente, el Coneval, dice que solo el 53.5 por ciento de los mexicanos tienen acceso diario al agua en sus viviendas, esto sin contar que el hecho de tener acceso a una red de agua potable, no significa que el vital líquido esté disponible las 24 horas del día y si bien le va a las familias, tienen agua uno o dos días a la semana.
El coronavirus ha llegado en un mal momento para el 43.8 por ciento de los hidalguenses que se encuentran en la pobreza, 1 millón 311 mil pobres.El Coneval dice que 766 mil 400 hidalguenses no tienen acceso a los servicios básicos de vivienda, de los cuales, 250 mil 300 no cuentan con drenaje.
Hace una semana, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, llamó a todos los mexicanos a "quedarse en sus casas" para evitar la expansión del virus.No obstante, esta recomendación o medida de la Secretaría de Salud tampoco podrá ser atendida por 951 mil 648 hidalguenses que vive de los empleos informales, lo que los obliga, forzosamente, a salir de sus domicilios para poder comer un día más.
La falta de servicios básicos y la falta de empleos formales en Hidalgo generan contradicciones.En 2019 fue inaugurada la nueva planta de Grupo Modelo (una de las más grandes del mundo) en el municipio de Apan con un potencial de producción de 18 millones de botellas de cervezas al día.Según Modelo, su planta extraerá hasta seis millones de metros cúbicos de agua al año.En este municipio, de más de 44 mil 500 habitantes, los agricultores cultivan solamente en temporada de lluvias, debido a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) les negó permisos para perforar pozos para poder regar sus tierras en temporadas secas.Sin embargo, Grupo Modelo sí pudo obtener esos permisos, a través del Gobierno del Estado, que incluso compró en 2017 los terrenos donde se encuentra la cervecera con el pretexto de que serían para una automotriz; obtuvo los permisos para perforar cinco pozos y posteriormente vendió el terrero a Grupo Modelo.¿A quién se beneficia, a las empresas o a la población?
Por último, he dicho que más de 951 mil hidalguenses viven de la informalidad, esto a pesar de que el gobernador Omar Fayad presumió en 2019, 60 mil millones de pesos en nuevas inversiones.En la propaganda oficial aseguran que es con el objetivo de "generar más más empleos y mejorar la calidad de vida de los hidalguenses", pero tal vez (tal vez) se está ayudando a que los dueños de esas empresas incrementen sus fortunas, porque hoy, esos miles de hidalguenses sufrirán las consecuencias del coronavirus, pues no tienen vivienda, agua potable, drenaje y mucho menos un empleo formal.
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