Al grito unánime de ¡Guerrero feminicida!, y ¡Vivas nos queremos!, miles de mujeres de Chilpancingo y otras ciudades de Guerrero se sumaron a las marchas del 8M y 9M realizadas en México, desde Yucatán hasta Baja California, para exigir justicia y protestar por los feminicidios, desapariciones y contra toda violencia de género que ocurren diariamente en el país.
La ola violeta sigue extendiéndose en el país, y Chilpancingo, capital de Guerrero, no es la excepción; la marcha del 8M, Día Internacional de la Mujer, inició en el parque “Margarita Maza de Juárez” y concluyó con un mitin de protesta en la explanada de la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”.
Las manifestantes, encabezadas por familiares y amigas víctimas de feminicidio o desaparición, dos de las violencias máximas contra mujeres en Guerrero, hicieron paradas en el Ayuntamiento de Chilpancingo y en la Agencia del Ministerio Público. Las cifras son alarmantes, pues tan sólo en el primer bimestre de 2023, desaparecieron 44 mujeres y 23 fueron asesinadas.
Un día después, el 9M, reporteras y fotorreporteras de diferentes medios de comunicación marcharon para exigir que cesen los asesinatos de periodistas, la violencia, acoso y hostigamiento laboral que sufren muchas de ellas. La marcha de las comunicadoras, en el marco del Día Internacional de la Mujer, inició en el Parque Bicentenario y concluyó en el parque Unidos por Guerrero, que renombraron como Violetas del Anáhuac.
Las comunicadoras hicieron paradas en la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios y el Tribunal Universitario de la Universidad Autónoma de Guerrero, la Procuraduría de la Defensa de la Mujer, la Dirección General del Colegio de Bachilleres y las oficinas del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) delegación 17, concluyendo la actividad en el monumento Unidos por Guerrero, donde hicieron un pronunciamiento sobre los motivos de su movilización.
Asimismo, realizaron un pase de lista de las 19 periodistas asesinadas en México de 2005 a la fecha: Lourdes Maldonado, Miroslava Breach, María Elena Ferral, Norma Sarabia, Pamela Montenegro, Anabel Flores, Zamira Esther Bautista, María del Rosario Fuentes Rubio, Regina Martínez López, Elizabeth Macías, Yolanda Ordaz de la Cruz, Selene Hernández León, Indira Rascón García, Isabella Cordero Martínez, María Elvira Hernández Galeana, Felícitas Martínez, Teresa Bautista Merino, Flor Vázquez y Dolores García Escamilla… De esta manera, Chilpancingo se sumó a las movilizaciones de mujeres que exigen respeto y vivir en paz.
Y es que, son preocupantes las cifras de una encuesta realizada por Enkoll, al señalar que, el 45% de las mexicanas han sufrido algún tipo de agresión o acoso sexual, aunado a la amplia brecha salarial y la desigualdad, temas que persisten en el entorno laboral de México. Las trabajadoras mexicanas ganan entre un 13% y 27% menos que los mexicanos por realizar las mismas tareas, por si esto no fuera suficiente, entre 10 y 11 mujeres son asesinadas al día en el país, sólo por ser mujeres.
El activismo y la lucha feminista, es cierto que avanzan, pero lentamente porque la sororidad que pregonan algunos grupos feministas es sólo una palabra que usan en marchas, mítines y protestas, pero no en la realidad, donde las mujeres están en completa indefensión en todos los ámbitos de su vida diaria, hogar, escuela, trabajo, centros recreativos, calles y hasta en el transporte público; se requiere una verdadera empatía y solidaridad para ir frenando la violencia contra las mujeres; afortunadamente, esta lucha, que es justa y necesaria, ya empezó y no va a terminar porque seguiremos pidiendo respeto a nuestros derechos y seguridad para no seguir siendo una estadística.
Debemos armarnos de valor para continuar firmes con la lucha que iniciaron las mujeres que pelearon por el voto, la educación, el trabajo, la libertad, la igualdad y seguiremos exigiendo justicia y seguridad para caminar en paz, para vivir sin miedo en esta sociedad machista.
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