En el artículo cuarto constitucional, en el párrafo tres, especifica que toda persona tiene derecho a la protección de la salud. Desde el día primero del año 2020 comenzó a funcionar el Instituto de Salud Para el Bienestar (Insabi), este fue creada en sustitución al Seguro Popular, mismo que prometía a las personas que no cuentan con seguridad social poder recibir servicios gratuitos de salud.
El esquema del Insabi, suponía brindar servicios médicos en primer y segundo nivel de atención a quienes carecen de seguridad social. De acuerdo con la Ley General de Salud, los Institutos Naciones de Salud y Hospitales Federales, sujetos a la obtención de cuotas de recuperación para la atención de tercer nivel.
Es decir que, mediante este, los pacientes recibirían medicamentos gratuitos, así como análisis, estudios y diagnósticos clínicos, intervenciones quirúrgicas y hospitalización, todo en forma gratuita. Los tres pilares fundamentales para su funcionamiento serían que no falten medicamentos, basificar a los trabajadores y tener comunicación interinstitucional con los gobiernos de los estados.
Tales fueron las promesas y las expectativas para la creación del nuevo Instituto de Salud, para sustituir el Seguro Popular y la principal razon es que este era ineficiente y daba espacio a actos de corrupción, según López Obrador “Porque nos dejaron tirado el sistema de salud, se dedicaron a robar en el sector salud, como lo hicieron en todo el gobierno, se robaban hasta el dinero de las medicinas”,
Ahora a más de año y medio de la creación del Insabi, y con cada vez más muertes provocada por la pandemia y las malas decisiones del gobierno de López Obrador y tal como lo dijo en su análisis, Ricardo Raphael de la Madrid en octubre del año pasado, en donde mencionaba que las consecuencias de la escasez de medicamentos serían fatales, pues el desabasto subió del 30% al 70%; los que sufren las consecuencias son los pacientes de las enfermedades crónico degenerativas, que son las verdaderas víctimas de las malas decisiones de López Obrador, el argumento del Gobierno morenista fue la famosa lucha contra la corrupción, desbaratar el control monopólico y combatir las prácticas corruptas alrededor del mercado de las medicinas, y lo único que ha logrado es que los enfermos pierdan tiempo, quienes luchan además contra una enfermedad que, para adquirir un medicamento, es necesario desembolsar miles de pesos, y para una familia de escasos recursos económicos, es imposible poder surtir medicamentos de costos tan elevados.
Pasan los días y las noticias de las últimas semanas se han centrado en los 2 mil 125 trabajadores de Oaxaca que llevan ya dos semanas sin empleo, mismos que fueron despedidos injustificadamente después de servir heroicamente en el combate a la pandemia, además de los más de 8 mil que no están “basificados”, pero esto no solo fue en ese estado, sino en todo el sistema Insabi, datos que son públicos y cualquiera los puede consultar. En Durango son hasta el momento 72 médicos y enfermeras que han sido despedidos injustificadamente del Hospital General 450, a los que se les deben hasta dos meses de pago por su servicio brindado en la pandemia, mismos que ahora muestran su inconformidad ante las promesas incumplidas.
La preocupación de que aún se vendrán más despidos es latente, puesto que el gobierno federal no aumentará el presupuesto para los Servicios de Salud, el colapso inminente de los hospitales de nuestro país, y con lo que se avizoran más convulsiones, es necesario una gran unidad social para la defensa de todos los sectores maltratados y relegados de nuestro país. Con esto podemos darnos cuenta que no se está respetando el artículo 4 de la Constitución por parte del gobierno de la 4T.
No debemos acostumbrarnos a los errores del actual gobierno morenista, en donde claramente vemos la falta de planeación en las estrategias tomadas para dar solución a los problemas por los que atraviesa nuestro país. En estos momentos lo más importante es la salud de la gente ante esta pandemia, pero, evidentemente, para el presidente no lo es.
Por eso llamo a todos los sectores maltratados y relegados por el actual gobierno, y les digo: hay una organización que lucha para que las condiciones de los mexicanos cambien, esa organización es el Movimiento Antorchista Nacional, organícense y luchemos juntos por el poder político de la nación y así construir desde ahí una patria mejor, más próspera y más justa con todos sus hijos, en primer lugar, con quienes más lo necesitan.
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