Aceptar que todo está en constante movimiento, parece algo sencillo cuando es evidente el fenómeno; sin embargo, cuesta mucho trabajo identificarlo cuando es muy sutil y casi imperceptible. Aunque sepamos que todo hacia nuestro exterior e interior se mueve, no prestamos atención por creerlo común, tan común que no se atiende.
Así pues, la realidad en la que vivimos es cambiante, nunca es igual, como lo dijo el sabio filosofo, Heráclito de Éfeso: Ningún hombre pisa dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él no es el mismo hombre”. Este razonamiento (que repito), parece sencillo, pero no lo es; cuando lo intentamos aplicar a nuestra vida diaria, no encontramos el cómo, y por eso hay decisiones que no siempre son acertadas.
Esto viene a colación, porque me tiene sorprendida e impotente, la actitud del gobierno ante una realidad cambiante que siempre dará nuevos problemas, nuevos retos y por lo tanto exige tomar nuevas medidas que correspondan al hecho concreto. A continuación, les digo el por qué.
Leí en una nota del periódico El Noticiero de Manzanillo, el pasado 08 de junio, que los transportistas prevén que nuevamente se moverán tres millones de contenedores en la ciudad, al respecto dijeron que urge invertir en infraestructura adecuada, pues la actual tiene más de diez años sin cambios. Es evidente que el movimiento de carga de contenedores aumentará, esa es la tendencia, y así se está proyectando, por lo que urge invertir en la infraestructura, y ahí agregaría yo, no solo para que fluya el trabajo en el puerto, sino para que los habitantes de Manzanillo que transitamos por la ciudad también tengamos carreteras seguras y un ambiente limpio como lo teníamos antes.
Hace un mes, leí también en el mismo periódico (porque no hay más que dos periódicos en Manzanillo), que la empresa SSA México adquirió la totalidad accionaria de Ocupa Holding, lo que según dicen ellos, generara más empleos y más inversión portuaria, todo para posicionar al Puerto en los primeros lugares a nivel Latinoamérica. Y, aunque no sabemos a ciencia cierta si eso es bueno o malo para todos, lo que los ciudadanos esperamos es que nuestro puerto sí crezca, que sí haya empleo, que sí seamos el mejor, pero no en perjuicio de nuestra integridad; pues está claro que las malas decisiones y la falta de visión respecto a la actividad portuaria, está ocasionando problemas graves como embotellamiento vial, siempre ocasionado por los cientos y cientos de tráileres con carga, múltiples accidentes, una contaminación grave del aire, el suelo y también del mar.
Y este problema se está extendiendo ya la zona norte de la ciudad, donde están las colonias de La Floresta, Miravalle, Los Altos, Valle Paraíso, Senderos, Lomas del Carmen, San Miguel, La Antorcha, Terraplena, y que es, además, la salida hacia la zona rural alta de Manzanillo, donde se encuentran comunidades como Chandiablo, La Lima, Veladero de los Otates, Huizcolote, Don Tomas, entre muchas otras; pues se están usando clandestinamente terrenos como patios de contenedores. A pesar de que la carretera es muy angosta, los tráileres se abren camino, aunque sea de manera hostil, llevándose lo que encuentren a su paso. Y esto ha generado ya muchos accidentes viales, incluso muertes. Pero no se ve la presencia de las autoridades para resguardar la seguridad vial por estos rumbos.
Pero, por si fuera poco, el descontrol e inseguridad vial, escuché ayer en la radio que el Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (IMADES), advirtió que la actividad portuaria, así como tiene beneficios en el desarrollo económico, está teniendo impactos en el medio ambiente, pues se han recibido múltiples denuncias de los ciudadanos sobre la nube de contaminación que al amanecer se distingue, justo en la zona norte de la ciudad. Tal Instituto, considera que es peligrosa para la salud de los ciudadanos, y una de las propuestas que sugieren es contrarrestar tanta contaminación con la siembra de árboles, que siempre nos dan vida, pero, quien sabe si está medida la vean viable las autoridades, dependerá sin duda de sus intereses inmediatos.
Otro ejemplo de la falta de prevención y acción, tomando en cuenta el constante movimiento, son justamente las condiciones en que está esa carretera que menciono, pues no se previó que por el crecimiento poblacional sería necesario crear infraestructura carretera suficiente para circular sin peligro. No se hizo en el pasado y ahora, que ya tenemos el problema encima, tampoco se propone una estrategia de solución, como si no importara a las autoridades nuestra integridad física. Si el gobierno de Griselda Martínez dice que, “primero los pobres”, creo que debería ser atendido ese tema, pues este tramo carretero es usado por más de diez mil personas al día, las que circulamos por ahí, pero tiene más de tres años que no se le hace una reparación ni siquiera mínima.
Y hay grupos que se han organizado para hacer saber la situación, y han solicitado formalmente y por oficio la intervención urgente de las autoridades, pero las respuestas están de no creerse. Pues desde la parte oficial, se dice que la carretera es estatal, y que, por lo tanto, no le corresponde al municipio atender tal problema. Y eso a mí me parece bastante insolente, pues es la autoridad la que nos representa a todos los manzanillenses, ¿Qué, no se supone que deberían ser los primeros en insistir en resolverlo?
Además, el Gobierno municipal y el Gobierno estatal son del mismo partido, son morenistas, y ¿qué culpa tenemos los ciudadanos que haya diferencias entre ambas cabezas? O sea, que, ¿mientras no se caigan bien las autoridades, no harán lo que deben hacer por la gente, que las mantiene en el poder y les confió su voto? ¿Qué garantías hay entonces de votar por Morena, si ni siquiera de manera interna e institucional hay acuerdos? ¿Qué nos espera a todos los que dependemos de sus decisiones?
Pero el descubrimiento del gran Heráclito de Éfeso viene nuevamente, y nos da esperanza, todo es movimiento, nada se detiene, y la realidad inevitablemente debe cambiar. Ningún partido es eterno en el poder, y el pueblo aprende equivocándose. Lo que sí es infalible, y no ha sido probado hasta ahora lo contrario, es que la unión y la organización de las grandes masas, siempre dan resultados favorables. Por eso invito a todos los habitantes de la zona norte y todos los habitantes de Manzanillo, a que nos organicemos y vayamos juntos a buscar a la gobernadora, pues en su calidad de autoridad máxima en el Estado, deberá tomar acciones inmediatas. De otra manera, tendremos que acostumbrarnos a ver cada vez más accidentes, cada vez más contaminación, cada vez menos árboles. Nuestro Puerto es un potencial económico en el país, pero no lo puede hacer sin lo más valioso, que es su gente, los trabajadores, por lo tanto, exijamos mejores condiciones para ellos y todos los manzanillenses. Hagámoslo, ¡pero unidos y organizados!
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