Hace ya tres meses que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció con bombo y platillo en sus ya conocidas “mañaneras”, la creación de una empresa del Estado encargada de la distribución de gas a precio económico, llamada Gas Bienestar, dirigido principalmente para pueblos y colonias en las cuales las familias tuvieran acceso a dicho gas para resolver su problema de abasto a bajo costo, sin que otras empresas se sintieran amenazadas por los precios que se están prometiendo. “Gas Bienestar se va a llamar, se van a vender cilindros de gas, de 20, 30 kilos, a precios bajos en las colonias, sin que estas empresas dejen de vender, para que haya competencia…” (Forbes México, 7 julio) y puso un plazo de tres meses para echar a andar la empresa. El Financiero nos dice que “para echar a andar esa empresa se requieren 11 mil millones de pesos lo cual significaría otra deuda más para el gobierno”, o sea, en pocas palabras, otra deuda más para todos nosotros los mexicanos “de acuerdo con cálculos conservadores, echar andar la ocurrencia de crear otra empresa pública, dependiente de Pemex, denominada Gas Bienestar costará 11 mil millones de pesos, entre terrenos, instalaciones, cilindros, vehículos de transporte de los tanques, personal y gastos administrativos, lo que necesariamente implica contratar más deuda para Petróleos Mexicanos o para el gobierno federal que, para el caso, es lo mismo” (El Financiero, 27 julio).
Otro engaño más es en cuestión a los precios del Gas Bienestar, la cual se nos dice que serán precios accesibles porque cada vez que suben los precios la gente se truena los dedos y no sabe si comprar gas u otra cosa, “con la creación de Gas Bienestar” se va a lograr que el gas cueste más barato está en un error, toda vez que su precio se fija por parámetros internacionales y no a través de subsidios que lo único que logran es sangrar las arcas públicas” (El financiero, 27 julio). Y un ejemplo muy claro es que desde que se anuncio la creación de la empresa que fue en el mes de julio y que el único municipio donde entro en operación el 31 de agosto fue Iztapalapa. “Hasta el momento los tanques de Gas Bienestar sólo son distribuidos en la Ciudad de México y en la única alcaldía en la que se están vendiendo es en Iztapalapa…” (mexico.as.com). Según el programa, con el paso de los días se ira extendiendo la venta a otros municipios conurbados de la Ciudad de México y el Estado de México. Los precios al inicio eran aceptables ya que al inicio cada kilogramo costaba 10.81 pesos, pero “en menos de un mes, Gas Bienestar ha incrementado los precios del gas licuado de petróleo (LP) cerca de 94.23 % en algunas zonas de Iztapalapa, donde el producto pasó de costar 10.81 pesos por kilogramos, a 21 pesos por kilogramo el pasado 25 de septiembre” (http://esnoticiahoy.com). Ahora comparando los precios que da la Comisión Reguladora de Anergia (CRE) de un periodo de dos meses agosto-septiembre dice que los precios máximos del periodo del 1 al 7 de agosto de 2021 será de 19.56 pesos hasta 27.85 pesos por kilogramos y de acuerdo al último listado de precios que tienen una vigencia del 3 al 9 de octubre 2021 el kilogramos de gas costará 22.44 pesos hasta 28.86 pesos dependiendo de la zona donde se viva, lo cual nos da un incremento en la resta más baja de 2.88 pesos de incremento y en la resta de las cifras más altas de 1.01 peso de incremento en solo dos meses. Ya que, tomando como base el precio más bajo vigente de agosto que era de 19.56 pesos por kilogramo, un tanque que costaba 391.2 pesos, ahora con el precio más bajo vigente de octubre que son 22.44 pesos por kilogramo, un tanque de 20 kilogramos va a costar 448.8 pesos, un incremento de 57.6 pesos en dos meses. Precio que el pueblo no puede pagar. Si a eso le sumamos el raquítico e insultante salario de los trabajadores, el incremento a la canasta básica, al calzado, al vestido, al pago de servicios, a la salud, a la vivienda, etc., no cabe duda que lejos que sirvan todas las maniobras mañaneras para dorarnos la píldora y engañarnos que todo lo que se hace es para el pueblo bueno y sabio, es, al contrario. Por eso urge que nos organicemos, nos eduquemos políticamente, hagamos un frente común y llevemos a buen puerto a nuestro país.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario