Tomar clases en línea, por decisión e instrucción del Gobierno federal representa para algunos estudiantes un golpe a su economía y la de sus familias porque a falta de internet en sus hogares tienen que pagar, con dinero que no tienen, el servicio en un centro de cómputo público.
Por ejemplo, Brayan Merino Cruz, estudiante del CBTA 10 de Pinotepa Nacional, acude todos los días a un centro de cómputo donde paga por la renta de una computadora con acceso a internet.
Así es como toma sus clases, todos los días, desde que el Gobierno federal, que encabeza, Andrés Manuel López Obrador, ordenó suspender las clases en las aulas por la pandemia de covid-19 y continuar el ciclo escolar a través de plataformas virtuales.
Actualmente, en México hay poco más de 34 millones de personas sin acceso a internet, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019 (Endutih).
Afligido porque su economía y la de sus padres ya no alcanza para pagar el servicio de internet hasta que concluya el ciclo escolar, el estudiante de 18 años de edad, dirigió una carta al Gobierno federal y estatal para solicitar apoyos para su educación y alimento para las familias de su municipio.
Explicó que los habitantes de esta demarcación dependen económicamente de la pesca y el comercio, pero desde que inició la pandemia, las playas permanecen cerradas; por tanto, no hay trabajo para muchos de ellos.
Merino Cruz, desea concluir una carrera profesional para ayudar a sus padres con los gastos del hogar y aportar para el estudio de sus hermanos; en la carta también solicitó una beca para todos los estudiantes de escasos recursos y que tienen que viajar desde sus comunidades para recibir educación.
Agregó que hasta la fecha no ha recibido apoyo por autoridades y que sólo el Movimiento Antorchista de la región Costa le ha proporcionado materiales escolares.
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