Ha pasado ya más de un año desde la llegada de la covid-19 a nuestro país. En cifras, de acuerdo con los números del Gobierno federal, el número de casos positivos acumulados hasta el 19 de julio es de 2 millones 853,806, mientras que las defunciones se ubican en 248,743. Respecto al número de defunciones creo que es importante señalar que, en el país, hay un exceso de mortalidad, ya que se esperaban un millón 42 mil muertes de abril 2020 al mismo mes de este año, pero en medio de la pandemia han ocurrido un millón 536 mil fallecimientos, esto significa que México registró 47% de exceso de mortalidad, o muertes ‘de más’ a las esperadas para el mismo periodo. En ese sentido, algunos especialistas en salud argumentan que el exceso efectivamente se debe a la pandemia; sin embargo, agregan también que, en dicho periodo, se dejó de atender a por lo menos 3 millones de personas con alguna enfermedad crónica o padecimiento que por falta de revisión o tratamiento, su salud empeoró y lamentablemente fallecieron.
Señalo lo anterior, porque tratándose de un asunto de salud pública, el gobierno tiene prácticamente mucha responsabilidad. En el caso del manejo de la pandemia, la gente debe de saber que desde el gobierno se tomaron decisiones incorrectas que llevaron a este escenario tétrico, pues desde un principio, desde las altas esferas del poder se mal informó al pueblo, diciendo que el virus no era grave e incitando a la gente a que saliera a las calles. Por otro lado, la reacción de la Secretaría de Salud y del gobierno para la reconversión de hospitales fue tardía, y para la adquisición de vacunas el caso fue similar, eso ocasionó que la pandemia se convirtiese en un problema de grandes dimensiones. Pero, aun así, teniendo ese panorama negro que sin duda marcara la historia de México, salta a la vista nuevamente la nula preocupación del gobierno federal para reencausar el rumbo de la salud en México, y en esta ocasión amenaza con desaparecer otro programa de salud pública. Veamos.
De acuerdo con el documento “Estructura Programática para el Presupuesto 2022”, enviado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la Cámara de Diputados, el PEF 2022 propone eliminar el programa Seguro Médico Siglo XXI, programa que se creó hace 14 años en el gobierno de Felipe Calderón (2007), y que atiende a por lo menos a más de 4 millones de niños y niñas mexicanas menores de cinco años por año fiscal, beneficios que, de acuerdo a las palabras de Juan Carlos Romero Hicks, coordinador de la bancada panista en el Congreso de la Unión, afirma que “los menores recibían servicios de medicina preventiva y atención primaria a la salud, atención hospitalaria y de alta especialidad a partir del día de su alta en el programa y durante la vigencia de sus derechos, sin desembolso por el servicio otorgado”.
Luego de las declaraciones del diputado panista, hace unos días, se cuestionó al presidente en la mañanera a López Obrador si desaparecería este seguro médico, a lo que escuetamente contestó: “Es un derecho universal el derecho a la salud, no puede haber ningún programa, ley, ni reglamento por encima del mandato constitucional”, aunque lo cierto es que el documento mencionado líneas atrás y elaborado por una secretaría dependiente de su gobierno, deja con cero pesos de presupuesto a este programa para el año fiscal subsecuente.
En caso de hacerse realidad esta propuesta, indudablemente sería un duro golpe a la salud de millones de niñas y niños, y por supuesto también para el bolsillo de sus familias, pues bajo este esquema de protección, se puede acceder a todas las intervenciones médicas de rehabilitación física y neurosensorial. Además de lo ya mencionado, los beneficiarios tienen la posibilidad de acceder a los servicios médicos de alta especialidad para enfermedades de alto costo. Este seguro cubre también, los gastos de enfermedades del sistema circulatorio, respiratorio y digestivo, así como traumatismos, quemaduras y complicaciones por atención médica o quirúrgica.
Finalmente, creo que es importante precisar que, de acuerdo con el documento titulado “Sistema de Protección Social en Salud: Seguro Popular y Seguro Médico Siglo XXI” elaborado por el Coneval, en el año 2019 se reportó que poco más de 4.4 millones de niños estaban afiliados a este seguro médico. Esperemos pues, a que llegue la discusión del Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 al congreso de la unión para saber cómo termina todo esto, aunque haciendo un recuento de la política errática de la actual administración, no nos sorprendería que eliminen más programas sociales y, por ende, sustituyéndolos por otros programas que son un rotundo fracaso, como hoy lo es el Insabiluego de la desaparición del Seguro Popular.
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