Fueron gritos de alegría que desbordan el alma. Una multitud conduciéndose por las calles principales de un municipio donde lo más importante es brindar hospitalidad a los recién llegados. Los colores vibrantes que abanderan los contingentes entre los gritos afónicos de una juventud que parece no tener ataduras. Una juventud que grita desbordando su verdadera esencia, una esencia que se contagia por los ánimos, los brincos y los gritos de exaltación por la emoción.
La música de las bandas de guerra, las bandas musicalizadas, son parte del grandioso momento. Las banderas de colores conducidas por esos mismos jóvenes llenos de alegría son ondeadas con orgullo, porque representan a sus estados, son muestra de lo que son capaces la juventud al tener un balón enfrente o en cualquier otro deporte. Pero, sobre todo, están orgullosos de poder representar entre toda la multitud de deportistas a sus estados y llegaron dispuestos a darlo todo por sobresalir.
Los gritos son alentadores, pues demuestran cuan orgullosos están y la lucha que realizarán para defender sus intereses y con ellos, los intereses de poder poner en alto a sus contingentes, porque de ellos depende poder decir que son los ganadores de la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional, que organiza el Movimiento Antorchista Nacional, un evento deportivo nada menor, pues su magnitud ha llegado a los oídos de miles de deportistas a lo largo y ancho del país.
Los asistentes llegaron desde comunidades apartadas, con largas horas de viaje, desde lugares donde nunca pensaron poder salir y participar en un evento tan importante, de gran magnitud y transcendencia, pero salieron con los mejores ánimos y con la decisión de poner participar en las diferentes disciplinas que se llevaron a cabo. Ni el calor, ni las inclemencias del tiempo son factor para rendirse, hay que darlo todo para ganar.
A pesar del haber dejado a su familia, amigos, escuela, sus tareas ordinarias, es momento de vivir en carne propia uno de los encuentros deportivos nacionales más importantes, esto da muestra de que "no solo de pan vive el hombre", pues es necesario que el espíritu se eleve, y esa emoción, esa grandeza, que solo puede darla el deporte, y la Espartaqueada Deportiva es muestra de eso que aquí decimos, es alegría que puede y desborda el alma.
Las porras, gritos, regaños y las felicitaciones no se dejan esperar, porque es importante que cada jugador saque lo mejor de sí, para poder avanzar al siguiente nivel y lograr coronarse como campeón, además serán ellos quienes corran la voz de tan majestuoso evento. Esto fue un poco de lo que se llevó a cabo en la Espartaqueada Deportiva que organizó Antorcha en Tecomatlán, Puebla.
Un evento, organizado por el pueblo, por los antorchistas, un evento con la intención de unir a los deportistas, en una competencia fraterna, pues es un evento no gubernamental y sin fines de lucro, pues lo único que se pide es la cooperación de los asistentes para cubrir los gastos de alimentación, porque, aunque sea en escuelas, con colchonetas o a la intemperie, allá se va a competir y a demostrar quienes son los mejores.
Sin duda, Antorcha tiene mucho que demostrar y la XXI Espartaqueada Deportiva, es solo una pequeña muestra de lo que es capaz de hacer, además es necesario mencionar que en el siguiente año se realizará la Espartaqueada Cultural, un evento donde se desarrollan los bailes y las danzas en las diferentes categorías será un colorido impresionante que llenara de júbilo los escenarios de este municipio. En este sentido, ni la pandemia, ni los gobiernos de oposición podrán detener el progreso en el deporte, el arte y la cultura que está desarrollando el Movimiento Antorchista Nacional.
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