A 21 días del regreso a la "nueva normalidad" (21 de junio), no sólo hay más muertos por covid-19 que antes, sino más pobres que nunca.Durante estas tres primeras semanas de junio, el actual presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), retomó sus giras por el país, ignoró a cuanto mexicano se le acercó, continuó desairando las recomendaciones de las máximas autoridades sanitarias del mundo y amenazó la existencia de organismos autónomos que han garantizado la democracia mexicana en las últimas dos décadas.
A pesar de lo observado hasta nuestros días, Federico Arreola, uno de los acólitos más fieles del presidente y de los integrantes de la cúpula del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), mete las manos al fuego por el mandatario y afirma que "Andrés Manuel tiene muchos defectos, pero es un demócrata empeñado en tender la mano a los más pobres y en combatir la corrupción.Críticas tan absurdas (a los funcionarios morenistas recientemente acusados de corrupción) sólo dividen a la ya muy dividida sociedad mexicana".
Sin embargo, nadie es lo que dice que es, sino lo que hace.Y el slogan con el que llegó a Palacio Nacional: "primero los pobres", cada día se descolora y apenas queda el eco en el recuerdo de los pobres, quienes actualmente se han convertido en los más vulnerables a la covid-19.
En los primeros tres meses de pandemia, México sumó 93 mil 435 casos positivos de covid-19 y 10 mil 167 muertos por esta nueva enfermedad; es decir, del 28 de febrero al 30 de mayo (94 días) hubo en promedio 108 defunciones por día.
En los siguientes 21 días, del 1° junio día de inicio oficial del regreso a la "nueva normalidad" y uno antes del reinicio de las giras del presidente- al domingo 21 del mismo mes, el país añadió 81 mil 767 nuevos mexicanos contagiados y 10 mil 614 nuevos muertos; es decir, alcanzó un promedio de 530.7 muertes por día (aunque en algunos rebasó los mil al día) y quintuplicó el número de fallecimientos diarios con respecto a los meses previos.Al día de hoy, en México hay 175 mil 202 mexicanos contagiados y 20 mil 781 muertos.
Al alza de muertos se adhirió el alza del número de pobres.La contingencia sanitaria mundial dejó a dos millones de mexicanos sin empleo durante el primer trimestre de 2020, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); durante abril de este año se perdieron 12.5 millones de empleos (2.1 millones de empleos formales y 10.4 de empleos informales).Y, por si esto no fuera suficiente, el pronóstico de la Organización Internacional del Trabajo en torno al panorama laboral de México para los próximos dos años es desalentador, pues estima que otras 172 mil personas perderán su trabajo y que la Tasa de Desocupación de la Población Económicamente Activa en el país pasará de 3.4 por ciento a 3.7 por ciento en 2019 y a 4.1 en 2021, alcanzando a 2.3 millones de personas, donde los más afectados serían los trabajadores del campo.El Fondo Monetario Internacional completa el cuadro: "el pronóstico del crecimiento de la economía mexicana pasará de 1.3 a 1 por ciento para este año".
A pesar de esta crisis económica y sanitaria, donde los últimos datos reportados por la propia Secretaría de Salud federal mostraban que los 32 estados de la república se encontraban en #SemáforoRojo por el mayor número de contagios y muertos por covid-19,el presidente decidió salir de gira por ocho estados del sureste y centro del país.
Quintana Roo, Campeche y Yucatán fueron las primeras entidades en rojo seleccionadas para recibirlo.A las demandas de trabajo y alimento, derivadas de la emergencia por covid-19, se le sumaron nuevas desgracias: las tormentas tropicales "Amanda" y "Cristóbal" que inundaron, destruyeron y dejaron sin nada a miles en suelo sureño, y también nuevas demandas.Hacía tres meses, resguardados en sus hogares, colgaron en sus zaguanes trapos blancos con la leyenda #EnCasaYSinComida, pero ni el Gobierno estatal ni el federal los auxiliaron.El presidente estuvo cerca de las zonas donde pasará el Tren Maya, donde se construirá la refinería de Dos Bocas y se rehabilitarán las refinerías Cangrejera y Minatitlán, pero lejos de los pobres mexicanos del sureste que si antes tenían casa, pero no alimento, ahora no tenían ni casa ni comida, pero segura la covid-19.
Cuando AMLO volvió a la Ciudad de México, el subsecretario de Salud seguía insistiendo a la población mexicana: #QuédateEnCasa, #QuédateEnCasa; mientras tanto, el presidente aseguraba: "lo peor ya pasó, podemos recuperar nuestra libertad, salir con cuidado y perder el miedo" y presentó al mundo un decálogo espiritual para salir "poco a poco de la covid-19", una enfermedad real y altamente contagiosa donde la fe no alcanza para curar al menos enfermo.Ese fin de semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) no tardó en llamar la atención a las autoridades mexicanas: "es necesario que los gobiernos a nivel nacional y subnacional emitan mensajes coherentes.Los ciudadanos se confunden cuando ven que en un mismo sistema los mensajes son distintos y no coherentes entre sí".
El presidente, sabedor de que en el país crecía aceleradamente el número de contagios y de muertos, no cambió de planes y regresó a su gira por el centro-sur del país.Las aguas impidieron a los sureños salir a manifestarse, pero en la segunda parte de la gira el desempleo y el hambre no pudo detener a amas de casas, campesinos, estudiantes, maestros, médicos, padres de niños con cáncer sin medicamentos y de desaparecidos, comerciantes, afanadores, obreros y profesionistas de Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y Morelos le salieron al paso y protestaron a las afueras de las afortinadas instalaciones militares donde se recluyó, le pidieron ayuda en especie para hacer frente a la contingencia.En ningún estado se detuvo a atender a uno solo, pero les respondió la afrenta: "no atendí a los padres para respetar la sana distancia"; (a los que pedían un plan emergente de distribución de alimentos y trabajo) "son los antorchistas, antes el dinero destinado a la gente se entregaba a intermediarios de organizaciones sociales y no gubernamentales; ahora es directo, a cada beneficiario"; "las protestas de los militantes del PAN en carros son con tintes electorales"; "los ataques de la prensa son porque antes recibían mucho dinero del presupuesto"… y así siguió contra todos.No había terminado la semana, y volvió a recordar que algunos organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Datos Personales, entre otros 100, podrían desaparecer.
Actualmente, cuando el director de la OMS, Tedros Adhanom, advierte "que el mundo se encuentra en una #fase_nueva y peligrosa de covid-19 que se está acelerando" y llama a todos los países a que mantengan una vigilancia extrema, respeten la sana distancia y permanezcan en sus casas, el presidente mexicano sigue empeñándose en hacer todo lo contrario y ya anunció que esta semana se reunirá con los mandatarios de la Ciudad de México, el Estado de México y Michoacán.
Aunque los defensores del presidente se indignen, no es lo mismo ser electo democráticamente que ser demócrata, ni es lo mismo tener intenciones de ayudar que hacerlo.Un tercio de los pobres de los estados visitados vio como la mano solidaria del presidente se quedó guardada en sus bolsillos y detrás de las fortalezas militares; muy probablemente sobrevivan a pan y agua como le han hecho toda la vida o mueran.No hay opción."Primero los pobres" no deja de ser un efectivo eslogan de campaña que en unos meses comenzará a resonar con más fuerza, pero se ha convertido en la gran mentira del presidente.AMLO sabe de sobra que si no hay un pueblo informado de lo que han hecho o dejado de hacer sus gobernantes, lo que se necesita urgentemente para ganar una elección no es más información, sino dinero, regalar dinero, con o sin intermediarios.¿El presidente está remojando el terreno haciendo esperar a los pobres para luego regalarles unos cuantos pesos del dinero de todos los mexicanos cuando se acerquen las elecciones y así capitalizar a la masa de votantes que ha venido perdiendo por la mala administración de la pandemia? No falta mucho para que el tiempo nos dé la respuesta.
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