Recientemente escuché el contenido de un video donde Andrés Manuel López Obrador, poco antes de ganar la presidencia de México, dice que la solución para acabar con la violencia es hacer obra social en las colonias y pueblos, invertir en infraestructura y generar empleos, y que de esta manera la gente ya no se meterá en el crimen organizado porque se estarían atacando las causas materiales que provocan que la gente se enrole en bandas del crimen organizado.

¿Qué se puede decir ante una opinión así?, creo que nada. Todos estamos de acuerdo, pero viene el pero, no es lo mismo torear, que ver el toro desde la barrera.

Esto lo digo porque ahora que tiene el poder gubernamental, político y económico en sus manos; es decir, que tiene todo para ser consecuente con lo que dijo y lo que le prometió a la gente, no está cumpliendo. Se ha olvidado, sin rubor alguno, de su discurso y de su palabra, y tal parece que cree, equivocadamente, que el pueblo siempre estará con los ojos cerrados y asintiendo en todo lo que diga él.

No hay duda de que la obra social es importantísima para hacerle justicia a la gente, porque es una manera de hacer que a la población le llegue parte de la riqueza social que se genera en el país, a través de obras como construcción de escuelas, aguas potables, pavimentos, mejores hospitales, puentes y vados, drenajes, internet y mejores comunicaciones que transforman las condiciones materiales de vida.

Todo lo anterior es necesario, pero el Gobierno federal y los gobiernos estatales no lo están haciendo, se han desentendido por completo de los problemas que más aquejan a los mexicanos y los recursos que la mayoría son federales se asignan a obras emblemáticas del gobierno actual de AMLO y a la mayoría de la sociedad se le quiere conformar con cualquier obrita que se hace por ahí, resaltándola como la gran obra social, cuando en verdad, obra social de grande impacto no la hay.

Así pasa también en Nayarit, y aprovecho el momento para denunciar que otro de los problemas que más laceran a los mexicanos, y en este caso concreto a los nayaritas, es la falta de vivienda.

En Bahía de Banderas hay fraccionamientos con cientos de casas donde la gente, al principio, empezó a pagar su casa, al paso del tiempo, como en todo país como el nuestro, donde no se garantiza un trabajo seguro y bien remunerado, la gente empezó a tener problemas para pagar las mensualidades al Infonavit y a otras inmobiliarias, lo que provocó un retraso en los pagos y que aumentaran los intereses, de tal manera que si una casa empezó costando 180 mil pesos, con los intereses ahora puede valer hasta 600 mil, lo que imposibilita definitivamente el que las familias pagaran esa cantidad de dinero tan alta.

Son cientos y tal vez miles de familias las que pasan por una situación así, ya no pueden pagar sus casas y los bufetes jurídicos de abogados contratados por las inmobiliarias están desatados presionando a las familias para que paguen o desalojen las viviendas.

Las inmobiliarias, abogados y hasta las autoridades municipales están coludidos en este atropello, abuso de poder, despojo y pisoteo de los derechos humanos de las familias porque no les importa la situación económica ni física de los que las habitan. Nada les importa, ni si están enfermos, si son ancianos o como estén los inquilinos, nada los detiene para dejar en la calle a las familias que no pueden pagar la vivienda.

Es una situación de terror, de zozobra, de miedo y de angustia porque las familias no viven en paz, y en todo momento piensan en la llegada repentina de abogados (con orden o sin orden de desalojo), policías municipales y camiones de mudanzas con la intención de sacarlas de las casas.

Así, en esta situación viven vecinos antorchistas de las colonias Infonavit San José, Villas Miramar y Jardines del Sol.

¿Qué se pide en concreto? Se pide al Gobierno estatal de Nayarit que encabeza, Miguel Ángel Navarro Quintero que intervenga y pare los constantes desalojos que padecen estos vecinos; se solicita que se les escuche su problema, su petición concreta es que se les regularice su casa, han dicho que quieren pagar su vivienda pero que se les ayude pero que sea a un precio razonable, algo que puedan pagar.

El problema ahí está, y es otro caso donde se demuestra que el Gobierno federal y el de Nayarit en particular, le sacan la vuelta a los problemas como este de la vivienda aquí señalado, porque no están pensando en la gente; este es el momento pues para que el pueblo confirme que los gobernantes morenistas sí cumplen con su consigna de ser gobiernos donde primero están los pobres.

Por mi parte, no me resta más que señalar aquí, que los jodidos de México si quieren que se les cumpla lo que se les prometió hay que decidirse a luchar organizadamente para exigir que se escuchen los problemas y se invierta en las necesidades de nuestra gente, como es el caso de los vecinos antorchistas de Bahía de Banderas, y también los invito a prepararnos para que, en el momento oportuno, no se vuelva a colocar en el poder a los que han traicionado al pueblo de México.